La moción de censura tiene su origen en el parlamentarismo británico, pero en España adoptó un modelo propio: el de la moción constructiva. La Constitución de 1978 quiso evitar el caos político de la inestabilidad y obligó a que toda moción incluyera no solo la propuesta de destitución del presidente del Gobierno, sino también el nombre de un candidato alternativo capaz de asumir inmediatamente el cargo.
El procedimiento es claro y riguroso: la moción debe presentarse por escrito ante la Mesa del Congreso, firmada por al menos una décima parte de los diputados —treinta y cinco—, y no puede votarse antes de cinco días. Se requiere mayoría absoluta para prosperar, y en caso de que fuese fructuosa, el Gobierno dimite y el Rey nombra de inmediato al candidato que haya obtenido la confianza de la Cámara. Se trata de la institución de control más exigente del del Legislativo hacia el Ejecutivo. Desde la transición democrática, España ha vivido seis mociones de censura, solo una de ellas ha tenido éxito.
Junts contempla una moción de censura “instrumental”
En esta misma línea, el pulso político entre Junts per Catalunya y el Gobierno de Pedro Sánchez ha entrado en una fase decisiva. Tras semanas de desencuentros y negociaciones infructuosas, el expresidente Carles Puigdemont ha trasladado a La Moncloa que el diálogo “no tiene más recorrido”. En este contexto, el partido independentista celebrará una reunión crucial el lunes en Perpiñán (Francia) para decidir un eventual punto de inflexión en su relación con el Ejecutivo socialista.
En el entorno de Puigdemont se admite ya la posibilidad de apoyar una moción de censura “instrumental”, pactada con el Partido Popular y Vox, cuyo único objetivo sería provocar la convocatoria inmediata de elecciones generales. La operación, todavía en fase de estudio, pasaría por presentar un candidato independiente y de consenso, alejado de los partidos políticos, que pilotara un gobierno provisional.
Dos mociones a Sánchez
Durante el mandato de Pedro Sánchez, el Congreso ha debatido dos mociones de censura presentadas por Vox, la primera en octubre de 2020 y la segunda en marzo de 2023. Ambas fueron ampliamente rechazadas y se convirtieron, más que en una amenaza real, en escenarios de confrontación política y mediática.
La primera, registrada en octubre de 2020, fue defendida por el propio líder de Vox, Santiago Abascal, que se postuló como candidato alternativo a la Presidencia del Gobierno. La moción obtuvo tan solo 52 votos a favor frente a 298 en contra, una derrota rotunda que evidenció el aislamiento parlamentario de la formación. Lejos de poner en aprietos al Ejecutivo, la iniciativa sirvió para reforzar la mayoría de Sánchez, que logró un cierre de filas en torno a su figura incluso entre los partidos de la oposición moderada.
La segunda moción, debatida en marzo de 2023, repitió la estrategia, pero con un matiz distinto. Vox optó por un candidato independiente: el veterano economista Ramón Tamames, antiguo dirigente comunista y figura académica de prestigio. La intención era conferir a la moción un aire de transversalidad y elevar el tono institucional del debate. Sin embargo, el resultado volvió a ser previsible. Con 53 votos a favor, 201 en contra y 91 abstenciones, la propuesta fracasó y reafirmó el respaldo parlamentario al presidente del Gobierno.
Repaso histórico
España ha vivido seis mociones de censura, aunque solo una ha prosperado: la que en junio de 2018 llevó al propio Pedro Sánchez al poder tras la caída de Mariano Rajoy. La primera tuvo lugar en mayo de 1980, cuando el PSOE de Felipe González trató de derribar al presidente Adolfo Suárez. La moción fue rechazada por 166 votos en contra frente a 152 a favor, pero consolidó el liderazgo de González, que dos años después alcanzaría la mayoría absoluta.

La segunda se presentó en marzo de 1987, cuando Alianza Popular, antecesora del Partido Popular, intentó censurar al Gobierno socialista de González con Antonio Hernández Mancha como candidato. Obtuvo solo 66 votos a favor frente a 195 en contra y 71 abstenciones, un fracaso que debilitó aún más al propio líder.
En junio de 2017, Unidos Podemos impulsó una moción contra Mariano Rajoy, con Pablo Iglesias como candidato. El resultado, 82 votos favorables frente a 170 en contra y 97 abstenciones, confirmó la imposibilidad de articular una mayoría alternativa.
Un año después, en mayo de 2018, el PSOE registró una nueva moción tras la sentencia del caso Gürtel, que condenó al Partido Popular por corrupción. Esta vez, la iniciativa prosperó con 180 votos a favor, 169 en contra y una abstención, convirtiendo a Pedro Sánchez en presidente del Gobierno. Fue la única moción de censura exitosa de la democracia española. Todas ellas completan la lista las dos mociones promovidas por Vox contra Sánchez en 2020 y 2023.


