La declaración de Álvaro García Ortiz ante el Tribunal Supremo marca un punto de inflexión en uno de los procesos judiciales más delicados de los últimos años. El fiscal general del Estado ha comparecido para responder por un presunto delito de revelación de secretos, en un contexto de enorme atención mediática y política. Su testimonio, cargado de matices y frases que ya resuenan en los titulares, podría definir no solo su futuro profesional, sino también la imagen del Ministerio Público en un momento especialmente sensible.
Durante la jornada, Álvaro García Ortiz ha afrontado un interrogatorio minucioso en el que se han repasado las decisiones más controvertidas de su mandato. Las preguntas del tribunal han girado en torno a la filtración de información sobre una fiscal subordinada, un episodio que ha abierto un debate sobre los límites de la transparencia y la protección de datos dentro de la propia Fiscalía. Su tono, sus gestos y, sobre todo, sus palabras, han sido examinados al detalle por quienes buscan interpretar su estrategia de defensa.
La declaración de Álvaro García Ortiz no ha dejado indiferente a nadie. Algunas de sus afirmaciones podrían convertirse en referencias obligadas para entender la tensión interna que atraviesa la cúpula fiscal. Consciente del peso de cada frase, el fiscal general ha intentado sostener una versión coherente y técnica. Aunque entre líneas se percibe la batalla política y mediática que rodea el caso. Su intervención, más que un simple testimonio, ha sido una demostración de cómo el poder judicial y la opinión pública se entrelazan en un mismo escenario.
“Los fiscales nos dedicamos a proteger los derechos del proceso”
A continuación, repasamos las declaraciones más importantes de Álvaro García Ortiz durante el juicio contra el Fiscal General del Estado:
“Soy el Fiscal General del Estado. Los fiscales nos dedicamos a proteger los derechos del proceso. En esta causa se han producido unas circunstancias que creo que, ese respeto a quien se siente perjudicado en el proceso, me ha llevado a pensar que hay una razón desleal”.
“El correo del 2 de febrero que estamos investigando se mandó también a una persona de otra institución. Quizá si eso hubiera estado en la querella no estaríamos aquí. No lo sé”.
“El correo del 12 de marzo, el perjudicado se lo envía a otra persona con un objetivo político. Y eso sale por la investigación, no porque se haya puesto en conocimiento del instructor. Además, da una entrevista a un periodista de investigación”.
“No conozco a los periodistas, solo a nivel profesional. Tampoco conozco a Sánchez Acera y Vallès. Sé quienes son, pero no los conocía”.
“Mi conocimiento, en principio, es somero y a través de Mar Hedo. Es el día 7 de marzo, lo puedo recordar con facilidad porque había consejo fiscal ese mismo día. Justo antes de entrar en ese consejo fiscal, en la puerta de mi despacho me comenta que el día 6 había recibido una llamada de un periodista interesándose por una denuncia, por una cuestión que había en la Fiscalía de una empresa de Maxwell Carmona. Me dice que había buscado en Google la empresa y coincidían los datos con González Amador. Antes de entrar al consejo, lo que hago es llamar a la secretaría técnica. Llamo a Villafañe, que es el encargado de llevar las daciones. Se pone con ello y doy por iniciada una dación de cuenta establecido en el estatuto del Ministerio Fiscal. Salimos tarde del consejo, a las 16:00 había la firma de un convenio, tengo poco tiempo para que me informen. Baja Villafañe y me dice que hay una causa, que está en Madrid y que está involucrado quien empieza a ser más conocido. Y me da un flash de que se trata de un delito fiscal, que está en la Fiscalía de Madrid y se ha presentado denuncia”.
“Ya es por la tarde. Entré en el acto que habíamos organizado esa tarde y, al día siguiente, sí recibo algún dato más, también periférico, respecto a lo que está ocurriendo. Es una denuncia del delito fiscal de 2021-2022. Me informa que hay denuncia puesta por la Fiscalía, que está interpuesta ante el decanato de los juzgados de Madrid. Y ahí me quedo. No doy ninguna orden ni ninguna indicación. Yo ya he sido informado del asunto”.
