El regreso de la programación televisiva de septiembre ha dejado un duelo mediático muy claro: mientras Pablo Motos y El Hormiguero firmaron su mejor estreno histórico en Antena 3, las audiencias de TV confirmaron que la entrevista de Pedro Sánchez en RTVE quedó por detrás en impacto y repercusión.
El éxito rotundo de ‘El Hormiguero’
Según datos de Barlovento Comunicación, El Hormiguero arrancó temporada con Bertín Osborne como invitado y alcanzó 2.347.000 espectadores y un 21,1% de cuota en Antena 3. Las audiencias de TV sitúan este estreno como el mejor de la historia del programa, consolidando a Pablo Motos en el liderazgo del prime time.
En número de espectadores únicos, El Hormiguero consiguió reunir a 4,8 millones de personas, demostrando su capacidad de conectar con un público masivo y heterogéneo.

La entrevista de Pedro Sánchez en RTVE, realizada por Pepa Bueno, congregó en total a 2.027.000 espectadores, con una cuota de pantalla del 18,5%. Las audiencias de TV evidencian así una diferencia significativa respecto al programa de Antena 3, que superó en 300.000 espectadores al jefe del Ejecutivo.
La cita se pudo seguir en La 1, La 2, el Canal 24 horas, RNE y RTVE Play. Solo en La 1, la entrevista de Pedro Sánchez alcanzó 1.487.000 espectadores y un 13,5% de cuota.
Duración y franja horaria, factores decisivos
La entrevista de Pedro Sánchez comenzó a las 21:30 y se extendió durante 48 minutos, hasta las 22:18. En esa franja, Antena 3 promedió 1.770.000 espectadores y un 16,1% de cuota gracias a los últimos minutos de Antena 3 Noticias y al arranque de El Hormiguero.
El efecto arrastre fue clave. En cuanto Pablo Motos inició el programa a las 21:55, las audiencias de TV se inclinaron rápidamente hacia Antena 3, dejando a RTVE en una posición secundaria.
Los datos de espectadores únicos refuerzan aún más la diferencia. La entrevista de Pedro Sánchez alcanzó 3,9 millones, mientras que El Hormiguero llegó a 4,8 millones. Las audiencias de TV muestran así que, aunque el presidente del Gobierno tuvo visibilidad, su entrevista no consiguió mantener la atención al nivel del programa de entretenimiento.
Un estreno político frente a un fenómeno televisivo
La entrevista de Pedro Sánchez tenía como objetivo marcar el inicio del curso político, en un momento de gran tensión social y económica. Sin embargo, las audiencias de TV revelan que el interés ciudadano se concentró en el entretenimiento ligero frente al mensaje institucional.

El Hormiguero no solo mantuvo el liderazgo, sino que amplió la distancia, convirtiéndose en el gran ganador de la noche frente a una RTVE que no logró convertir la entrevista presidencial en un evento televisivo de primera magnitud.
Los analistas de las audiencias de TV coinciden en que la franja horaria, la duración del formato y la capacidad de enganchar al espectador son factores decisivos. En este caso, la entrevista de casi una hora con Pedro Sánchez se enfrentó directamente al producto estrella del entretenimiento nocturno, una batalla en la que la política partía con desventaja.