En Alemania, la campaña electoral para los comicios locales del 14 de septiembre en Renania del Norte-Westfalia se ha visto marcada por un hecho inusual: la muerte de siete candidatos del partido ultraderechista Alternativa para Alemania (AfD). La cifra, aunque llamativa, ha sido objeto de manipulación en redes sociales, donde circulan teorías que sugieren motivos oscuros detrás de los fallecimientos.
Las autoridades, sin embargo, han sido tajantes. La Policía estatal explicó a la agencia dpa que tras el análisis de las primeras muertes anunciadas el 1 de septiembre “no había evidencia de ninguna participación de terceros”. En un único caso se abrió una investigación oficial, pero no se hallaron indicios de juego sucio. El resto de decesos correspondían a causas naturales o suicidios.
Un portavoz del Ministerio del Interior de Renania del Norte-Westfalia aclaró además que durante la campaña también han muerto candidatos de otros partidos, incluidos los Verdes y los socialdemócratas, aunque con menor repercusión mediática. Según las autoridades electorales, en total se han contabilizado 16 muertes de aspirantes en el marco de la contienda. “El número no es significativamente más alto que en campañas anteriores”, afirmó un portavoz de la comisión electoral estatal.
“Estadísticamente casi imposibles”
Pese a la falta de pruebas, las muertes de los siete aspirantes de AfD han sido descritas en medios conservadores y de extrema derecha como “misteriosas” o “inesperadas”. El fenómeno se amplificó cuando Alice Weidel, copresidenta del partido, compartió en la red X que los fallecimientos eran “estadísticamente casi imposibles”.
Vier AfD-Kandidaten gestorben. https://t.co/i9is9Dnya5
— Alice Weidel (@Alice_Weidel) August 31, 2025
Lejos de sofocar la especulación, la declaración de Weidel fue utilizada como combustible por conocidos actores de la desinformación. El activista británico de ultraderecha Tommy Robinson publicó: “¿Qué está pasando aquí?”, a lo que Elon Musk respondió con un breve “¡Qué raro!”. El intercambio contribuyó a que las insinuaciones alcanzaran decenas de millones de visualizaciones en plataformas como X, TikTok, Instagram y Facebook, según un monitoreo de Euroverify.

El número dos de AfD en Renania del Norte-Westfalia, Kay Gottschalk, adoptó un tono más prudente. En el pódcast Berlin Playbook de Politico señaló que “lo que tengo delante —pero eso es solo información parcial— no respalda estas sospechas en este momento”. Agregó que el partido quiere que los casos sean examinados, pero “sin entrar inmediatamente en el territorio de la teoría de la conspiración“, recordando además la necesidad de respeto hacia las familias que han perdido a un ser querido.
“No hay indicación de muertes no naturales”
Las consecuencias prácticas de las muertes son de carácter administrativo: en varios distritos será necesario reimprimir papeletas y algunos votantes por correo deberán volver a emitir su sufragio. Con más de 20.000 candidatos inscritos y una población superior a los 18 millones de habitantes, las elecciones en Renania del Norte-Westfalia representan uno de los mayores procesos democráticos locales en Alemania.
Aunque la AfD insiste en que los casos deben aclararse, su portavoz en el estado, Martin Vincentz, reconoció en declaraciones a Sky News que, según la información disponible, “actualmente no hay indicación de muertes no naturales”. Algunas de las personas fallecidas, detalló, tenían condiciones médicas preexistentes.

Terreno fértil para la conspiración
El partido ultraderechista atraviesa un momento de expansión. En las elecciones federales de febrero obtuvo un 20,8% de los votos, convirtiéndose en la segunda fuerza política del país, y en los últimos dos años logró victorias inéditas a nivel municipal y regional. Sin embargo, también enfrenta el escrutinio de las instituciones: en mayo de 2024, la agencia de inteligencia interior alemana clasificó a la AfD como organización extremista de derecha, aunque el proceso quedó en suspenso tras una apelación judicial.
La combinación de estos factores convierte cualquier acontecimiento alrededor del partido en terreno fértil para teorías conspirativas. Aun así, la línea oficial de las autoridades alemanas no ha variado: las muertes registradas durante la campaña electoral no guardan relación entre sí ni responden a un patrón criminal.
Mientras tanto, la difusión de rumores en redes sociales continúa desafiando los intentos institucionales de contener la desinformación, evidenciando la tensión entre hechos verificados y narrativas manipuladas en un contexto político cada vez más polarizado en Alemania.