Jaime Alfonsín aboga por reformar la Constitución para terminar con la ley semi-sálica

El ex Jefe de la Casa del Rey urge a eliminar la preferencia del varón sobre la mujer en la sucesión. Alerta de volver a dejar la solución "al azar, a la naturaleza o a la genética. Y ninguna de las soluciones es admisible”.

Felipe VI preside el acto en el que Jaime Alfonsín ingresa en la Academia de Ciencias Morales y Políticas
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El ex Jefe de la Casa del Rey, Jaime Alfonsín, y mano derecha de Don Felipe desde que fuera jefe de su secretaría siendo Príncipe, ha pronunciado esta tarde un discurso dedicado a la heredera, la Princesa Leonor, por su ingreso en la Real Academia Ciencias Morales y Políticas. Integrada en el Instituto de España, está presidida por Benigno Pendás.

Alfonsín ingresó en octubre del año pasado, tras el fallecimiento de su antecesor, Fernando Suárez, pero el discurso se ha reservado para el día de hoy. A un mes escaso de que se celebren los actos por la llegada de la democracia, y por tanto de la Monarquía parlamentaria, el abogado del Estado ha tenido unas palabras dirigidas a la heredera. Unas palabras con las que transmitir “reflexiones de utilidad” tras sus años de servicio público a la Corona, ya que, ha aseverado, “La educación del heredero en cualquier país es una cuestión de Estado”.

La princesa Leonor, durante la ceremonia de entrega de los Premios que llevan su nombre
Efe

Se da la circunstancia, además, de que este viernes la Princesa cumplirá 20 años, por lo que ha aconsejado a la Princesa que no desestime su apoyo -y el de las demás Academias- para asesorarse.

Reforma de la ley semi sálica

Un punto crucial del discurso ha sido su apuesta por la reforma de la ley semi sálica de la Constitución. Como ya avanzara este medio, este asunto se trató durante el reinado del Rey Juan Carlos en dos ocasiones, pero la falta de consenso político lo impidió. Una situación que podría repetirse en la actualidad. “Uno de los aspectos de esa reforma es la supresión de la preferencia del varón sobre la mujer en la sucesión a la Corona, lo que daría una mayor plenitud y autenticidad a nuestra Monarquía Parlamentaria, ha aseverado el ex jefe de la Casa. “ Una reforma, en fin, cuya urgencia se señaló en 2004 y que hoy que está en el olvido hasta que el matrimonio de la Princesa ponga de nuevo en el debate político la cuestión relativa al orden sucesorio”.

El periodo al que hace referencia Alfonsín, y que publicó este medio, se hizo bajo gobierno de los ex presidentes Aznar y González, y el padre de Felipe VI medió. El temor a que se abriera el melón del referéndum sobre la Monarquía fue uno de los motivos para dejarlo aparte. “Si no se lleva a efecto esa reforma en un periodo razonable, vamos de nuevo a dejar la cuestión de la preferencia en la sucesión al azar, a la naturaleza o a la genética. Y ninguna de las soluciones es admisible”. No obstante, Alfonsín ha sido consciente de que emprender el camino hacia el consenso político es actualmente “una quimera”.

El sociólogo Emilio Lamo de Espinosa pronuncia un discurso durante el acto de ingreso del exjefe de la Casa de Su Majestad el Rey, Jaime Alfonsín, como académico en la Real Academia de Ciencias Morales y Políticas este lunes en Madrid.

Los consejos de Alfonsín a la heredera

En la difícil tarea de los Reyes en cuanto a su labor educativa, Alfonsín ha puntualizado que es fundamental que la Princesa crea en lo que representa. “Debe sentirse convencida e ilusionada con sus responsabilidades; y esa aceptación interior que va a ser, junto a sus firmes convicciones y el apoyo de su familia, su mayor fortaleza en tiempos de dificultades, es decisivo que llegue a los ciudadanos y que estos puedan comprobar su plena identificación y satisfacción con su vida”, ha afirmado como base de todo lo demás.

Un proyecto de vida, no una alta funcionaria del Estado

En esta línea, el ex Jefe de la Casa ha aconsejado a la heredera que, al ser España su destino personal e institucional, la vocación de servicio a los españoles no es el desempeño de una alta funcionaria del Estado “sino como algo más que lo trasciende, como mucho más: como su proyecto de vida. Y comprometerse en toda su integridad y sin reservas con ese futuro”.

Unos deberes con una limitación “profunda” de sus libertades”

Una de las puntos clave para que la Princesa desempeñe con éxito su destino marcado desde su nacimiento es que “su vida personal es diferente a la de los demás españoles”. Lo que, junto a los derechos de los que es titular, “tiene también deberes que conllevan una limitación, a veces profunda, de sus libertades”. Así, ha advertido de que “la línea divisoria entre lo público y lo privado es muy tenue”. El margen de privacidad que tendrá la primogénita de los Reyes será “muy reducido”, “imprescindible” para preservar su desenvolvimiento personal y familiar.

La Princesa Leonor jura la Constitución
La Princesa Leonor jura la Constitución ante la presencia de los Reyes y la presidenta del Congreso, Francina Armengol
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Las amistades, decisivas

El entorno social en el que se desenvuelva la Princesa será crucial, por lo que la Princesa deberá “cuidar bien el entorno social en el que se desenvuelve y las amistades de las que se rodea, que solo son verdaderas y sinceras cuando se guían por el afecto, la discreción, la generosidad y la lealtad”, ha aconsejado. Y, “nunca” por el interés.

Una institución que forma parte de la historia

La Corona no pertenece a las personas que la integran, ha aseverado Alfonsín. “Forma parte de la historia de España y pertenece a todos los españoles. Un patrimonio colectivo de la Nación que debe estar siempre al servicio de los intereses de España”. Como aprendiera su padre, su abuelo, y así sucesivamente en línea recta, “La Corona prevalece sobre las personas que son miembros de la Familia Real y los deberes constitucionales sobre sus intereses o deseos”.

Valores cívicos y ejemplaridad

Los valores cívicos y la ejemplaridad deberán guiar los pasos de la Princesa, ha aseverado Alfonsín. “La ejemplaridad es ya imprescindible en los tiempos actuales para el desempeño de cualquier servicio público; implica rendir cuentas de sus actos , ser transparente en sus conductas; tener siempre la capacidad para poder explicar y justificar las decisiones. Actuar con coherencia. Actuar siempre con verdad”. Conocer a fondo tanto la Constitución como la historia de España serán sus puntos de referencia, ha considerado, así como conocer las lenguas del Estado.

Separación de poderes

El abogado del Estado ha incidido en la importancia de mantenerse neutral. “Se debe asumir que la neutralidad política de la Corona y su independencia frente a los Poderes del Estado son los pilares sobre los que se asienta la Jefatura del Estado monárquica”. Lo que conlleva “un deber de abstención que se extiende a expresar creencias personales, convicciones u opiniones sobre las cuestiones de esa naturaleza, que es una característica esencial de las Monarquías Parlamentarias”. En esta línea, Alfonsín ha instado a la Princesa a “debe tener cuidado con no dejarse influir por tendencias que llamen a la corona a intervenir en la vida política”.  Por lo que, ha advertido: “No se deben aceptar ni mucho menos ceder ante las presiones. No dejarse marcar los tiempos por terceros es muy necesario, imprescindible”.

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