Los nuevos reveses judiciales que afectan al entorno directo del presidente del Gobierno no cambian la aritmética parlamentaria que necesita Alberto Núñez Feijóo para activar la moción de censura. Una realidad que el PP ya ha asumido. Si bien, el jefe de la oposición utilizará este marco para minar la moral de los socios de Pedro Sánchez a la vez que “evidencian” ante la sociedad que la “degradación” del Ejecutivo continúa gracias a ellos.
Con este objetivo, el presidente del PP aprovechó este miércoles las últimas decisiones del juez Juan Carlos Peinado sobre el caso Begoña Gómez para situar toda la presión en los aliados del Gobierno. Sobre todo en Junts, después de que haya empezado el curso político haciendo perder a Sánchez varias votaciones en el Congreso.
“¿Cómo es posible que ninguno de los socios del Gobierno ponga fin a este disparate?”, se preguntó el líder del PP, para después pedir a Junts, ERC o PNV que “enseñen” a Sánchez “el final del camino de una legislatura que no va a ninguna parte”.
A pesar de la presión, el presidente del PP no ha logrado de momento ninguna respuesta por parte de los aliados que les haga activar una nueva ronda de contactos para comprobar si deben presentar una moción de censura. En la dirección nacional del PP tienen claro de que no deben agitar ese fantasma a no ser que tengan “seguros” los votos. De hecho, la frase que se repite es la de “nos sobran los motivos, nos faltan los votos”.
Una parte del PP aprieta
No es en todo caso una posición unánime en las filas populares. Tal y como publicó este periódico, un sector del PP cree que Feijóo tendría que mover ficha y presentar esa moción aunque no le den los números. “¿Qué más tiene que pasar?”, es la pregunta más recurrente en algunos círculos populares. Esperanza Aguirre se pronunció públicamente en este sentido.
Sí fue reseñable ayer para el PP que Junts quisiera desligarse en público de la etiqueta “socio” del Gobierno con la que Feijóo englobó a los independentistas y nacionalistas. “Con todo el respeto, lo que le diría al señor Feijóo es que se mirara el acuerdo que tenemos (con Pedro Sánchez). Nosotros no somos socios de este Gobierno, de hecho cada ley es una carpeta y una negociación y somos el único partido que no firmó un acuerdo de estabilidad con el PSOE y con Sumar”, dijo Miriam Nogueras en declaraciones a Al Rojo Vivo de La Sexta.

Más allá de colocar la presión en los socios, en el PP aseguran que el objetivo de Feijóo también se entiende por la vía electoral. Junts, ERC o PNV son rivales electorales del PP en Cataluña y País Vasco. De ahí que el “interés” de los gallegos pasa porque los electores independentistas tengan claro “que la degradación (del Gobierno) se produce porque ellos mantienen en el Gobierno al presidente que pusieron a cambio de servilismo”, según reflexionan fuentes de Génova a Artículo14.
Los contactos con Junts
A pesar de que en estos momentos el PP descarte una moción de censura, la interlocución con los socios no se ha detenido. Con Junts, de hecho, es habitual. Sobre todo, esta relación se mantiene en el ámbito parlamentario, pero también existe una vía de comunicación abierta en Barcelona, según ha podido saber este diario. “Siempre es interesante saber cómo piensan”, explican fuentes de la dirección.
Y es que el PP lleva meses tomando a Junts como un interlocutor válido e incluso dando visibilidad en público a las votaciones en las Cortes Generales en las que consiguen el voto de los independentistas para propiciar una nueva derrota al Gobierno. Fue en el Congreso Nacional de julio cuando el propio Feijóo quiso colocar a los de Puigdemont a la altura de cualquier otro partido. La única línea roja es, en sus palabras, “la defensa de la Constitución”. “Si nos apoya Junts, no necesitamos al PNV para nada”, explican en el entorno de Feijóo.

“Sánchez, responsable del lodazal”
A partir de ahí, el líder de la oposición, en una comparecencia ante los medios en la Cámara Baja, dibujó a un Gobierno en “descomposición” y buscó por varias vías alguna reacción por parte de los socios. Aseguró que el Congreso asiste a la “legislatura menos productiva de nuestra democracia” y que las derrotas parlamentarias de Sánchez son “el síntoma de un país paralizado”. Precisamente el martes, el veto cruzado entre socios impidió que el PSOE cumpliera con Junts y aprobara una ley para delegar las competencias migratorias a Cataluña. “No hay presupuestos, no hay mayoría parlamentaria y no hay unanimidad en el Consejo de Ministros”, desgranó.
Por otro lado, insistió en señalar los vínculos del Gobierno con la corrupción. “La agenda judicial es insoportable”, espetó a Sánchez después de recordar los casos relacionados con su entorno familiar, con la imputación del Fiscal General del Estado o José Luis Ábalos y Santos Cerdán. “Sánchez es el responsable de este lodazal”, sentenció.