DESEO SEXUAL

El elefante en la habitación: cuando quieres menos sexo que él (y no es falta de amor)

¿Tienes menos deseo de sexo que tu pareja y no tiene nada que ver con el amor? Descubre qué es lo que sucede y unos consejos de especialistas

Menos sexo
Imagen simbólica de 'Secretos de un matrimonio' (2021)
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La disparidad en el deseo sexual es un desafío más común de lo que solemos pensar. Si eres una persona que tiene menos deseo de sexo que su pareja, y temes que esto se interprete como una falta de amor o atracción, es fundamental entender el desequilibrio y que no tiene nada que ver con el sentimiento del cariño.

De hecho, intentar forzar el deseo es contraproducente, y puede dañar a una misma y a la relación. Por ello, es clave entender la diferencia entre el deseo espontáneo y el reactivo, así como conoces las recomendaciones para la intimidad de los expertos.

Cuando quieres menos sexo que él: deseo espontáneo y reactivo

Menos deseo de sexo - Salud
Una mujer en su cama

Los factores como el estrés, el cansancio, los cambios hormonales, la dinámica de la relación, e incluso la medicación, influyen drásticamente en la libido. Hay estudios que indican que el deseo femenino tiende a ser más fluctuante y condicionado por el contexto emocional.

Lo crucial es aceptar que la asincronía sexual es parte de la relación. La solución no es intentar igualar las libidos, sino comprender las diferentes formas en que el deseo se manifiesta, y negociar acuerdos que funcionen para ambos.

La sexóloga Rosemary Basson estableció un modelo donde explica estas diferencias, con la distinción entre el deseo espontáneo y el deseo reactivo:

  • Deseo espontáneo: Es el impulso que aparece de forma instintiva y sin un estímulo directo. Esa “chispa” que surge de repente, la sensación urgente de querer tener un encuentro sexual. Es más frecuente en la persona con la libido más alta (a menudo el hombre, aunque no siempre).
  • Deseo reactivo: Es el deseo que surge en respuesta a la excitación o a la intimidad, no antes. La persona puede no sentir “ganas” iniciales, pero se vuelve receptiva o se excita a través de caricias, besos, o la conexión emocional. Es la llama que se enciende con los preliminares. Este tipo de deseo es muy común en relaciones estables, y se observa frecuentemente en mujeres.

El “menú de intimidad” que recomiendan los expertos

Una pareja en la cama

Entender los tipos de deseo es clave para comprender por qué hay diferencias en la pareja. Entender por qué hay menos deseo de sexo abre la puerta a iniciar la intimidad con contacto físico (no necesariamente sexual), para ver si el deseo reactivo aflora, liberando a la pareja de la presión de sentir el impulso inicial.

Una herramienta interesante puede ser, precisamente, establecer una especie de “menú de intimidad”. Este particular menú es una lista de posibilidades basadas en la comunicación y el entendimiento en pareja.

A través de él, si eres la persona con menos deseo, puedes ofrecer diferentes “platos” o alternativas para reducir el sentimiento de rechazo e incluso probar a ver si se da en ti el deseo reactivo.

En pocas palabras, establecer varias opciones en el momento en el que surge la ocasión de intimar. Pueden ser alternativas de menor a mayor intensidad, dependiendo de cómo se sienta en ese momento la persona con menor deseo sexual.

Por ejemplo, si tu pareja quiere tener una relación sexual pero no tienes tanto deseo, podéis hablar sobre realizar diferentes alternativas de menor intensidad sexual: una ducha juntos, caricias, besos largos, un masaje, una charla agradable y cariñosa…

Esto ayudará con el objetivo de mantener la conexión y la salud sexual, validando la intimidad sin coacciones ni rechazos. Y si esto se convierte en un problema y estas soluciones no funcionan, la terapia sexual a manos de un profesional debe ser una opción a considerar.

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