En un mundo convulso, este miércoles por la madrugada se abrió un nuevo e inesperado frente de guerra. India y Pakistán, países que mantienen una tensa relación de vecindad, se encaminan a una posible guerra total. En un ataque justificado como represalia por un atentado terrorista en la disputada región de Cachemira, en que 26 civiles fueron asesinados el pasado abril, la aviación del ejército hindú realizó varios bombardeos en territorio pakistaní, que causaron más de 20 muertos y decenas de heridos.
No obstante, las fuerzas hindúes no salieron del todo victoriosas, ya que al menos dos de sus cazas fueron derribados en India y en la zona del Cachemira controlada por Nueva Deli, según oficiales pakistaníes y testimonios sobre el terreno. El gobierno hindú confirmó que se bombardearon nueve localizaciones, mayormente en Cachemira y la provincia de Punjab. Desde la Cachemira hindú, se confirmó la muerte de diez personas por fuego de la artillería pakistaní.
BIG: It appears India indeed lost a Rafale fighter jet tonight, shot down by Pakistan.
Locals in Aklian Kalan village, Punjab, filmed parts of a French MICA missile still attached to its launcher— just 20 km from Bathinda AFS, home to No. 17 Rafale & No. 380 NETRA squadrons. pic.twitter.com/ylTA6KGW3l
— Clash Report (@clashreport) May 7, 2025
Armas atómicas
El gran temor es como ambos países, que se han enfrentado en repetidas guerras durante su historia, calibraran su respuesta. Ambos bandos, que centran su disputa sobre le control de la región de Cachemira desde la separación de Pakistán en 1947 -cuando Reino Unido desmanteló su poder colonial en la India-, disponen de armamento nuclear, un factor que hace más peligrosa cualquier escalada bélica en la región.
Desde los años 90, cuando los dos países consolidaron su arsenal atómico, la “intimidación” mutua funcionó, y sus enfrentamientos militares se limitaron a escaramuzas fronterizas esporádicas en Cachemira. Pero ahora, por primera vez en más de medio siglo, India aumentó el rango de sus ataques, con bombardeos sobre Punjab, provincia ubicada dentro del territorio soberano de Pakistán.
“Ataques contra terroristas”
Como es costumbre en otros conflictos modernos, India argumentó que “se atacó a terroristas radicados en Pakistán” involucrados en el mortífero atentado del mes pasado. Su ejército precisó que las acciones fueron “medidas, responsables y diseñadas para no escalar la situación”. Pero para Islamabad, los bombardeos suponen un “acto de guerra no provocado que violó la soberanía de Pakistán”. Las fuerzas armadas pakistaníes consideraron que su represalia fue “medida pero contundente”.
Desde la Casa Blanca, Donald Trump consideró “una vergüenza” la escalada entre las dos potencias nucleares. Pasados los 100 días de gracia de su nuevo gobierno, el presidente estadounidense constata que la paz en el mundo está lejos de materializarse. “Han combatido durante mucho tiempo, espero que esto acabe pronto”, deseó Trump. Desde la ONU, un portavoz del secretario general Antonio Guterres pidió contención: “el mundo no puede asumir una confrontación militar entre India y Pakistán”.
Anteriores escaladas
En anteriores incidentes, en que fuerzas de seguridad hindúes fueron atacadas en Cachemira (entre 2016 y 2019), Nueva Deli respondió limitadamente en áreas controladas por Pakistán en este disputado valle fronterizo. Asfandyar Mir, investigador especializado en el sur de Asia, destacó en el New York Times que India “ha cruzado dos líneas rojas” en sus bombardeos, dada la cantidad de objetivos atacados y por haber golpeado dentro de Pakistán.
La alerta es máxima, y el ejército de India ha activado todas las capacidades antiaéreas en la frontera. Varios aeropuertos, incluido el de Srinagagar -la capital de la Cachemira hindú-, fueron cerrados al tráfico aéreo civil. En Muzaffarabad, capital de la Cachemira pakistaní, los residentes se atemorizaron por el zumbido de los cazas de combate sobre sus cabezas.
Operación “Sindoor”
Las fuerzas indias apodaron su operación militar “Sindoor”, en referencia al rojo bermellón que las mujeres hindúes llevan en el pelo después de casarse. Es una relación a la brutalidad del ataque terrorista de hace dos semanas, en el que muchas esposas presenciaron la muerte de sus maridos. “Victoria para la Madre India”, escribió Rajnath Singh, ministro de Defensa de la India, en X.

El ataque terrorista del pasado abril fue el peor en décadas, y las autoridades de Nueva Deli acusaron a Islamabad de estar involucrado en el ataque. Entre otras represalias, India amenazó con cortar el flujo del mayor río de agua dulce que abastece a Pakistán. En Cachemira, la policía hindú arrestó a cientos de personas en la búsqueda de los culpables del ataque.
Soberanía de Cachemira
India y Pakistán reclaman la soberanía sobre Cachemira, cuyo estatus no logró resolverse tras la disputa de tres guerras. Actualmente, es una de las zonas más militarizadas del mundo. La última gran disputa fue en 2019, cuando una bomba mató a unos 40 soldados hindús. Nueva Deli acusa al país vecino de fomentar bandas armadas insurgentes, una acusación que denega Islamabad.
El ex coronel hindú Js Sodhi consideró al The Independent que “Pakistán deberá responder para satisfacer a su audiencia doméstica, pero evitará atacar grandes instalaciones militares en India, ya que se consideraría un acto de guerra”. En su lugar, la respuesta podría darse en forma de “bombardeos sobre infraestructuras civiles o zonas fronterizas que podrían causar bajas civiles”. Para el ex militar, la influencia de China sobre Pakistán será un factor clave en la desescalada, ya que Pekín pretende evitar grandes conflictos cerca de su frontera.