Asturias disfruta de un enclave privilegiado en el norte de España. Esta autonomía es conocida por sus paisajes verdes, su apreciada gastronomía y una costa llena de playas espectaculares. Allí hay un pueblo con una playa muy singular que vale la pena visitar. Así, más allá de los arenales más concurridos, existen rincones que aún conservan su propia esencia.
Esta se suma a una tranquilidad que invita a la desconexión total. Uno de estos tesoros es este paraje singular en el concejo de Cudillero. Es una escapada ideal para quienes buscan una experiencia costera auténtica y alejada de las masificaciones.
Visita este verano el pueblo con una playa muy singular en Asturias
Cudillero es no de los pueblos marineros más importantes de Asturias. Si bien recibe turismo, es verdad que las masificaciones no se dan allí. Es un gran exponente de la belleza del litoral asturiano. Su encanto reside en la disposición de estilo colgante de sus casas, de variados colores.
Estas se ven escalonadas en un anfiteatro natural alrededor del puerto. El paso de los barcos y el aroma a mar definen la atmósfera de esta localidad que, a pesar de su popularidad, aún permite disfrutar sus rincones con calma.
Y es que muy cerca del núcleo de la localidad se encuentra la Playa de La Gueirúa. Este paraje rompe con la imagen típica de las playas de arena dorada. Su singularidad reside en su lecho de cantos rodados y, sobre todo, en los imponentes islotes afilados (los llamados ‘gueiros‘) que emergen del mar. Los visitantes se sienten en una película de ciencia ficción, e incluso en un videojuego, cuando llegan a la playa.
Su acceso, si bien no es complejo, requiere de una pequeña caminata, lo que contribuye a mantenerla libre de las aglomeraciones y a preservar su ambiente sereno y místico. Además, se puede visitar con mascotas.
Un pueblo marinero con mucho encanto
El concejo de Cuideriu (asturianu) está compuesto por la villa de Cudillero, Villademar (Villamar), La Atalaya (La Telaya) y Aroncés. Aunque sus orígenes exactos son objeto de debate, algunas teorías sugieren una fundación vikinga, bretona o romana. Otras apuntan a un desarrollo medieval vinculado a las órdenes monásticas.
Allí se hallan dos iglesias, destacando la Iglesia de San Martín de Luiña. Cuenta con un gran estado de conservación, y es una de las más representativas de las edificaciones religiosas de la costa asturiana.
Sin embargo, lo que define verdaderamente la identidad de Cudillero es su evolución como villa marinera. La gastronomía tradicional local bien lo demuestra, con productos frescos del mar como el famoso pixín (rape) o los mariscos, es otro de sus grandes atractivos.
Además, la cercanía a la Senda Costera E-9, que forma parte del Camino de Santiago, permite también realizar rutas de senderismo que ofrecen vistas espectaculares del litoral.
Además, conecta bien con los otros pueblos y playas escondidas del concejo de Cudillero. Por lo que una escapada por allí combina cultura marinera, tradición y paisajes marítimos que dejan sin palabras. Conocer este pueblo con una playa muy singular de Asturias es conocer uno de los más bonitos enclaves de nuestro país.