Tras quedar desmarcada de la resolución del conflicto en Gaza, la diplomacia europea trata de reivindicar su rol en la estabilización de la situación en Oriente Medio. Para impulsar el plan de paz impulsado por la administración Trump y países árabes y musulmanes, la UE busca ahora reactivar su presencia política, civil y humanitaria en Palestina, para intentar garantizar la reconstrucción y la gobernabilidad de la devastada franja.
Entre otras medidas anunciadas, Bruselas anunció que reactivará la misión de control fronterizo EUBAM Rafah, encargada de supervisar el paso entre Gaza y Egipto, con el fin de facilitar la entrada de ayuda y el movimiento de personas, con el foco en los heridos críticos gazatíes que requieren tratamiento en el extranjero. También anunció el restablecimiento de EUPOL COPPS, la misión de apoyo a la Policía palestina en Cisjordania, para fortalecer las capacidades de seguridad y de gobernanza local.

Kaja Kallas, jefa de la diplomacia exterior europea, anunció la semana pasada que Europa está dispuesta a “cumplir con su parte” en el plan de alto al fuego, con el foco puesto en desplegar recursos en el cruce de Rafah, principal punto de entrada de ayuda humanitaria y material de reconstrucción.
“El plan de paz requiere un fuerte respaldo internacional para prosperar. La UE está dispuesta a cumplir con su parte. Por ello, reiniciará una misión civil para supervisar el cruce fronterizo entre Gaza y Egipto”, declaró Kallas en X. Pese a asegurar que garantizar la paz en la Franja será “extraordinariamente complejo”, consideró que la misión civil tendrá un “rol importante” para apoyar la tregua.
“Esperanza”
“Hoy se conmemora un momento excepcional de esperanza en Oriente Medio. La liberación de los rehenes es un gran éxito diplomático y un hito crucial hacia la paz. El presidente estadounidense Donald Trump hizo posible este avance”, añadió Kallas tras la entrada en vigor del alto al fuego.
Ante la inminente llegada a Israel del vicepresidente estadounidense JD Vance, el ministro de Exteriores francés Jean-Noel Barrot reafirmó este lunes el compromiso europeo para contribuir en el despliegue de una fuerza policial palestina en Gaza. Agentes de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) habrían sido entrenados hace semanas por Egipto o Jordania para su eventual despliegue, pero por ahora Hamás sigue siendo la única fuerza dominante sobre el terreno.

Vance declaró antes de viajar que “antes de que podamos garantizar que Hamás esté debidamente desarmado, será necesario que algunos estados árabes del Golfo desplieguen fuerzas allí para implementar la ley y el orden, y mantener la seguridad sobre el terreno”. La semana pasada, el grupo islamista realizó varias ejecuciones públicas de miembros de clanes armados rivales o “colaboracionistas” con Israel.
Donación europea
Según el portal European News Room, la UE continúa siendo el principal donante para los palestinos: ha aportado más de 550 millones de euros desde 2023, y tiene previsto un programa de recuperación de 1.600 millones de euros para 2025–2027. Este plan incluye asistencia alimentaria, sanitaria, de vivienda y de protección humanitaria, en coordinación con la ONU y otras organizaciones sobre el terreno.
Tanto Kallas como la presidente de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, expresaron la urgencia de colaborar más allá de la financiación, con el objetivo de contribuir también en los mecanismos de gobierno que deberían afianzar un ejecutivo tecnocrático palestino en Gaza. Más allá de la buena voluntad, todavía se desconoce que forma tendrá dicho gobierno alternativa.

En la firma del plan de paz presentado en Egipto estuvieron presentes el presidente español Pedro Sánchez, el francés Emmanuel Macron, la italiana Giorgia Meloni, el alemán Friedrich Merz, el húngaro Viktor Orbán, el griego Kyriakos Mitsotakis, el chipriota Nikos Christodoulides, y el presidente del Consejo Europeo, António Costa.
Pese a estar presentes en la foto, la UE no participó en ninguna fase de la elaboración del plan de paz de Trump, ni tampoco estuvo presente en las mediaciones lideradas por EE.UU., Egipto, Turquía o Qatar. Las tensiones internas en el seno de la UE sobre el conflicto palestinoisraelí, con posiciones enfrentadas entre países como España o Irlanda con Hungría, Italia o Alemania, relegaron a un papel irrelevante la influencia de la UE en el conflicto de Oriente Medio.