La ciudad japonesa de Hiroshima solicitó este miércoles a la comunidad internacional que se llegue a un consenso para poner fin a las armas nucleares. Esto sucede el día en el que se cumple el 80 aniversario de su bombardeo atómico, el primero de la historia.
“A pesar de la agitación actual a nivel de los Estados, nosotros, el pueblo, nunca debemos rendirnos. En cambio, debemos esforzarnos aún más para construir un consenso en la sociedad civil sobre la necesidad de abolir las armas nucleares para un mundo verdaderamente pacífico”, dijo Kazumi Matsui, el alcalde de la ciudad, dentro de una declaración de paz leída durante la ceremonia de este miércoles.
Este texto, que cada año en esta fecha señalada se publica, el alcalde manda un mensaje claro a los mandatarios de todo el mundo. Les pide dentro de este que reflexionen y entiendan que sus acciones son las causantes de los conflictos globales.

“Por favor, visiten Hiroshima. Presencien con sus propios ojos lo que provoca un bombardeo atómico. Acepte con sinceridad el espíritu pacífico de Hiroshima y comience de inmediato a debatir un marco de seguridad basado en la confianza mediante el diálogo“, añadió el texto.
Unas 55.000 personas de 120 países y regiones participaron este miércoles en la ceremonia por la paz en dicha ciudad japonesa. La ceremonia ha supuesto una representación diplomática récord, a pesar de las advertencias por posibles golpes de calor esta mañana ante la temperatura de 35°.
La Campana de la Paz resonó en el Parque Memorial de la Paz de la localidad durante el minuto de silencio observado a las 8:15 hora local. Esa fue la hora exacta a la que la bomba ‘Little Boy’ fue lanzada por el bombardero Enola Gay sobre la ciudad, causando la muerte instantánea de unas 70.000 personas, cifra que se duplicaría a finales de 1945.
Posición de Japón, con Hiroshima en la memoria
El primer ministro japonés, Shigeru Ishiba, afirmó este miércoles que Tokio debe “liderar los esfuerzos globales” para frenar la propagación de armas nucleares, durante su discurso en la ceremonia.
“Liderar la comunidad internacional para lograr un mundo sin armas nucleares es la misión de Japón como único país que ha sufrido la bomba atómica en la guerra. Además, somos el único país que aplica los tres principios no nucleares“, señaló Ishiba.
El mandatario también rechazó compartir armas nucleares de Estados Unidos, y reafirmó la voluntad del Ejecutivo nipón de respetar esos principios. Mientras tanto, se escuchaban gritos procedentes de fuera del recinto del acto, con claras consignas de protesta de manifestantes en contra de las armas nucleares.

Nuevas caras entre los asistentes
Ha habido un nuevo récord de representación, con presencia de 120 países y regiones, entre los que se encontraban Israel, Palestina y Ucrania pero no Rusia. Rusia volvió a ausentarse por segundo año consecutivo tras la invasión de Ucrania. Su aliado Bielorrusia, sin embargo, participó por primera vez en cuatro años, tras el levantamiento del veto de Hiroshima a ambos países.
Este ha sido también el primer año en el que Palestina y Taiwán, que no están oficialmente reconocidos por Japón, han participado. Y por supuesto también hubo presencia de varias potencias nucleares: Estados Unidos, Reino Unido, Francia, India —no firmante del Tratado de No Proliferación— e Israel.
Mayor riesgo que nunca
La Campaña Internacional para Abolir las Armas Nucleares (ICAN) aprovechó la efeméride para advertir del riesgo creciente del uso de armas nucleares. Afirman que la probabilidad de que se utilicen armas atómicas es mayor ahora que nunca antes debido a las tensiones y conflictos vigentes.
“El riesgo de uso de armas nucleares es más alto ahora que nunca, tenemos una serie de confrontaciones y conflictos que involucran a estados poseedores de armas nucleares“, explicó Melissa Parke, la directora ejecutiva de ICAN, en una entrevista a la Agencia EFE.

Premiada con el Nobel de la Paz en 2017, la organización considera especialmente preocupante el discurso de que las armas nucleares pueden utilizarse de forma táctica. “Tenemos que recordar que las bombas lanzadas en Hiroshima y Nagasaki serían descritas hoy como armas nucleares tácticas”, añadió.
Cada vez menos supervivientes
El 80º aniversario del bombardeo atómico resulta especialmente relevante este año. Y es que es el primer año en que el número total de supervivientes reconocidos oficialmente ha descendido por debajo de los 100.000. Desde 1957, cuando comenzó el sistema de certificación, que no bajaba hasta este número.

Según el ministerio, la prefectura de Hiroshima cuenta con el mayor número de titulares de cartilla sanitaria de ‘hibakusha’, con 48.310. Les sigue Nagasaki con 23.543 y Fukuoka con 3.957.
Estados Unidos lanzó el primer ataque nuclear sobre la ciudad de Hiroshima el 6 de agosto de 1945 y, tres días después, lanzó una segunda bomba atómica sobre Nagasaki. Estos bombardeos desembocaron en la rendición de Japón el 15 de agosto, poniendo fin a la Segunda Guerra Mundial.
Se estima que unas 210.000 personas murieron en ambas ciudades debido al bombardeo. Las bombas también dejaron 150.000 heridos y consecuencias humanitarias y ambientales aún patentes.