LUCHA POR LA IGUALDAD

El poder parlamentario sigue siendo territorio masculino: menos del 30% son mujeres

Actualmente, las mujeres ocupan solo el 27,2% de los escaños en los parlamentos nacionales y el 21,2% de las presidencias parlamentarias, según datos de la Unión Interparlamentaria

Esta semana, Ginebra recibió una de las citas más importantes del año en materia de igualdad de género: la 15ª Cumbre de Presidentas de Parlamentos, organizada por la Unión Interparlamentaria (UIP) en colaboración con el Parlamento suizo. Reunió a más de 330 participantes de 37 países, entre ellas 30 mujeres que presiden cámaras parlamentarias. Un evento que, más allá del simbolismo, puso en evidencia un dato que debería ser inaceptable en pleno siglo XXI: las mujeres ocupan solo el 27,2% de los escaños en los parlamentos nacionales y apenas 21,2% de las presidencias parlamentarias a nivel mundial.

El evento estuvo marcado por el 30º aniversario de la Declaración y Plataforma de Acción de Beijing —la hoja de ruta global para los derechos de las mujeres—, y por los 10 años de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, las líderes parlamentarias aprovecharon para lanzar una llamada de atención contundente: “afirmamos que la igualdad de género, la inclusión y el liderazgo femenino son fundamentales para una paz y seguridad sostenibles”.

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum.
EFE/Isaac Esquivel

Infrarrepresentación

La declaración final del encuentro fue categórica al denunciar la exclusión sistemática de las mujeres en los procesos de toma de decisiones sobre paz y seguridad: “La infrarrepresentación de las mujeres en la mediación y negociación de la paz sigue siendo un obstáculo importante para lograr una paz duradera y una gobernanza inclusiva“. En línea con ello, se instó a adoptar enfoques más inclusivos y sensibles al género en diplomacia, ciencia y la gobernanza de nuevas tecnologías.

Los datos respaldan esa preocupación. Según el informe más reciente de la UIP, solo seis parlamentos han alcanzado o superado la paridad de género (50%) en sus cámaras bajas o únicas. La media mundial se sitúa en un 27,2%, y apenas alrededor de 70 países superan el 30% de mujeres parlamentarias. Países como Ruanda (63,8%), Cuba (55,7%) y México (50,2%) encabezan el ranking, mientras que grandes economías como Estados Unidos (28,9%) o Alemania (32,4%) siguen lejos del objetivo.

Meloni
La primera ministra danesa, Mette Frederiksen, charla con su homóloga italiana, Giorgia Meloni, antes de la foto de familia en París
Efe

Un requisito para la democracia

El documento final también puso el foco en otros retos estructurales: “Nos alarma el peaje que la violencia armada cobra en la población civil, afectando de forma desproporcionada a mujeres y niñas” y condena la violencia sexual como arma de guerra. En ese sentido, las participantes reafirmaron su compromiso con la implementación de “leyes de tolerancia cero y políticas que refuercen la rendición de cuentas”, así como con la adopción de presupuestos con enfoque de género.

El evento también sirvió de plataforma para impulsar la campaña de la UIP “Achieving gender equality, action by action”, que propone 10 medidas concretas para avanzar hacia la igualdad, entre ellas: aprobar leyes de paridad, combatir la violencia contra las mujeres en la política y eliminar leyes discriminatorias. La campaña subraya que “la igualdad de género no es solo un objetivo, sino un requisito previo para sociedades inclusivas, resilientes y democráticas”.

La presidenta de Perú, Dina Boluarte
EFE

“Reiteramos nuestro compromiso de hacer de la paridad la norma”

Una de las mayores propuestas fue la necesidad de transformar los parlamentos en instituciones sensibles al género, adoptando medidas que promuevan la conciliación, la diversidad y la equidad. Países como Reino Unido, Colombia o Suecia han implementado cambios significativos en esta línea, incluyendo votaciones por poder durante licencias parentales o procedimientos internos contra el acoso.

Mirando al futuro, las participantes hicieron un llamamiento claro: “Reiteramos nuestro compromiso de hacer de la paridad la norma dentro y fuera de nuestros parlamentos”. El documento de la cumbre servirá como base para la próxima Conferencia Mundial de Presidentes de Parlamento, garantizando que la igualdad de género se mantenga en el centro de la agenda política global.

La conclusión es clara: aunque ha habido avances, el ritmo es insuficiente. La igualdad no puede seguir siendo una promesa aplazada. Como dijeron las líderes parlamentarias reunidas en Ginebra, “es más urgente que nunca lograr la paridad de género en los parlamentos y espacios de toma de decisiones”. La democracia, la paz y el desarrollo sostenible dependen de ello.

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