“Conviene que nos vayan viendo por allí”. El Partido Popular celebra este fin de semana en Valladolid su Intermunicipal, cónclave en el que se da cita la plana mayor de alcaldes de la formación. La idea inicial de Génova era celebrar este evento con alfombra roja y lista de invitados nobles para evidenciar el contraste con el Congreso Federal del PSOE, en el que el ruido interno -y externo- opaca la cuarta elección de Pedro Sánchez al frente de la organización.
No obstante, la tragedia en la Comunidad Valenciana ha trastocado los planes previstos por los populares: lejos de exhibir músculo autonómico, una de sus principales fortalezas en este momento, apenas habrá rastro de barones. Tan sólo acudirá uno, el anfitrión: Alfonso Fernández Mañueco, el primero en someterse a las urnas en el próximo ciclo electoral… que podría precipitarse contra todo pronóstico. De ahí que el escenario elegido por los populares para las jornadas con los ediles sea la capital pucelana.
Las elecciones en Castilla y León están marcadas en el calendario de 2026. Concretamente, en el mes de febrero. Pero todo podría cambiar si las negociaciones que está llevando a cabo el PP con Vox para sacar adelante los presupuestos del próximo año encallan. Fuentes próximas a Mañueco aseguran a Artículo14 que la relación con la formación de Santiago Abascal, tras la ruptura de los gobiernos el pasado verano, no pasa por el mejor momento y que “no le temblará el pulso” para apretar el botón electoral si no recibe el apoyo para las cuentas públicas. Es decir, que en la Junta, a día de hoy, ven opciones de ser los primeros en acudir a las urnas en 2025.
El primer gobierno con Vox
Hay varios factores a tener en cuenta: en estos momentos, el PSOE en Castilla y León es un polvorín. Se da por sentada la salida del actual secretario general, Luis Tudanca. Al menos, esa es la intención del comité federal de Ferraz. Lo que augura un proceso turbulento que generará, cuando menos, ruido. Una cita con las urnas a destiempo cogería desarmados a los socialistas que, en las elecciones de 2022, consiguieron salvar los muebles con un resultado mejor del que esperaban y, de esa forma, impidieron que el PP se acercase a la mayoría absoluta. De hecho, fruto de la precaria mayoría de Mañueco, fue el primer gobierno autonómico de coalición con Vox. Una fórmula que ha supuesto un lastre en las espaldas de Feijóo.
La intención de los populares para las próximas elecciones en Castilla y León es estrenar una nueva etapa. “Fuimos los primeros en gobernar con Vox y queremos ser quienes estrenemos una nueva era de gobiernos en solitario”, dicen con entusiasmo. Las perspectivas son halagüeñas. Los sondeos internos que manejan en el gobierno regional apuntan a una mejoría considerable, algunos incluso apuntan a la cifra soñada de 41 procuradores, con los que estaría garantizado el gobierno en solitario.
A medida de Mañueco
Este fin de semana, el PP ha hecho de la necesidad virtud y ante el descuelgue de mandos territoriales centrará todo el protagonismo en un único barón: Mañueco. Consciente de que las siglas del partido se han visto resentidas por la gestión de Mazón en la mayor catástrofe medioambiental de lo que llevamos de siglo, la dirección de Génova ha optado por enfocar la intermunicipal sólo en lo que tocaba: los alcaldes. Precisamente, la última vez que se celebró esta cita orgánica fue en Valencia, en 2022, y acudieron todos los barones. Hasta los expresidentes José María Aznar y Mariano Rajoy.
Nada que ver con el cónclave que se celebra entre este sábado y domingo, en el que está previsto que participe la alcaldesa de Valencia, María José Catalá, pero por videoconferencia, ya que no acudirá a Valladolid. También tendrán un papel destacado los alcaldes populares de los municipios más afectados por las riadas del pasado 29 de octubre. Aunque en Génova insisten: “No queremos que sea una Intermunicipal en la que se hable solamente de la DANA”.
La convocatoria tendrá un perfil bajo. La clave estará en Mañueco, que tendrá el primer gran acto preparatorio de cara a su examen popular. Desde hoy mismo, los populares empiezan a engrasar la maquinaria para alumbrar una victoria rotunda que mantenga las expectativas de Feijóo. Castilla y León es un territorio clave: aporta un buen número de diputados al Congreso y es uno de los principales fortines del PP. Comienza la carrera.