Podemos, formación política que ha hecho del feminismo una de sus principales banderas, cerró el ejercicio 2024 con un déficit significativo en materia de paridad interna. Los datos oficiales reflejan que la brecha entre hombres y mujeres en su plantilla persistió, consolidando una tendencia histórica que se remonta a los orígenes del partido en 2014.
La memoria de personal del ejercicio 2024 muestra que Podemos contaba, a 31 de diciembre, con un total de 63 trabajadores: 41 hombres y 22 mujeres. Esta composición supone un 65% de hombres frente a un 35% de mujeres. Muy lejos del equilibrio que el partido ha defendido públicamente en sus propuestas legislativas y en sus declaraciones políticas. La brecha es más acusada en el Consejo Estatal, con 23 hombres y 12 mujeres, y algo menor en los Consejos Autonómicos, que reúnen a 18 hombres y 10 mujeres.
Para construir una sociedad feminista y acabar con el machismo, las mujeres lo tenemos claro: con educación en igualdad y educación sexual.
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— Podemos (@PODEMOS) March 8, 2023
A nivel institucional, la formación morada presenta un perfil distinto. Tres de sus cuatro representantes en el Congreso son mujeres, al igual que sus dos eurodiputadas elegidas en las elecciones de 2024. Además, 12 de los 18 líderes autonómicos del partido son mujeres, y la presencia femenina en su dirección estatal es elevada. Sus rostros más visibles actualmente son Irene Montero e Ione Belarra.
Las cifras de Podemos
Esta falta de paridad no es un fenómeno reciente. Ya en 2023, el partido había registrado cifras similares: de 69 empleados, solo 28 eran mujeres. El ejercicio anterior, 2022, la plantilla ascendía a 154 personas, de las cuales 47 eran mujeres. Incluso en su primer año de existencia, 2014, la desproporción era evidente: 24 trabajadores y 21 de ellos hombres.
El contraste entre el discurso y la práctica es especialmente llamativo si se tiene en cuenta que Podemos ha impulsado iniciativas legislativas para ampliar la representación femenina en órganos institucionales y empresas cotizadas. Así, llegando a convencer al PSOE para que apoyara que las mujeres pudieran superar el 60% en órganos como el Tribunal Constitucional o el Consejo General del Poder Judicial. Sin embargo, el balance general indica que la organización no traslada a su estructura interna las mismas exigencias que reclamó al resto de la sociedad.
La reducción de plantilla en los últimos años ha sido drástica. De los 457 trabajadores que la formación llegó a tener en 2017, solo permanecen 63. Este recorte estuvo motivado por la debacle electoral en las elecciones autonómicas y municipales del 28 de mayo de 2023 y por la pérdida de peso a nivel nacional. Pasó tras concurrir en coalición con Sumar en las elecciones generales del 23 de julio, donde solo obtuvo cinco escaños. El ajuste se concretó en un Expediente de Regulación de Empleo que afectó al 90 % del personal autonómico y al 70 % del estatal.
En comparación con otras formaciones políticas, la situación de Podemos destaca negativamente. El Partido Popular, con 301 empleados en 2024, registró una ligera mayoría femenina (50,8%) mientras que el PSOE alcanzó un 55% de representación de mujeres sobre un total de 461 asalariados. Estos datos sitúan a Podemos como la fuerza con menor proporción femenina en plantilla entre los grandes partidos nacionales.