Aranceles

Von der Leyen asume en solitario el coste político de un pacto negociado a muchas manos

La presidenta de la Comisión logra contener una guerra comercial con Trump, pero sufre el castigo político fuera y dentro del bloque. "Von der Leyen ha conseguido cerrar el pacto", reivindican desde el equipo de Von der Leyen

Von der Leyen
Ursula von der Leyen se ha convertido en el foco de todas las críticas al acuerdo con EE UU
KiloyCuarto

Ursula von der Leyen está en el centro de todas las críticas. Lo que debía haberse celebrado como un éxito diplomático tras meses de negociaciones con Estados Unidos ha acabado convertido en un punto de fractura dentro de la Unión Europea. Ya no se trata solo del malestar entre algunos Estados miembro, que han cuestionado abiertamente el acuerdo arancelario firmado con la Administración Trump. La presión viene también desde dentro de su propia familia política. En Bruselas cada vez suena con más fuerza la hipótesis de que parte de los ataques que está recibiendo Von der Leyen son fuego amigo.

El pacto firmado con Washington fija aranceles del 15 % a varios productos europeos, a cambio de garantías sobre la protección del sector del automóvil, el respeto al reglamento digital europeo y la promesa, aún vaga, de inversiones cruzadas. Las críticas se han centrado sobre todo en el desequilibrio: Europa asume tarifas cuantificables, mientras que Estados Unidos ofrece, por ahora, compromisos intangibles.

Lo que pocos discuten en Bruselas, sin embargo, es que el pacto evita una guerra comercial total. “Este es un acuerdo que se ha estado preparando durante semanas y meses, y que ha implicado negociaciones importantes a nivel político”, defienden fuentes comunitarias a este periódico. “Von der Leyen ha tenido varias reuniones con Trump y ahora ha conseguido cerrar el pacto”, le reconocen en privado.

A pesar de que la negociación la ha liderado también el comisario de Comercio, Maroš Šefčovič, ha sido la presidenta de la Comisión quien ha puesto la cara, ha soportado el desgaste y ha recibido todas las críticas.

Un acuerdo a muchas manos

El acuerdo, aseguran desde la Comisión, ha sido fruto del trabajo “de muchos expertos muy capaces e importantes de distintos servicios y departamentos”. Un proceso técnico complejo que ahora esperan ver aplicado “primero a través de la declaración conjunta y luego en las medidas concretas”. Confían, además, en que el pacto no abra una grieta ya visible entre los Veintisiete. “Estamos plenamente convencidos de que este acuerdo no va a afectar negativamente a nuestras conversaciones con otros socios”, aseguran a Artículo14.

La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Guillaume Horcajuelo

Pero el ambiente en Bruselas es menos optimista. Aunque la Comisión defiende el balance técnico del pacto, para algunos socios como Francia ha sido un fracaso. “Es un día oscuro para Europa”, escribió el primer ministro François Bayrou en sus redes sociales. En un momento, por cierto, en el que atraviesa bastante desgaste y debilidad política en París. No opina lo mismo Italia. Giorgia Meloni, sí lo valoró positivamente y siempre ha sido cauta en sus críticas Bruselas -a pesar de pertenecer a la familia de la extrema derecha europea-.

Más allá de los reproches o los aplausos al acuerdo, lo cierto es que han aumentado los focos de oposición hacia la presidenta de la Comisión. Desde su equipo apuntan a los verdes y a la izquierda como las principales voces críticas, pero no todas podrían venir de fuera. 

¿Fuego amigo?

Aunque desde la Comisión y el Parlamento evitan avivar el fuego interno, la hemeroteca nos recuerda las tensiones que, hace no tanto, tuvo Von der Leyen con su compañero Manfred Weber. Fue en 2018 cuando Weber anunció públicamente su candidatura a presidir la Comisión.

Era favorito en las quinielas y sin embargo, fue la exministra de Defensa alemana la elegida el verano de 2019. Desde entoncesm cobra fuerza en Bruselas la teoría de que Weber sigue persiguiendo la revancha. Y alimentar la idea de que el acuerdo con Estados Unidos no es bueno para Europa sería una forma de consolidar su liderazgo desde dentro. 

Alberto Núñez Feijóo, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, y el presidente del Partido Popular Europeo, Manfred Weber en Valencia
EFE/ Kai Försteling

Von der Leyen en la picota

La paradoja es que el pacto que ahora se le reprocha a Von der Leyen fue defendido durante semanas como una necesidad urgente. Desde abril, cuando Trump anunció la primera ronda de aranceles, Bruselas buscó evitar una escalada. La UE, con Von der Leyen al frente, trabajó para lograr un acuerdo que protegiera los sectores estratégicos y mantuviera abierto el canal comercial con Washington. En Bruselas se da por hecho que el acuerdo con la administración del magnate no habría salido adelante sin la implicación directa de Von der Leyen.

Fue ella quien mantuvo abiertos los canales con la Casa Blanca, quien descolgó el teléfono cuando las negociaciones se estancaban y quien comenzará, advierten los expertos, a pagar ahora el coste político del acuerdo.