Elecciones UE

Un parlamento europeo en manos de los eurófobos

En Francia, Italia, Bélgica, Austria, Países Bajos y Letonia los partidos de la derecha radical lideran las encuestas con hasta más de un 30 por ciento en intención de voto

Matteo Salvini, Harald Vilimsky, Geert Wilders, Marcus Pretzell, Marine Le Pen y Frauke Petry
Los líderes Matteo Salvini, Harald Vilimsky, Geert Wilders, Marcus Pretzell, Marine Le Pen y Frauke Petry EFE/EPA/SASCHA DITSCHER

El 9 de junio de 2024 se celebrarán las elecciones al Parlamento Europeo, frente a un contexto de fuerte polarización y marcado por un ascenso radical de los partidos de extrema derecha en varios países de la Unión Europea. Menos de 80 años después del fin de la Segunda Guerra Mundial, la UE enfrenta su décima elección parlamentaria bajo la sombra de un incremento sin precedentes en el apoyo a estos partidos.

En países como Francia, Italia, Bélgica, Austria, Países Bajos y Letonia, los partidos de extrema derecha lideran las encuestas, con porcentajes de intención de voto que van desde el 8,1% en Letonia hasta el 30,7% en Francia. Además, en otros ocho países (Suecia, Polonia, Rumanía, Bulgaria, Finlandia, Alemania, España y Portugal), la derecha radical está entre los tres primeros en los sondeos. Han formado parte de gobiernos en Polonia, Italia, Hungría, Finlandia y Letonia, y proporcionan apoyo parlamentario crucial al gobierno conservador de Suecia. Este panorama plantea serios desafíos para el futuro de la integración europea, las políticas medioambientales y de igualdad, y la estabilidad política del continente.

El nuevo hemiciclo

Según las encuestas, la extrema derecha ganará un número sustancial de eurodiputados. El grupo Identidad y Democracia (ID) y los euroescépticos Conservadores y Reformistas Europeos (ECR) sumarán 30 escaños adicionales, aunque no se espera que formen una alianza sólida debido a diferencias ideológicas en temas como la guerra en Ucrania y la inmigración. Por ejemplo, el partido de Marine Le Pen en Francia ganará diez escaños adicionales, mientras que los Hermanos de Italia, liderados por Giorgia Meloni, obtendrán 24 escaños.

Una encuesta del medio Euronews también indica que el Partido por la Libertad de Geert Wilders en Países Bajos podría ganar nueve escaños. En Alemania, el partido Alternativa para Alemania (AfD) podría obtener hasta 15 escaños, lo que refuerza su posición en el escenario político nacional y europeo. Esta expansión podría tener consecuencias significativas en la formulación de políticas de la UE, especialmente en áreas como la inmigración y el medio ambiente.

El Parlamento Europeo se compone de 720 escaños, y los partidos centristas y pro-UE, como el Partido Popular Europeo (PPE) y los Socialistas y Demócratas (S&D), junto con Renovar Europa (RE), mantienen una mayoría ajustada. Sin embargo, con el aumento del apoyo a la extrema derecha, se prevé una mayor dificultad para alcanzar consensos en temas críticos como la guerra en Ucrania, el cambio climático y la inteligencia artificial. En declaraciones al medio Equal Times, Fabian Zuleeg, del Centro de Políticas Europeas, advirtió que la construcción de mayorías parlamentarias será más complicada si el centro se debilita, lo que podría llevar a la Comisión Europea a depender más de instrumentos no legislativos como programas de gasto o la fijación de normas. Además, la reducción de la representación de los partidos verdes, que van a perder 17 escaños según las proyecciones, podría afectar las políticas ambientales de la UE, aunque desmantelar el Pacto Verde Europeo será difícil debido a que muchas de las legislaciones clave ya se han aprobado.

Eurofobia y euroescepticismo

La erosión de la fe en las instituciones europeas, causada por una década de recortes sociales, desempleo, inflación y precariedad laboral, se ha visto agravada por el impacto económico de la invasión rusa de Ucrania, la normalización de la extrema derecha en el debate público y la desinformación rampante. Esta situación ha permitido a la extrema derecha canalizar el descontento hacia una agenda antiinmigración, debilitando los pilares democráticos del continente.

Elecciones europeas

El mapa de la UE con los partidos que ganarán las elecciones, según los sondeos

También ha llevado a una reconfiguración del euroescepticismo: la ultraderecha ahora llama al rechazo a la Unión Europea, que resulta en decisiones como el Brexit, “eurofobia”. Mientras tanto, ahora definen como “euroescepticismo” el querer permanecer dentro del bloque, pero cambiando muchas de sus políticas clave y mecanismos más necesarios para que se alinee más con las ideas ultraconservadoras.

Anti-inmigración

La preocupación por los migrantes no europeos y no blancos es el principal motor del voto de extrema derecha, una cuestión que estos partidos han logrado “poseer” en el debate público. A medida que las sociedades europeas se han vuelto más diversas étnica y culturalmente, la ansiedad sobre estos cambios ha sido explotada eficazmente por la extrema derecha para ganar apoyo electoral. Además, la estrategia de los partidos de centro de endurecer su postura sobre la inmigración para recuperar votos ha resultado contraproducente, manteniendo el tema en la agenda pública y beneficiando a los partidos de extrema derecha.

En el caso de Alemania, el partido de extrema derecha Alternativa para Alemania (AfD) ha experimentado un ligero aumento en las encuestas, a pesar de los escándalos recientes, como el arresto de un asistente de su principal candidato bajo sospecha de espionaje para China y Rusia.

La respuesta de la sociedad civil alemana ha sido contundente, con decenas de miles de personas participando en manifestaciones contra el AfD, en defensa de la democracia y los derechos humanos. En la ciudad de Bonn, unas 30.000 personas se reunieron bajo el lema “Nie Wieder ist Jetzt!” (“¡Nunca Más es Ahora!”), enviando un fuerte mensaje contra la normalización de la extrema derecha. Además, el aumento del apoyo al AfD ha llevado a una mayor vigilancia y medidas contra la desinformación y el extremismo en el país, aunque persisten desafíos significativos en términos de integración y cohesión social.