Las Islas Baleares están viviendo una situación migratoria “crítica”, según sus autoridades autonómicas, marcada por el aumento sostenido de llegadas personas a sus costas y el colapso de los servicios de acogida de menores no acompañados. Fuentes del Govern balear confirman a Artículo14 que en lo que va de año han arribado 4.700 migrantes en patera, una cifra que supera ya las llegadas de todo 2024, cuando se registraron 6.000 personas.
Solo en el mes de agosto, más de 1.500 migrantes alcanzaron las islas, lo que convirtió a esta ruta en la que más creció en España y en Europa. “El goteo de pateras es constante”, explican las fuentes consultadas por este periódico. Según el Govern balear, el repunte de migrantes se debe a la ruptura del tratado de amistad con Argelia, tras el cambio de posición del Gobierno español sobre el Sáhara Occidental. Desde entonces, la ruta argelina hacia Baleares se disparó. En lo que va de año se han recuperado 41 cadáveres en las costas y tres migrantes permanecen desaparecidos tras el naufragio de una patera.
En lo que llevamos de año han llegado 4.796 personas migrantes de manera irregular procedentes de Argelia a las costas de las Illes Balears, más de 300 menores, somos la ruta migratoria que más crece y en la actualidad nuestros cuatro consells tienen el servicio de protección de…
— Marga Prohens (@MargaProhens) August 26, 2025
En este sentido, el problema más urgente se centra en los 680 menores no acompañados que están bajo tutela de los consells insulares. Según las mismas fuentes del Govern, no quedan espacios ni profesionales para atender la demanda, lo que ha llevado a plantear la habilitación de explanadas con barracones o tiendas de campaña en caso de nuevas llegadas masivas. Y de ahí el rechazo frontal del Gobierno autonómico a recibir menores migrantes llegados de Canarias.
La presidenta del Govern, Marga Prohens, confirmó en distintas declaraciones públicas que pedirá al Supremo la suspensión cautelar del reparto de menores aprobado por el Gobierno central. Además, su Ejecutivo prevé pedir la contingencia migratoria extraordinaria para que la comunidad quede excluida de ese reparto.
“La realidad es que lamentablemente no tenemos ningún tipo de información ni ningún tipo de comunicación con el Gobierno de España”, declaró Prohens, que lleva días denunciando la situación de colapso para rechazar la posibilidad de acoger a menores que lleguen de Canarias. La última vez que vio a Sánchez, coincidiendo con la recepción del Rey Felipe, le trasladó el problema, que él dijo conocer, pero desde entonces no ha habido más interlocución con Moncloa, según las fuentes consultadas.
Pese a ello, el ministro de Infancia y Juventud, Ángel Víctor Torres, acusó a Baleares de poner “palos en las ruedas” y de no enviar los datos sobre los menores acogidos. Prohens respondió en Al Rojo Vivo de La Sexta que había entregado esos datos en julio directamente a Sánchez y que la consejera de Familias también los había trasladado a la ministra de Infancia. “Quienes están dejando palos en las ruedas son quienes están dejando sola a Baleares”, dijo. Y recordó que solo en agosto se habían tutelado más de 60 menores y que “dos de cada tres” niños en los servicios de tutela eran ya menores no acompañados.
La capacidad ordinaria para la acogida de menores migrantes es un criterio objetivo.
Ni se discrimina ni se da ventaja a ninguna CCAA.
Se da una respuesta justa y equilibrada a un fenómeno que puede afectar a todas las comunidades costeras.
Aquí lo explico👇
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— Ángel Víctor Torres Pérez (@avtorresp) August 27, 2025
La presidenta criticó además que mientras a Baleares se le asignaban 49 menores en el reparto nacional, comunidades como Cataluña o Euskadi no va a recibir ninguno. “No puedo imaginarme que sigan insistiendo en esta falta de humanidad y sensibilidad hacia las Islas Baleares”, afirmó. En sus intervenciones, Prohens insistió en que la política migratoria no debía consistir en “repartir” menores entre comunidades, sino en actuar en origen, reforzando la cooperación y los medios humanos y económicos para controlar la ruta argelina.