En 2013 Majo Gimeno tenía a su bebé hospitalizada, muy cerca de ellas, observó que el niño de al lado, con una edad muy parecida, estaba solo. Le extrañó, se acercó al control de enfermería para preguntar, y la respuesta fue que no tenía padres. Le descolocó por completo. “Yo no sabía que esa situación existía en España. Me impactó hasta tal punto que me ofrecí voluntaria para acompañarle“.
Desafortunadamente, no era tan fácil. “Me explicaron que les hacía mucha falta, pero que debía pertenecer a un colectivo. Y les pregunté que a qué colectivo me apuntaba y me dijeron que ojalá hubiera alguien que hiciera eso para que los niños no estuvieran solos”, nos comenta.
Aquello no la detuvo. “Jamás había pensado emprender y mucho menos fundar una ONG, pero un año después con cuatro amigas y 40 euros, que era lo que costaba crear una asociación, decidí ponerme en marcha para crear esa figura jurídica que me exigían”. Y así nació Mamás en Acción. “Hoy en día somos madres, padres, chicos, chicas, abuelos o abuelas que venimos a dar cariño y hacemos lo que haría el papá o la mamá en la habitación de al lado”, nos explica Majo.
“Cada uno de los niños que acompañamos es un regalo, una experiencia y un aprendizaje de vida. A veces son bebés, que no comen y nos piden que les acompañemos para ayudarles a coger peso y a las pocas horas de achucharles, calmarles, acunarles con canciones.. empiezan a terminar el biberón y a coger peso. Estaban hambrientos, pero de cariño. O cuando son adolescentes y te preguntan quién te paga para que estés ahí y se sorprenden cuando les dices que nadie y tras eso, empiezan a abrirse y creamos lazos increíbles” relata.
Una vez que el niño sana, llega el adiós. “Cada alta, por mucho que la celebremos, es una despedida y debemos aprender a dejar ir. Si no vuelven a estar hospitalizados o logramos que sean acogidos por un voluntario, no los volveremos a ver”, confiesa.
Ni un niño solo
Hoy bajo el lema “Ni un niño solo” operan en un total de 49 hospitales más de diez ciudades de España. Aunque los datos son complicados de recabar, a través de los tres perfiles de niños a los que ayudan, se puede saber que superan los 50.000mil en España. “El primero son niños que sufren maltrato doméstico o niños que han sido declarados en desamparo, renuncias, tutelas al nacer. El Ministerio traslada unas treinta mil denuncias al año”, nos explica la presidenta.
“Con ellos acompañamos las 24 horas, estamos con ellos siempre hasta que les den el alta”. El segundo perfil son niños que sí tienen familia, pero que los padres no pueden estar con sus hijos en los hospitales porque podrían ver reducidos sus ingresos y con ello perder la guarda y custodia “son padres que tienen que elegir entre perder sus ingresos y por ende perder a sus hijos” nos cuenta Majo.

Hay un ratio que revela que una de cada tres familias todavía no ha salido de la crisis por el covid. “Acompañar a estos niños supone la prevención al perfil número tres que son los niños tutelados en España”. Ellos suponen la desgarradora cifra de 51.902 niños, que viven bajo la tutela de la Administración en España. “Si se ponen enfermos no tienen garantizado el acompañamiento hospitalario. De estos, 17.000 viven en residencias infantiles, lo que antes se llamaban orfanatos. Son los que si se ponen enfermos están acompañados siempre por Mamás en Acción y por lo que acompañamos al perfil número dos, para impedir engrosar el perfil número tres”, asegura Gimeno.
Una lección de vida
La red de voluntarios sin los cuales Majo siempre dice “sin ellos no soy nada” acompañan durante muchas horas a estos niños sin familias, y eso casi siempre implica renunciar a las suyas propias.
“Mis hijos y todos los hijos crecen sabiendo que son muy afortunados, no sólo por tener una bici o ir a Disney, porque sus padres dan la vida por ellos y que ellos ven que hay otros niños que eso no lo tienen. Pero también son niños que aprenden a renunciar a sus padres en favor de que vayan a cuidar de otros. Aprenden a abrirse y a ser generosos“, mantiene.
Unirse al acompañamiento
Para unirse como voluntario deben registrarse en la página web: www.mamasenaccion.es. “Tras eso les llamaremos para un encuentro y darles las herramientas necesarias. Deberán pasar un test psicológico para identificar sus habilidades emocionales necesarias” explica Majo Gimeno quien antes de finalizar la entrevista para Artículo14 nos pide difundir un mensaje.
También se puede colaborar económicamente, desde su web. Con sólo 15 euros un niño podrá estar un día entero acompañado.
“Me gustaría que el mundo abriéramos los ojos a la realidad que nos rodea y que tengamos la audacia de dar un paso adelante en aquello que nos mueve o nos quita la paz. La soledad no deseada es la verdadera pandemia actual y no solo afecta a niños, sino a mayores, a adolescentes y miles de personas que se sienten solas en un mundo lleno de gente. El primer voluntariado empieza en casa, en nuestro entorno y con las personas a las que cada uno tenemos acceso”, se despide dándonos las gracias por la entrevista, pero el agradecimiento se lo devolvemos nosotros. Majo es de esas personas con las que, una vez que te cruzas, te animas a ser mejor.