“Me parece un hecho interesante que debo conocer sobre negociaciones de conformidad. La primera noticia que tengo, y hablando específicamente de conformidades, es cuando me dicen el bulo que está intentando difundir Miguel Ángel Rodríguez”.
“La noticia de elDiario.es llega a la Fiscalía. Yo me entero con los resúmenes de prensa. Deberían ser las 8:00 horas y es objeto de comentario esa mañana. No hago nada. No creo que deba hacer nada, porque todo lo que ha hecho la Fiscalía ya está hecho en ese momento”.
“Me dice la jefa de prensa que hay un problema con la información que se maneja, hasta el punto que es ella la que está dándole a los medios a demanda. Y, anonimizada la denuncia, sí me extrañó un poco que se encargara ella, pero no le doy mayor importancia”.
“Lastra no me informó. Si se hubiera producido una reunión entre el fiscal y el abogado, deberían haberme informado. Si se están llevando conversaciones de conformidad, me deberían haber informado”.
“Esta causa tiene un recorrido en los medios de comunicación. Desgraciadamente, hemos tenido conocimiento de cómo funciona el aparato público de este país. Una información acaba en un tuit, en una tertulia, la presidenta hace unas manifestaciones públicas el día 12 diciendo que hay una persecución de poderes del Estado en contra de su pareja”.
“Esta sucesión de ‘inputs’ acaban en algo que se da por hecho. Recuerdo perfectamente un tuit que yo reenvío a la jefa provincial en el que se dice directamente que ha sido directora provincial en el gobierno de Zapatero. No para alabarla, sino para que se cuestione la honorabilidad. No solo de la señora Pilar Rodríguez, sino de la Fiscalía española. El objeto de mi reenvío o de mi WhatsApp era saber si ella quería amparo, porque es discreta”.
“El día 12 de marzo hay declaraciones de la presidenta en las que se repite este cuestionamiento. Vuelve a decir que está siendo objeto de una persecución y sigue poniendo en entredicho a la Fiscalía española. Invertimos el foco”.
“Hay una llamada de Lastra. Es la primera vez que me llama desde que soy Fiscal General del Estado al teléfono personal, y más a esas horas. La fiscal superior Comunidad Autónoma de Madrid está alterada. Me manifiesta una inquietud importante sobre un hecho que le ha manifestado el director de comunicación. El jefe de gabinete está distribuyendo un WhatsApp en el que dice que la Fiscalía ha ofrecido un pacto, que ese pacto ha sido retirado y que ha sido retirado por órdenes de arriba. Y me añade un ‘todo sucio’ o ‘todo turbio’. Cree que es importante el bulo, y que El País lo va a publicar”.
“Llamo a Mar Hedo. Cuando descuelgo el teléfono me dice que ya sé por qué la llamo. En ese instante, los dos sabemos de lo que vamos a hablar. Me comenta que ha hablado con Romero [periodista de El País], que no iba a dar la información. La fuente es muy importante. El jefe de gabinete de la Comunidad Autónoma de Madrid es una fuente importante y oficial. Y entonces algo puede estar pasando. Tenemos que estar atentos”.
“Hasta la noticia de El Mundo, no dejaban de ser rumores. Cuando El Mundo publica, ella me manda el link y vemos qué tipo de noticia es. Es una noticia importante, porque es verosímil y muy trabajada. Hay muchos elementos que me llaman la atención. El primero: hay un entrecomillado de un fiscal. Se dice su nombre y apellidos, y se dice su correo electrónico. La noticia dice que la Fiscalía propone un pacto a la pareja de Ayuso”.
“Después de estos tres encabezados, hay descrita una propuesta. Soy fiscal, sé lo que es elucubrar sobre una propuesta, creo que también es importante. Da muchos datos de empresas en Costa de Marfil, de empresas en México. Una vez que examino esa información, saltan las alarmas. Es el detonante de que algo esta empezando a ocurrir”.
“En ese momento nos damos cuenta que hace falta respuesta institucional. Ella dice que fue antes de la noticia de El Mundo, yo creo que después. La fiscal de Madrid se ofrece a dar una rueda de prensa […], pero convenimos mandar una nota a los medios”.
“Yo quiero conocer los correos. Tomamos la determinación de defender la actuación de los fiscales, que es impecable, y que la sección de delitos económicos haga su trabajo”.
