La mujer en la corona

Zarzuela impone la paridad en su cúpula directiva

La Casa equilibra la balanza de sexos con seis nombramientos de mujeres en el último año y medio. Las últimas elecciones encajan con el nuevo objetivo de la Corona: la transformación digital

De izquierda a derecha: Rosa Lerchundi, Carmen Castiella, Mercedes Araújo y Marta Carazo
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Camilo Villarino llegó a la Casa del Rey en febrero del pasado año con el objetivo de regenerar la Casa y conectar la Monarquía con la sociedad. Los Reyes entendieron que para que Corona perdure en la sociedad española cumplir pulcramente con la agenda y “someterse” de alguna manera al segundo plano que el presidente del Gobierno ha pretendido con el Rey a nivel nacional e internacional no era factible.

“Relanzar” la Corona se antojaba un reto difícil en una Monarquía Constitucional: la amalgama de partidos republicanos y nacionalistas que conforman el Gobierno de Pedro Sánchez no ayuda a que se articule una red de apoyo al Jefe del Estado.

Felipe VI, la Princesa Leonor y Camilo Villarino
Felipe VI, la Princesa Leonor y el Jefe de la Casa del Rey, Camilo Villarino
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La vía que sustenta el modus operandi para potenciar la figura de los Reyes, y de una manera cada vez más patente, la de la Princesa y la Infanta, es la conexión con la sociedad, en un complicado equilibrio con la distancia que debe marcar la Institución para que sea eficiente. Para que una Monarquía sea eficiente, su papel debe ser discreto, como el padre en la sombra que actúa para que brille el hijo.

Renovar el organigrama de Zarzuela ha sido una de las prioridades. Un perfil menos militar y más técnico, formado por profesionales de distintas áreas, el objetivo. Y, en esta línea, nombrar más mujeres en puestos de dirección.

Lo que dice la legislación

Según la legislación, la ley de paridad exige que ningún sexo supere el 60%, ni sea inferior al 40%, lo que implica una cuota mínima del 40% en las mujeres. Según afirman desde Zarzuela, el currículum y la trayectoria de los nuevos miembros de la cúpula del organigrama es la prioridad, pero la máxima institución del Estado no puede ir aparte del mundo que representa, independientemente de las argumentaciones favorables o contrarias. O, al menos, no de una manera tan rotunda como hace menos de un lustro, cuando la dirección de la Casa estaba formada íntegramente por hombres.

Cinco nombramientos de mujeres en el último año

Cinco nombramientos de mujeres han tenido lugar en el último año. Mercedes Araújo, secretaria general de la Casa del Rey; Carmen Castiella, Consejera diplomática; María Ocaña, secretaria de la Reina, Marta Carazo -nueva secretaria de la Reina tras la destitución de Ocaña-, y Rosa Lerchundi como nueva directora de comunicación de la Casa y Ana Varela Varela, interventora de cuentas. En total, cinco mujeres y seis hombres: Eduardo Diz Monje, Jefe del Cuarto Militar; Juan Carlos González Díez, Jefe del Gabinete de Planificación y Coordinación; Miguel Ángel Herráiz Alarcón, Jefe del Servicio de Seguridad, Bernardo Francisco Lizaur Cuesta, Jefe de Protocolo, Alfonso Azores García, Jefe de Administración, Infraestructura y Servicios, Ana Varela Varela (interventora). Una composición más equilibrada que, además, encaja en el futuro de un reinado con nombre de mujer: la Princesa Leonor.

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efe

Dominar la comunicación, factor clave

En Zarzuela son muy conscientes, además, de la necesidad de integrar  la transformación digital en su modus operandi. Según la publicación de las cuentas de la Casa, de los 8,4 millones de euros que reibe la Institución anualmente, en el último año los Reyes han invertido 2,5 millones de euros a la “transformación digital” de Zarzuela para renovar equipos informáticos, telecomunicaciones y licencias.

Los nombramientos de Marta Carazo y de Rosa Lerchundi han seguido esta línea. Ambas vienen del mundo de la comunicación. Periodistas, Carazo ha trabajado en Televisión Española durante 2q años hasta la fecha, y Lerchundi ha sido directora de informativos de Telecinco. Han pisado el terreno, conocen la sociedad española y la manera de dirigirse a ella. El reto para ellas será hacerlo desde el otro lado de la comunicación y  la más alta representación del Estado, cada una en un puesto diferente.

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Cumplimiento de la Constitución.

En su discurso de proclamación, Felipe VI aseguró a los españoles desde las Cortes que comenzaba el reinado de un Rey Constitucional. “Un Rey que debe atenerse al ejercicio de las funciones que constitucionalmente le han sido encomendadas y, por ello, ser símbolo de la unidad y permanencia del Estado, asumir su más alta representación y arbitrar y moderar el funcionamiento regular de las instituciones”, aseveró.

El que la segunda del Jefe de la Casa sea letrada de las Cortes tiene su fundamento. Araújo fue secretaria general adjunta para Asuntos Parlamentarios del Congreso de los Diputados, puesto que ocupaba desde 2014, y tiene altos conocimientos sobre la Constitución española. Su visión a la hora de enfocar el cumplimiento de la misma e interpretar los artículos por parte de la Jefatura del Estado ha sido clave en su elección.

En un momento en que la polarización social y política está más presente que nunca, es evidente que Don Felipe ha buscado una persona ducha en la materia y que, además, tiene una sólida experiencia como asesora y gestora.

El caso de Castiella es el único en el que su nombramiento tiene relación con sus antecesores previos a la llegada de Villarino. Diplomática de carrera -al igual que Alfonso Sanz Portolés-, esta bilbaína tiene una amplia experiencia en Iberoamérica. Licenciada en Derecho Económico por la Universidad de Deusto, su último destino ha sido el de embajadora en Paraguay desde 2021, país del que se despidió el pasado día 19 para prepararse en su nuevo reto. A lo largo de su trayectoria, Castiella ha potenciado los vínculos entre España y Latinoamérica, y abogado por dar visibilidad a la participación femenina en política exterior.