Ferraz da tiempo a Gallardo con el PSOE extremeño en convulsión

Los ministros salen en tromba a defender al hermano del presidente. En Madrid venden tranquilidad, en el territorio reconocen una semana “convulsa”

Levantar la vista de una crisis para posarla, al momento, sobre otra. El PSOE ha vivido estos días jornadas de alta tensión, ante las sucesivas publicaciones periodísticas sobre su número tres, Santos Cerdán. Siempre a la espera de un informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, que todavía no ha trascendido, y que alude al secretario de Organización socialista.

Cerdán compareció brevemente el martes, durante apenas un par de minutos, y sin conceder preguntas, para dar su primera respuesta. No habían pasado ni 48 horas cuando la jueza Beatriz Biedma mandaba al banquillo al hermano del presidente del Gobierno, David Sánchez, pero también al líder del PSOE en Extremadura, Miguel Ángel Gallardo, y a otras 9 personas, por la supuesta adjudicación irregular de una plaza de trabajo pública para Sánchez.

La situación en la federación socialista, antaño feudo electoral del PSOE, ha sido más que delicada. Y hasta después del próximo jueves, cuando se espera que Gallardo asista a la Asamblea como diputado por primera vez, no se prevé que puedan calmarse las aguas.

En Ferraz son conscientes de la magnitud del terremoto, pero han optado por darle tiempo al flamante parlamentario. Insisten en que la Audiencia Provincial aún debe resolver un recurso de la Fiscalía, y esperan que desemboque en el archivo de una causa a la que no encuentran más razón de ser que la relación familiar entre su protagonista y el presidente del Gobierno.

Recuerdan que los estatutos, que modificaron con sigilo en el 41 Congreso Federal de diciembre de 2024, permiten a Gallardo seguir en su puesto hasta que haya sentencia. Incluso avalan los movimientos que han permitido al líder autonómico lograr el aforamiento.

El también presidente de la Diputación de Badajoz lleva apenas un año y dos meses al frente del partido, aunque ya ha vencido dos ajustadas primarias. De momento, en la sede federal no quieren contemplar otras pantallas, ni ponen pegas a los argumentos con los que Gallardo ha justificado sus pasos.

En Madrid, algunos dirigentes del PSOE señalan que hay “más vidilla” en los medios que en la vida interna de la organización a raíz de esta resolución judicial, y tratan de restarle importancia. Eso no ha impedido que los primeros espadas del Gobierno hayan bajado a pelear al terreno dialéctico, centrándose en el rol del hermano del presidente y en los tiempos de la magistrada.

El viernes por la mañana, la vicepresidenta del Gobierno y número tres del PSOE, María Jesús Montero, enmarcó este caso en la “persecución” de la “extrema derecha” al presidente y su entorno. Era lo previsible, lo que habían hecho desde Ferraz.

El ministro de la Presidencia, Justicia y Relaciones con las Cortes, Félix Bolaños, puso el foco en las “prisas” de la magistrada del juzgado de instrucción 3 de Badajoz. “No es habitual abrir juicio oral sin esperar al criterio de la Audiencia Provincial”, apostilló. “Si no fuera el hermano de presidente, no habría caso”, diría Isabel Rodríguez, ministra de Vivienda.

La semana más “convulsa” del PSOE extremeño

El humo que desprendía el PSOE extremeño ya era visible días atrás, pero el auto de la magistrada venía a disparar la gravedad de la crisis, a desplazar todos los focos sobre la “tensión” en la que vive el partido estos días, como reconoce un dirigente: “Ha sido una semana muy convulsa”.

Días con gente “muy preocupada”, con llamadas constantes entre los cargos intermedios del partido. Siempre, en un clima de “preocupación”. Lejos de sofocar el incendio, la cúpula socialista en la región se mantenía en sus posiciones y el viernes lanzaba a la portavoz regional, Isabel Gil Rosiña, a una rueda de prensa que sorprendió incluso a algún cuadro socialista.

Entre otras cosas, vendió que la decisión de Gallardo de incumplir su palabra de hace meses, para lograr un escaño cuanto antes, obedece exclusivamente a una decisión de la Comisión Interparlamentaria, reunida una semana antes. Un órgano que, como reconocen dirigentes del partido, no tiene funciones ejecutivas. Pero al que la portavoz atribuye “una decisión colegiada”, diluyendo así  el rol que ha jugado el secretario general para actuar ante su propio horizonte judicial.

Para convertirse en diputado en tiempo récord y lograr su aforamiento, que impide que sea juzgado por cualquier instancia salvo el Tribunal Superior de Justicia de Extremadura (TSJEx), ha tenido que forzar la dimisión de quien ya estaba en posesión del escaño, Mari Cruz Rodríguez.

También ha exigido las renuncias de las cuatro personas que le precedían en la lista electoral. Entre medias, la subdelegada del Gobierno en Badajoz, María Isabel Cortés, reconoció que llegaron a comunicarle que había sido cesada. Se publicó que la reemplazaría Rodríguez, la misma a la que Gallardo reemplazará en el Parlamento regional.

En su rueda de prensa, Gil Rosiña negó que estos movimientos obedecieran a la voluntad del líder de boicotear la causa, o de asegurarse de que no le juzgue un tribunal concreto. La secuencia de hechos se ha producido entre un viernes y un martes, pero la portavoz sostiene que no han forzado los tiempos. “Para que Gallardo entrara en el Parlamento, ni el PSOE ni la Asamblea se han dado ninguna prisa”.

La “expectación” ante el aterrizaje de Gallardo en la Asamblea

Fuentes del PSOE en la región reconocen que por delante les esperan días que “no van a ser más tranquilos”, dada la “expectación” generada ante el pleno del 29 de mayo, el primero al que Gallardo asistirá como diputado.

En la oposición les retratan “desnortados”, “nerviosos”. El portavoz del Partido Popular  en Extremadura, José Ángel Sánchez Juliá, le ha retado a renunciar a su aforamiento “para demostrar que no quiere esconderse detrás de su escaño”.

En las filas socialistas, sin embargo, presumen de la “lealtad” que están demostrando en una situación “difícil”, y lamentan que se cuestione el papel del partido en estas jornadas. “El PSOE de Extremadura siempre se toma como referencia, es una herramienta útil y nadie quiere este desgaste”, apuntan.

La consigna oficial, además, pasa por normalizar las palabras del presidente de la Diputación de Cáceres, Miguel Ángel Morales, que el jueves expresó su “preocupación” y “tristeza” por la situación del partido. Morales fue secretario provincial del PSOE de Cáceres durante 13 años, y hasta hace escasas semanas. Es el único socialista extremeño con galones que ha salido a referirse a esta situación en público.