Con Israel sumido en arduas pugnas políticas internas, el primer ministro Benjamin Netanyahu viajó este lunes a la finca privada de Donald Trump en Florida para discutir el porvenir del plan de paz en Gaza o las tensiones con Hizbulá e Irán. En un viaje en que, por primera vez, el premier israelí evitó que le acompañara la prensa local, Netanyahu fue sorprendido por su anfitrión, que insistió que la segunda fase del plan de paz para Gaza “entrará en vigor lo más rápido posible”.
A Netanyahu le interesa dejar frentes abiertos sin resolver, lo que le permite maniobrar para sostenerse en el poder. Tras la tregua impuesta por Trump -con apoyo de países árabes y musulmanes-, Hamás ha recuperado el control sobre la mitad del enclave costero, mientras que las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) mantienen su presencia en la parte oriental de Gaza. Ni el grupo islamista se ha desarmado, ni el gobierno israelí permite la entrada de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) para liderar un gobierno de transición, una parte central del plan de Trump. Tampoco se han desplegado las tropas de la Fuerza Internacional de Estabilización (ISF).

Trump, sobre Netanyahu: “Ha hecho un trabajo fenomenal”
“Hamás debe desarmarse”, insistió Trump al recibir a Netanyahu en su residencia privada de Mar-A-Lago. Turquía y Qatar, los principales aliados regionales del grupo islamista que dieron luz verde al plan de Trump, no ejercen suficiente presión para lograr el objetivo. Para sorpresa del premier israelí, el presidente estadounidense insinuó que la presencia de tropas turcas en Gaza sería “bueno”, y recordó que “mantengo una gran relación con Erdogan”. Netanyahu denegó en repetidas ocasiones esta opción, por temor a la creciente influencia de Ankara en la región.
Pese a las discrepancias públicas y privadas que Trump ha mantenido con Netanyahu, alabó al líder hebreo y afirmó que “Israel no existiría” si tuviera un primer ministro “erróneo” en tiempos de guerra. “Ha hecho un trabajo fenomenal, ha sacado a Israel de un peligroso periodo traumático”, insistió. Bajo mandato del líder del Likud, el estado judío sufrió el peor atentado terrorista de su historia, en que 1.200 personas fueron asesinadas y 251 secuestradas por Hamás.

Atacar a Irán, el objetivo de Netanyahu
“Trabajamos conjuntamente y fuimos extremadamente victoriosos”, celebró Trump al abrir la carpeta iraní. El pasado junio, durante la “Guerra de los 12 días” que enfrentó a Irán e Israel, el Ejército estadounidense bombardeó con su aviación tres instalaciones nucleares en Irán. “Escucho que Irán se está rearmando de nuevo, si lo hacen deberemos golpearlos nuevamente. Esperemos que no ocurra, porque escuché que quieren lograr un acuerdo, lo que es mucho más inteligente”, prosiguió.
Uno de los objetivos de Netanyahu era lograr el apoyo de su principal aliado ante una posible nueva operación militar israelí en territorio iraní. “Si continúan (construyendo) los misiles, sí”, contestó Trump. Analistas militares consideran que Teherán está llenando de nuevo su arsenal de misiles balísticos, que sumieron a todo Israel bajo fuego durante la guerra, y que dejaron casi 30 muertos y miles de heridos. No obstante, Trump aclaró que no apoyaría “debates sobre cambio de régimen”.

Un indulto para Netanyahu
La otra gran cuestión sobre la mesa era la petición que hizo Netanyahu al presidente de Israel Isaac Herzog, en que le solicitó amnistiarle en las causas judiciales que afronta por corrupción. En su discurso en el parlamento israelí tras firmarse la tregua de Gaza, Trump exigió a Herzog el perdón para el premier. “Es un primer ministro heroico en tiempos de guerra. ¿Por qué no le iba a dar el perdón?”, se preguntó.
Tras dar por hecho que el perdón a Netanyahu “está en camino”, el portavoz de Herzog aclaró que, si bien mantuvo una conversación al respecto con Trump, la “decisión sobre la cuestión se tomará acorde a los procedimientos”. El presidente estadounidense mintió al afirmar que “ningún rehén fue liberado durante la Administración Biden”, pese a que más de 100 salieron de Gaza en noviembre de 2023. También se refirió al último rehén israelí muerto que permanece en la franja, el policía Ran Gvili, y aseguró que “estamos haciendo todo lo posible para recuperar su cuerpo”.

Netanyahu aseguró que “nunca tuvimos un amigo como Trump en la Casa Blanca, para Israel es una bendición que lidere a Estados Unidos y al mundo libre”. En respuesta, el líder republicano confirmó que “tenemos una gran relación, aunque en ocasiones sea difícil”. Por último, Trump se refirió a Siria, donde el presidente Ahmed al Shaara “está trabajando muy duro para hacer un buen trabajo”. Israel, que ocupa parte del sur de Siria, mantiene discrepancias con Washington sobre la estrategia a seguir en dicho país.


