Las nueve medidas que ha propuesto el Ejecutivo para boicotear a Israel por lo que considera un “genocidio” han generado una crisis diplomática con el país hebreo que ha salpicado a Europa.
Según informan fuentes europarlamentarias, desde la Comisión Europea presidida por Ursula Von Der Leyen se ha vivido con “sorpresa” las propuestas de Sánchez. En primer lugar, porque en la Comisión no se tenía constancia del plan del Ejecutivo, sino que ha sido una decisión unilateral.
Sánchez actúa sin contar con Europa
“Es un desprecio por los socios europeos y aliados el actuar de forma unilateral, sin concertarse con la Alta Representante de Política Exterior de la UE, Kaja Kallas, ni con el Consejo de la Unión Europea”, afirman en declaraciones a este medio.
Argumentan que a nivel europeo se contempla el gesto de Sánchez como una estrategia para contentar a sus socios de cara a la nueva legislatura, a través de la política internacional. Hasta la fecha, países europeos como Noruega o Portugal han sido críticos con la ofensiva israelí, pero sin que ningún Gobierno de forma oficial catalogue de “genocidio” el conflicto bélico en Gaza.

Según explican, calificar de “genocidio” el conflicto en Gaza puede conllevar una serie de obligaciones legales para nuestro país, según la “Convención sobre la prevención y el castigo del delito del genocidio” de 1948 de Naciones Unidas. Esta establece, entre otros puntos, entre ellos interrumpir los suministros miliares, apoyo logístico o político. Pese a que España ha rescindido sus contratos con el estado hebreo, hay algunos que se mantienen en vigor, como el SILAM o el SPIKE, que en el apartado de contratación del Estado se mantienen en vigor. Según el portal de Comercio, España invierte alrededor de 6 millones de euros en contratos con Israel. Desde el ministerio de Defensa se explica que están destinados a la reparación de sistemas en funcionamiento.
España, país cada vez más aislado
La política unilateral que mantiene Sánchez ha provocado que desde Europa se le tenga cada vez menos en cuenta, afirman. “Es creciente su aislamiento en los debates y foros europeos y globales”. El conflicto en Oriente Próximo no es un caso aislado, también influye la postura frontal de España con Estados Unidos, el acercamiento a China, o las declaraciones públicas en contra de cumplir con el 5% del gasto en Defensa que exige Trump.
“Sánchez cada vez está más aislado, y la relación con Von Der Leyen es tirante”, explica un diplomático en misión exterior. “Los intereses empiezan a ser divergentes, por lo que la consulta no se iba a producir”. En nuestra posición respecto a Israel afirma no tiene un impacto práctico más allá de incrementar una relación destrozada. “Israel no ve a España como un país neutro”.
Europa mantiene los “canales abiertos” de presión
Por su parte, el boicot de España a Israel, y la respuesta del estado hebreo al mismo, vetando la entrada de la vicepresidenta Yolanda Díaz y de la ministra de Juventud e Infancia, Sira Rego, no ha modificado la postura de Europa respecto al conflicto en Oriente Próximo. “Todas las opciones siguen sobre la mesa y, al mismo tiempo, los canales con el ministro de Asuntos Exteriores israelí siguen abiertos para presionar a la parte israelí con el fin de lograr un cambio sobre el terreno y mejorar la situación”, ha señalado en rueda de prensa el portavoz de Exteriores de la UE, Anouar El Anouni, tras ser preguntado por al veto anunciado a las ministras españolas, informa Efe.
“Europa ha sido el actor más activo del mundo en esta lucha, día tras día”, ha continuado, al tiempo que ha recordado que la Alta Representante para la Política Exterior de la UE, Kaja Kallas, “desde su posición, haciendo uso de todas sus prerrogativas y del espacio de la diplomacia, ha estado activando todas las herramientas a su disposición y a disposición de la Unión Europea en muchos niveles”. Una acción que se plantea de manera conjunta entre los países miembros.

La Comisión no apoya la flotilla
Las medidas de Sánchez contra Israel no son las únicas que han provocado la acción de Europa. La flotilla Global Sumud que salió a inicios de este mes desde Barcelona con militantes y ayuda humanitaria para Gaza también ha provocado una respuesta. “Tengo que decir que no alentamos flotillas como esta porque básicamente pueden escalar la situación y también ponen en riesgo a sus participantes”, declaró la portavoz de la Comisión Europea Eva Hrncirova recientemente. Y se basó en la flotilla de la Libertad que partió hacia Gaza en junio, en la que los participantes fueron detenidos y la ayuda incautada. “Así que no ayudó para mucho”, concluyó la portavoz.