“Tengo el teléfono de la fiscal jefe provincial y pido los correos. Tengo buena relación con ella, que es la que dispone de los correos. Se pone en contacto con el fiscal encargado. La hora son las 21:59. Tardo un poco en leer esos correos. El primero que me llega es del 2 de febrero, pero contiene un PDF muy extenso. Ni en el correo del 2 de febrero ni en el del 12 veo los entrecomillados de El Mundo. Yo quería el correo que veía en El Mundo. No me cabía duda de que su actuación era impecable, pero yo quería saber qué es lo que había dicho”.
“A las 22:10 horas, laSexta saca otra noticia que desmiente la noticia de El Mundo. Me llamó la atención la mención que hace a los artículos. Da una información completa. Después hay una intervención. Me llega la noticia de la intervención del jefe de gabinete de la presidenta de la Comunidad de Madrid, que está enviando a chat de periodistas una transcripción del fiscal y después una coletilla de ‘le lanza un ofrecimiento’ y añade ‘por órdenes de arriba’. Lanza un tuit y añade esta insidia, esta calumnia sobre los fiscales de Madrid, y sobre todo hacia la Fiscalía española. Es una calumnia directa”.
“La Cadena SER, a las 23:25 horas, lanza otra información y lee un entrecomillado en directo. Por supuesto, me van enviando la información. Ese entrecomilla, que comienza por ‘ciertamente’, es una literalidad casi perfecta. En ella habla de correos como el que yo sí tengo, el del 2 de febrero. Tenemos unas informaciones y unos correos que han saltado a la opinión pública. El correo que yo voy buscando, el del 12 de marzo, entra en mi correo de Gmail a las 22:44 horas”.
“La nota hay que hacerla. Es una respuesta institucional de la Fiscalía española. La redacción de la nota empieza prácticamente de inmediato con los datos que tenemos en ese momento de la actuación de la Fiscalía”.
“No mantuve conversaciones con el señor Campos. Yo supe que tenía una llamada del señor Campos en el atestado de la UCO. En ese momento estaba hablando con Pilar Rodríguez. Entiendo que saltaría el buzón de voz. No cojo llamadas desde que soy Fiscal General del Estado, porque me volvería loco”.
“Teníamos que meter o incorporar todo lo relativo al trabajo de los fiscales. Ninguna información que pudiera ser lesiva para nadie. La expresión ‘ciertamente’ que tanto éxito público ha tenido es una adverbio con una carga resonante. Eso no está en esa nota de prensa. Eso se elimina porque puede ser accesorio. Lo más relevante y trascendente viene acompañado por un PDF que tiene ocho páginas. Allí hay datos fiscales. Ese PDF no se hizo uso ni se mencionó siquiera en la nota de prensa. La idea era no dar más allá de lo que se había dicho y no perjudicar a un tercero”.
“Se trataba de enseñar el rigor de la Fiscalía trabajando. Es bastante sencillo de hacer. Yo le paso la nota a Pilar Rodríguez. ‘Esta perfecto’, me dice. Yo dije que se pasara al señor Salto y se pasó a la decana. Lo más importante era que la nota saliera completa y rigurosa”.
“Yo creo que no hago nada más esa noche, salvo irme a descansar, y dejo la nota en manos de la jefa de comunicación de la Fiscalía General para que la gestión. No había prohibición de hacer y no hacer: la nota se gestionaría y saldría al siguiente”.
“El 14 de marzo eliminamos todos los datos accesorios. Se elimina la referencia a la pareja de la presidenta de la Comunidad de Madrid y se sustituye por Alberto González Amador. Decíamos ‘ante las informaciones pública y de responsables políticos’. Quitamos eso de ‘responsables políticos’. Queríamos rebajar, no entrar en una guerra”.
“Me cuesta encontrar a la señora Lastra. Me dice Mar Hedo que había atasco en la nota de prensa, que no la quería dar”.
“No escuché las palabras de Lastra. Dudo que ningún fiscal de este país se dirija así al Fiscal General del Estado. No había una relación de confianza para que se refiriera a mí en esos términos. Yo era el que llamaba insistentemente para que me explicara por qué no se estaba haciendo lo que yo decía”.
