Caída de Asad

“Me imagino caminando por Damasco, con mi familia y amigos”

Hablamos con varias sirias en Países Bajos, Alemania y España para saber sus expectativas tras el derrocamiento de Asad. "El cambio siempre es bueno. No queremos que otros nos desanimen", asegura Suzana

Las sirias en la UE tras la caída de Asad KiloyCuarto

Tras más de cinco décadas de represión y autoritarismo, y trece años desde el inicio de la revolución siria en Deraa, el régimen de la familia Al Asad ha caído, abriendo un nuevo capítulo en la historia de Siria. Las escenas de júbilo llenan las calles del país y los lugares donde residen los sirios en el exilio. Sin embargo, esta alegría se mezcla con dudas y preocupaciones sobre el porvenir, entre la esperanza de construir un Estado democrático que honre los sacrificios del pueblo sirio y los retos que conllevará la transición, ya que surgen temores por la posible consolidación en el poder de Hayat Tahrir Al Sham (HTS), una organización islamista con un pasado ligado a Al Qaeda, que desde que tomó Damasco proclama su moderación.

Aunque la mayoría de los sirios celebran el cambio y la caída del régimen, en Occidente empiezan a surgir la incertidumbre sobre lo que traerá la próxima etapa, especialmente a la luz de las experiencias previas de otras revoluciones árabes que, buscando derrocar regímenes represivos, desembocaron en guerras continuas, inestabilidad y mayor represión.

Una simpatizante de la oposición siria tiene la bandera de la oposición del país pintada en su mejilla mientras participa en las celebraciones de la toma rebelde de Damasco, en la Place de la Republique, París, Francia, el 8 de diciembre de 2024

En un comunicado emitido por la dirección de la revolución siria, que incluye postulados relacionados con evitar tanto la venganza como el control sobre el vestuario de las mujeres, entre otros temas, se evidencia un esfuerzo por distanciarse de los estereotipos que señalan a los rebeldes como un movimiento radical islamista. De hecho, una de las decisiones más llamativas ha sido la prohibición tajante de cualquier interferencia en el modo de vestir de las mujeres o la imposición de normas de recato, subrayando que “la libertad personal está garantizada para todos y el respeto a los derechos individuales es la base para construir una nación civilizada”.

También, el nuevo primer ministro interino, Mohammed al Bashir, encargado de liderar la transición, ha pedido a los más de 5 millones de refugiados que regresen a Siria.

Mujeres dentro de una obra abandonada ocupada por refugiados sirios Saida-Líbano en 2015

En Artículo14, hablamos con varias mujeres sirias en suelo europeo para conocer sus  expectativas tras la caída del régimen.

Suzana, 30 años, Ámsterdam

Suzana, una joven siria de 30 años que huyó a Europa en 2015 y vive actualmente en Ámsterdam, nos expresa su alegría: “Estoy muy feliz por la caída del régimen que nos ha venido masacrando, desplazando y dispersando por todo el mundo. Ahora somos libres y Siria también, tras el alto precio que muchos pagaron con sus vidas”. Cuando le preguntamos por sus temores sobre el futuro, responde: “El cambio siempre es bueno y saludable, y algo de caos es natural. Siria ha sufrido una dictadura durante más de cinco décadas; ahora queremos nuestra oportunidad de construir una Siria democrática. No queremos que otros nos desanimen. El pueblo sirio es un pueblo consciente y lleno de amor”.

Asmaa, 21 años, Madrid

A su vez, Asmaa, de 21 años, estudiante universitaria residente en Madrid desde 2016 y originaria de Deir ez-Zor, nos comparte su optimismo: “Damos gracias a Dios porque Siria es libre y nos hemos librado del dictador Bachar al Asad. Estamos muy felices y tenemos la esperanza de que Siria será aún más hermosa que antes”.

Siria

Asmaa, una siria refugiada en España

Noor Ahmed, Sevilla

Por su parte, Noor Ahmed, activista feminista de 28 años que vive en Sevilla, confiesa: “Al principio no podía creerlo, no podía creer que años de opresión y sufrimiento hayan terminado y que haya amanecido un nuevo día para nosotros. Me imagino caminando por Damasco, respirando el olor del jazmín, reuniéndome con mi familia y amigos. Pero también siento cierto miedo. Espero que la transición sea pacífica y que lleguemos a una etapa donde podamos votar y elegir a nuestros representantes. No quiero que acabemos como otros pueblos que intentaron liberarse de la dictadura y cayeron en el caos y la guerra civil”.

Ola, 27 años, Madrid

Ola, artista de 27 años dedicada a la pintura, que vive en España desde hace más de cinco años, nos expresa su alegría: “Hoy siento una felicidad indescriptible por el fin de la guerra en mi país. Finalmente puedo imaginarme regresando a mi querida patria y reuniéndome con mis seres queridos. Aunque hace pocos días ni siquiera me pasaba por la cabeza que esto sería posible. No olvidaremos el sufrimiento de los niños y las mujeres en las cárceles, pero creemos que el futuro estará libre de represión y violencia”.

Siria

Un grupo de sirios espera con sus pertenencias en el cruce de Al-Masnaa mientras se preparan para regresar a Siria, en la frontera sirio-libanesa

Khouzama, 32 años, Essen

Khouzama, joven siria residente en Essen, Alemania, desde 2016, reflexiona: “Desde pequeños nos enseñaron a no hablar de religión ni de política, pero ahora presenciamos este gran triunfo. La caída de Asad marca un momento histórico. Aunque tengo miedo del futuro, cualquier cambio es mejor. No soy partidaria de los islamistas, pero hasta ahora parecen intentar ser moderados. Espero que los sirios hayamos aprendido de nuestra experiencia y de las de otros pueblos en los últimos 50 años. Me siento esperanzada a pesar de todo”.

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