El Virus del Papiloma Humano (VPH) es un virus de transmisión sexual que contiene ADN y que puede infectar las mucosas orales y las genitales, de acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
Existen más de 240 diferentes variedades del VPH, pero 14 están relacionados con varios tipos de cáncer, de acuerdo con la organización. España presenta una prevalencia media de infección en mujeres del 14,3%. De este porcentaje, 29% es en mujeres de 18 a 25 años, según el Ministerio de Sanidad.
Es por eso que la vacunación es una de las formas de prevención más efectivas, pues de acuerdo con la doctora María del Carmen Pingarrón Santofimia, Jefa de equipo de ginecología oncológica del Hospital Quirónsalud San José, “hasta el 75-80% de la población que tiene contacto con el HPV se infecta con él”. Aunque matiza que no supone que provoque lesiones ni cáncer en todos los infectados.

Consecuencias del VPH para la salud
Aunque la mayoría de las infecciones por VPH son inofensivas y desaparecen por sí solas, algunos tipos del virus pueden provocar verrugas genitales, lesiones precancerosas y diversos tipos de cáncer. Entre ellos, destaca el cáncer de cuello de útero, que es el segundo más frecuente tras el de mama y la tercera causa de muerte en mujeres después del de pulmón y el de mama. “En España se diagnostican cada año unos 2.511 casos de cáncer de cérvix que provocan la muerte de 848 mujeres”, advierte la doctora.
Además del cáncer de cuello uterino, el VPH también puede ser responsable de otros cánceres como los de vagina, vulva, ano, pene y ciertos cánceres orofaríngeos. “De todas las mujeres que entran en contacto con el HPV, el 70% llega a eliminarlo sin que le provoque daños, pero en el 30% restante el virus producirá lesiones precancerosas que deben ser diagnosticadas para impedir que progresen y lleguen a generar un cáncer”, explica la especialista.
Cómo reducir el riesgo de desarrollar enfermedades
Una de las herramientas clave para evitar las complicaciones del VPH es la detección temprana. Por eso, la doctora Pingarrón recalca la importancia de las revisiones ginecológicas rutinarias. “Son fundamentales para descartar posibles anomalías y reducir el riesgo de desarrollar distintas enfermedades”, subraya.
Estas revisiones permiten detectar de forma precoz las lesiones precancerosas, lo que evita su progresión hacia un cáncer invasivo y permite aplicar tratamientos menos agresivos y más eficaces.
La vacuna es el único tratamiento
A día de hoy, no existe un tratamiento específico para eliminar la infección por VPH una vez contraída. Sin embargo, sí hay una forma efectiva de prevenir sus consecuencias más graves: la vacuna. “La reciente y mejorada vacuna nonavalente que salió en 2017 previene los cánceres de cérvix hasta en un 90%”, destaca la doctora Pingarrón.
La vacunación representa, por tanto, la mejor herramienta para frenar la incidencia de los cánceres asociados al VPH, tanto en mujeres como en varones.
Quiénes son candidatos para vacunarse
El Comité Asesor de Vacunas de la Asociación Española de Pediatría (AEP) recomienda la vacunación del VPH para varios grupos. Se aplica de forma gratuita a niñas de 12-13 años. También está indicada para mujeres hasta los 26 años, niños y hombres a partir de la adolescencia, y personas con factores de riesgo.
Pese a ello, la doctora lamenta que “la tasa de vacunación en España, en calendario vacunal, es del 70% de media”, una cifra que refleja la necesidad de mayor información y concienciación social.
Vacunarse contra el VPH no solo protege individualmente, sino que contribuye a reducir la propagación del virus y sus consecuencias a nivel colectivo.