“Ella mostraba su desagrado, porque decir que íbamos a hacer el ridículo, que ya estaba en los medios de comunicación. Yo, en instrucción, hice unas declaraciones que no debiera haber hecho. Ella tendrá que explicar por qué hace o no las cosas. Hay desafección de la señora Lastra con el equipo de la Fiscalía. Ella se siente preterida profesionalmente, y de ahí esa acritud que tiene conmigo”.
“Que tenga que perseguir a una fiscal y no reciba inmediata contestación… Me parece que no había una colaboración. Tampoco di una orden imperativa. Se lo tuve que decir por WhatsApp, ‘es imperativo sacarla’, para defender a los compañeros”.
“Lo que tratamos en la reunión con el colegio de la abogacía fue sencillo: intentar aplacar los ánimos, porque habían sacado una nota muy dura. Intentamos reconducir esas aguas. El intento fructificó, porque al día siguiente con el comunicado que hace el consejo de la abogacía habíamos dado cierta paz. La sorpresa fue la querella del colegio de abogados de Madrid”.
“Soy la cabeza de una organización de 2.800 fiscales. Mi terminal tiene, ademas de mi información personal, circunstancias que atañen a todos los procesos del país, secretos… No secretos, información muy, muy relevante”.
“Soy consciente del tema de protección de datos. Nos falta conciencia en el tema de la protección de datos. Los datos de terceras personas los custodio y los utilizo. Me dicen que hay que borrar los datos personales que no son necesarios. Eso lo dice cualquier directiva. Hay que ser conscientes de que, si mi terminal se pierde, estoy poniendo en peligro a muchas personas. Yo no permito que esos datos estén más de un mes en mi WhatsApp”.
[Sobre el borrado de octubre de 2024, cuando se abre causa contra él] “Ni en ese mes, ni en el anterior, ni en el anterior, estaban los mensajes objeto de la investigación”.
“Es más complejo el Outlook que el Gmail. Pensar que quiero ocultar algo es presuponer que yo quería esconder algo, y no sé lo que me van a enviar”.
“Quiero dejar muy claro esto. Lo han dicho los miembros de la UCO. Solo lo voy a decir una vez: me parece un hecho particularmente grave. A su disposición está mi cuenta de Gmail. No era tan difícil, ya saben que me han mandado las cosas al Gmail. A su disposición estaba yo. Creo que le di las contraseñas de todo lo que tenía. Hay algunas que tardaron en entrar. Yo di todas las contraseñas”.
“El atestado de la UCO se filtró sin anonimizar y yo empiezo a tener problemas, empiezo a recibir mensajes amenazantes. Se saben mi teléfono móvil, que ha sido reproducido aquí también, como si no pasara nada con dar el móvil del Fiscal General del Estado. Menos mal que lo he cambiado”.
“Cierro mi cuenta de Gmail dos meses después de la entrada y registro. No hay intento de ocultación. Cuando la comisión rogatorio tiene resultado, hay treinta y tantos correos ahí. Podíamos haber dicho en qué fecha había cerrado mi cuenta”.
“¿Intento perjudicar a González Amador? No, está fuera de toda duda. He dado datos suficientes. La nota de prensa solo describe la acción de la Fiscalía. No encontrarán ustedes ni un ápice ni nada parecido referente a González Amador ni a su entorno. Mi obsesión era defender la actuación de la Fiscalía. No intentaba ni interferir en su defensa ni en su honorabilidad. Ni se añade ‘ciertamente’ ni se pone su relación con la presidenta de Madrid. Yo no sé nada de la causa de González Amador. Estoy obtenido de la causa en cuanto ha habido el más mínimo ápice de contaminar esta cuestión. Yo no soy el fiscal general en esta causa. La fiscal es la teniente fiscal, es la que va a los despachos. González Amador continúa con sus negociaciones de conformidad. Si no fructifica es porque las acusaciones no están de acuerdo”.
“Pido reflexión sobre la tenencia de los correos y la nota de prensa. Son dos cursos causales diferentes. Se entrecruzan esa noche. Tan diferentes son que son incompatibles el uno con el otro”.
“La verdad no se filtra, la verdad se defiende”.
Artículo en desarrollo mientras el Fiscal General declara.



