“Tenemos prioridades más urgentes. Cuando se acerquen abordaremos el tema”

Fuentes cercanas a Netanyahu descartan una acción inmediata por el avance de la flotilla y el patrullero español. Salvo sorpresas de última hora, si violan el bloqueo naval se les deportará

El buque "Furor" saldrá de Cartagena
Efe

La patrullera “Furor” que el presidente Sánchez ha lanzado al mar desde Cartagena para escoltar a la Flotilla Sumud Global tendrá, a priori, un papel más simbólico que ejecutivo.

El peligro real que puede asumir esta flotilla con, dicen, “ayuda humanitaria”, sería llegando a la costa de Gaza, a 15 millas de la misma. Israel mantiene un bloqueo naval desde 2007 en dichas aguas para evitar ataques terroristas. De hecho, el 7 de octubre Hamás trató de atacar desde el mar, la organización terrorista tiene buenos submarinos, y colocaron minas dentro del océano.

El problema que tendrían flotilla y patrullero sería en caso de traspasar ese cerco marítimo. No obstante, pese a las soflamas de los activistas que se dirigen a la zona de conflicto -en la que participa la ex alcaldesa Ada Colau-, en las que afirman que llegarán a su destino, lo cierto es que si uno bucea en los antecedentes entenderá que es algo bastante inverosímil, -aunque no haya que olvidar los informes que vinculan a los organizadores de la flotilla con Hamás y Hezbulá-.

Parte de la Flotilla Global Sumud
EFE/EPA/MOHAMED MESSARA

Los antecedentes

Según explican fuentes de las FDI -Fuerzas de Defensa israelíes-, de momento no se informará sobre cuál va a ser el modus operandi israelí, por motivos operativos y de seguridad. Salvo sobresaltos de última hora, el Ejército detendrá a la flotilla en caso de que crucen la línea roja, lo llevarán a puerto israelí y desde allí los deportarán de vuelta a su país de origen. El presidente Sánchez difícilmente ignora este dato, y un detalle no despreciable es que ha mandado a una patrullera -que cuenta con cañones fabricados por la empresa israelí Rafael, eso sí- y no a una fragata.

En 2010, una flotilla de activistas procedentes de Turquía viajaron a Gaza con el mismo propósito, llevar alimentos y demás a la zona. El Ejército israelí reaccionó y, durante la interceptación del barco, murieron 9 personas. Los 450 restantes fueron devueltos. Esto abrió una crisis diplomática con Turquía, y desde entonces “el Ejército israelí ha entrenado a grupos concretos para que la detención no cause bajas humanitarias”, informa  a este medio un militar que ha formado parte de dichos entrenamientos.

La posición del gobierno de Netanyahu

Por su parte, de momento el gobierno de Netanyahu no ha entrado a hacer valoraciones. Ni de la patrullera de Sánchez ni de la fragata de la presidenta italiana Meloni, quien ha enviado el buque a la vez que ha tachado a la flotilla de “irresponsables”. Según informan fuentes cercanas al Ejecutivo israelí: “Aquí se haba poco de esto, tenemos asuntos más urgentes. Lo abordaremos cuando se acerquen”.

Aunque reine un gran escepticismo en cuanto a que la flotilla pretenda cumplir con su misión y cruce la línea roja interpuesta por Israel, un eurodiputado que fue alto representante de España en la OTAN, experto además en materia de ciberseguridad, asegura:  “Mandar un buque de la Armada española para proteger a una flotilla que rompe un bloqueo naval impuesto por Israel a la Franja de Gaza es extremadamente irresponsable“, afirma, “pues supone estar dispuesto a llegar a un enfrentamiento armado con las Fuerzas Armadas israelíes”.

Jerusalén
Familias y simpatizantes de los rehenes israelíes retenidos por Hamás en Gaza, portando antorchas, pancartas y fotografías de los rehenes
EFE/EPA/ABIR SULTAN

Lo que dice la ley

El artículo 17 de la ley de seguridad nacional establece que para ordenar operaciones en el exterior que no estén directamente relacionadas con la defensa de España o del interés nacional, el Gobierno realizará una consulta previa y recabará la autorización del Congreso de los Diputados. La ley estipula que, en caso de no ser posible realizar dicha consulta previa, el Ejecutivo someterá en la Cámara Baja la decisión adoptada para su ratificación.

La exigencia del cumplimiento de estos preceptos jurídicos son munición para la oposición, pero el Gobierno podría utilizarlo para generar debate hasta el debate parlamentario y someter la cuestión a una votación en la que obligaría a los partidos a retratarse y le reforzaría de cara a su electorado. Los votos de PNV y Junts serían una incógnita, pero es un “relato” muy conveniente para Sánchez. Que, además, ayudaría a tapar los casos de corrupción que le cercan cada vez más. A él y a su mujer, Begoña Gómez, y ser el partido que enarbola la causa palestina, lo que resta votos a Podemos y a Sumar.