Cuando Donald Trump subió al estrado de la Knesset este lunes, su tono pasó de jactancioso a burlón al ver una cara conocida en la galería. “Mírenla sentada allí tan inocentemente”, indicó, señalando a Miriam Adelson. “Tiene 60.000 millones de dólares en el banco. Ama mucho a Israel”.
Las declaraciones del presidente estadounidense, pronunciadas con una sonrisa y acompañadas de risas en la sala, pusieron de relieve la singular influencia de la multimillonaria israelo-estadounidense. “De hecho, una vez le pregunté: ‘Miriam, ¿qué te gusta más, Estados Unidos o Israel?”, recordó Trump. “Se negó a responder. Eso podría ser un problema”, añadió, entre risas.

Adelson, de 80 años, no es ajena a los pasillos del poder. Junto con su difunto marido, Sheldon Adelson, se convirtió en una de las figuras más influyentes de la política republicana y en una piedra angular de la alianza entre Estados Unidos e Israel. “Visitó la Casa Blanca más que nadie”, afirmó Trump, una declaración que, aunque hiperbólica, refleja el profundo acceso del que disfrutó la pareja durante su presidencia.
De doctora a multimillonaria
Nacida en Tel Aviv en 1945, hija de inmigrantes, Miriam Adelson se formó como médica, especializándose en el tratamiento de las adicciones. Al principio de su carrera se centró en la medicina, no en el mundo empresarial ni en la política. Pero su vida cambió drásticamente en 1991, cuando se casó con Sheldon Adelson, un magnate de los casinos que había convertido la Las Vegas Sands Corporation en un imperio mundial del juego que se extendía desde Estados Unidos hasta Singapur y Macao.
Trump:
We recognized Jerusalem as Israel’s capital and moved the U.S. Embassy there.
Miriam and Sheldon Adelson visited the White House more than anyone.
She’s got 60 billion in the bank, loves Israel, and her husband was aggressive but very supportive of me. pic.twitter.com/AwjAOMMl0B
— Clash Report (@clashreport) October 13, 2025
Tras la muerte de Sheldon en 2021, a los 87 años, Miriam Adelson heredó el control mayoritario de la empresa. Más tarde, la familia vendió sus emblemáticas propiedades del Strip de Las Vegas, incluido el complejo Venetian, por 6.250 millones de dólares en 2022, consolidando así su inmensa fortuna en el extranjero.

Desde entonces, Adelson ha ampliado su cartera más allá del juego. En 2023, adquirió la propiedad mayoritaria de los Dallas Mavericks de la NBA, lo que supuso el inicio de una nueva era de visibilidad para una de las mujeres más ricas del mundo.
Una mecenas política con alcance global
En la política estadounidense, la influencia de los Adelson es legendaria. Sheldon Adelson fue considerado durante mucho tiempo el donante más poderoso del Partido Republicano, y Miriam ha continuado con ese legado. En 2020, invirtió 106 millones de dólares en Preserve America, un super PAC pro-Trump que desempeñó un papel decisivo en la carrera presidencial.

Su dinero también se destinó a causas vinculadas a Israel y al sionismo conservador. La pareja fue una de las más firmes defensoras del traslado de la embajada estadounidense de Tel Aviv a Jerusalén, una medida que Trump llevó a cabo en 2018. Para muchos miembros de la derecha israelí, los Adelson no eran solo benefactores, sino aliados ideológicos.
Un legado que abarca tres continentes
En España, el nombre de los Adelson también suena familiar. El sueño de Sheldon de construir EuroVegas, un enorme complejo de casinos en la ciudad madrileña de Alcorcón, se desmoronó a principios de la década de 2010 tras los desacuerdos con el Gobierno de Rajoy sobre la fiscalidad y la legislación laboral. El fracaso del proyecto supuso uno de los pocos reveses en la expansión global de la pareja.

Pero en Israel, la reputación de Miriam Adelson no hizo más que crecer. Es propietaria de Israel Hayom, el periódico gratuito más leído del país, a menudo considerado partidario de Benjamin Netanyahu. Su filantropía y sus conexiones políticas la han convertido en una figura central en el nexo entre el conservadurismo israelí y el estadounidense.
La donante favorita de Trump
Cuando Trump le pidió que “se levantara” en la Knesset, los aplausos que siguieron fueron tanto por su fortuna como por su ferviente defensa. Para algunos, ella representa el poder perdurable del dinero en la política. Para otros, es un símbolo del vínculo inquebrantable entre Estados Unidos e Israel.
Lo que no cabe duda es que Miriam Adelson —médica, multimillonaria y artífice política— sigue siendo una de las figuras más influyentes en los círculos de poder de ambos países.