La polémica sobre los whatsapps de Pedro Sánchez ha sacudido con fuerza el panorama político español. Aunque el presidente del Gobierno ha evitado pronunciarse públicamente, ayer, tras una reunión con la Ejecutiva Federal del PSOE, empezó a dejar entrever su postura ante una filtración que considera un ataque directo a su privacidad y que ha reavivado tensiones históricas dentro de su propio partido.
Sánchez, escandalizado por la filtración de los mensajes
Durante las aproximadamente dos horas que duró la reunión de ayer, no se dedicó “ni un solo minuto ni una palabra” a los whatsapps de Pedro Sánchez que fueron publicados en exclusiva por El Mundo. Sin embargo, sí ha trasladado a su núcleo más cercano su “escándalo” ante la filtración de esos mensajes. Algunos de ellos intercambiados con su antiguo número dos, José Luis Ábalos. Y su “preocupación” por lo que considera una vulneración flagrante de su intimidad.
“Estoy escandalizado por la filtración” y “preocupado por el atropello a su derecho a la privacidad”, admitió a su núcleo, según recoge El Mundo. Es la única reacción que se le atribuye en torno a esta polémica.

Desde Moncloa se insiste en que los whatsapps de Pedro Sánchez no forman parte de ninguna causa judicial abierta. Eso, según su entorno, “agrava aún más” que hayan salido a la luz, colocándolo en una “situación de indefensión total”.
Ferraz intenta desactivar la crisis política
La estrategia comunicativa del PSOE se ha centrado hasta ahora en restar importancia al contenido de los whatsapps de Pedro Sánchez. Esther Peña, portavoz socialista, llegó incluso a ironizar sobre el asunto en una rueda de prensa. “Mi grupo de primos es más interesante y más animado que las filtraciones y los mensajes que hemos podido ver estos días”, aseguró con sarcasmo.
En Ferraz han preferido centrar el discurso en “los temas que realmente importan a los ciudadanos”, como los aranceles estadounidenses a productos españoles o las consecuencias del reciente apagón del 28 de mayo, evitando profundizar en las divisiones internas que los whatsapps de Pedro Sánchez han reabierto.
Emiliano García-Page y Javier Lambán, dos de los nombres mencionados explícitamente en los whatsapps de Pedro Sánchez, rompieron su silencio para recordar que sus discrepancias con el presidente vienen de lejos. Ambos señalaron como punto de inflexión el Comité Federal de diciembre de 2015, en el que se acordó no pactar ni con la derecha, ni con radicales ni con independentistas.
Page explicó que sus diferencias con Sánchez “no tienen nada que ver con un teatrillo mediático” y que “lo que se aprobó entonces fue desobedecido después”. Lambán, por su parte, criticó abiertamente al presidente al afirmar que “Pedro estaba dispuesto a cualquier tipo de acuerdo con tal de llegar al poder”, y acusó al PSOE de haber perdido su autonomía estratégica en favor de socios parlamentarios que, a su juicio, son “indeseables”.