En Corea del Sur, un país conocido tanto por su alta tecnología como por sus profundas tradiciones, un nuevo movimiento feminista está desafiando las normas y provocando un intenso debate nacional. El Movimiento 4B, que surgió oficialmente en 2019, se ha convertido en un símbolo de rebelión contra las estructuras sociales patriarcales. Supone un antes y un después en la lucha por la igualdad de género en la nación asiática. Eso sí, estamos delante de un movimiento radical que tiene las ideas muy claras. Su lucha está bien definida.
Los cuatro “noes” del Movimiento 4B
El Movimiento 4B se fundamenta en cuatro principios básicos. Esos principios son los siguientes:
- No al matrimonio heterosexual
- No al parto y la crianza de hijos
- No a las citas con hombres
- No a las relaciones heterosexuales
Estas negativas no son meras posturas pasivas, sino declaraciones activas contra lo que perciben como imposiciones sociales restrictivas hacia las mujeres en Corea del Sur.
Orígenes y causas de esta lucha
El origen del Movimiento 4B puede rastrearse hasta una serie de eventos y circunstancias que han resaltado las desigualdades de género en el país. La violencia de género, el acoso sexual y una brecha salarial considerable son solo algunos de los problemas que han afligido a las mujeres surcoreanas. A estos se suma la presión por mantener una apariencia estética ideal y los costos prohibitivos de la vivienda, que juntos crean un ambiente hostil para la libertad y la seguridad económica de las mujeres.
Un punto de inflexión fue la publicación en 2016 del Mapa Nacional de Nacimientos por parte del gobierno. Este estudio intentaba abordar la preocupante baja tasa de natalidad del país mostrando la localización de mujeres en edad reproductiva. Este acto, visto como una reducción de las mujeres a meros instrumentos de procreación, encendió la mecha del descontento ya latente. Y llevó a muchas mujeres a organizarse y, eventualmente, a dar vida al Movimiento 4B.
Impacto sociocultural del Movimiento 4B
El impacto del Movimiento 4B en la sociedad surcoreana ha sido considerable. A nivel mediático, ha provocado un aumento en la cobertura de temas relacionados con los derechos de las mujeres. Aunque también ha generado controversias y polarización. Los medios y la sociedad han tenido que confrontar y reexaminar sus propias percepciones sobre conceptos como el género y la igualdad.
El Movimiento 4B también ha influido en la cultura popular, con un aumento de las expresiones de solidaridad hacia las causas feministas en el arte, la música y la literatura. Además, ha provocado un debate sobre el papel de las mujeres en la economía nacional. Especialmente, en un contexto de envejecimiento poblacional y una tasa de natalidad decreciente que amenaza la sostenibilidad de los sistemas de bienestar.
Perspectivas de futuro en Corea del Sur
La bandera de Corea del Sur (Licencia Unsplash)
No obstante, el Movimiento 4B también se ha enfrentado críticas y resistencias significativas. Desde sectores conservadores y algunos grupos masculinos, se les ha acusado de fomentar la división y el resentimiento entre géneros. Incluso en la política, figuras como el presidente Yoon Suk-yeol han expresado posturas antifeministas, acusando al feminismo de socavar las relaciones entre hombres y mujeres.
A medida que el Movimiento 4B continúa creciendo y evolucionando, también lo hacen los debates que genera. Investigadores y sociólogos están estudiando su impacto y potencial para efectuar cambios duraderos en la estructura socioeconómica y cultural de Corea del Sur. Para muchos, la clave está en transformar este movimiento en una plataforma para un cambio más amplio y profundo que no solo desafíe el status quo, sino que también promueva nuevas formas de pensar la igualdad y la justicia social en todos los aspectos de la vida coreana.