Ocho de cada diez españoles menores de 45 años no se plantean formar una familia. Estos datos, que sitúan a España a la cola de Europa en cuanto a fertilidad (en 2022, nuestro país registró la segunda tasa de fertilidad más baja de toda la UE, con apenas 1,16 hijos por mujer), se agravan cuando ponemos el foco en las mujeres.
Formar una familia se complica por diversas razones: para el 80 % de la población es hoy más complicado que para las generaciones anteriores. Así lo sostienen ocho de cada diez españoles, que consideran que lo tienen más difícil que sus padres o abuelos, según el último barómetro de The Family Watch. Su directora, María José Olesti, revela al analizar los datos una caída importante de la proporción de población que se plantea tener hijos en los próximos años: apenas un tercio priorizaba este objetivo en 2024, esto es, un 15% menos que el año anterior.
Tras encuestar online a un millar de hogares de toda España en noviembre de 2024, el XIV Barómetro de las Familias ofrece una radiografía de las principales preocupaciones, inquietudes y prioridades de los adultos españoles, año a año. En esta última edición, se aprecia que la mayoría de los encuestados cree que la situación económica actual del país es “regular” (45,6%) o “mala” (41,2%), siendo los jóvenes (18 a 44 años) y las mujeres los perfiles más críticos en lo que se refiere a la economía.
“Llevamos varios años detectando esta tendencia: son 14 años los que hemos realizado este barómetro, y a las familias les preocupa cada vez más la situación económica, la situación política y la situación social”, explica la directora general de este think tank, María José Olesti. “Las familias no son ajenas a muchas de las situaciones económicas y sociales que le rodean. Por ello el hecho de formar una familia es algo muy difícil de alcanzar para la gran mayoría de las familias encuestadas, incluso más difícil que para sus padres o abuelos”.
“Estamos viendo que los encuestados no planean formar una familia, y ocurre también entre los más jóvenes. Es preocupante porque en ellos se funda nuestro futuro. Para los menores de 45 años, no está dentro de sus prioridades tener hijos: prefieren viajar, conocer otras culturas, prosperar en sus puestos de trabajo o mejorar su formación o sus estudios”, revela Olesti, que habla de “una inversión en la escala de valores”.
El caso de las mujeres
Según los datos, ha aumentado un 4% la proporción de encuestados que asegura que hoy hay más obstáculos para formar una familia, hasta el 79,3%; un porcentaje que es tres puntos mayor entre las mujeres: el 79,6%. Esta percepción, al final, acaba afectando a los planes de futuro de los ciudadanos, que acaban anteponiendo otros objetivos al de formar una familia. Así, las principales prioridades para los encuestados en los próximos cinco años son, como señala Olesti, viajar (63,5%) y prosperar en su vida profesional (59,3%).
El de las trabas en la proyección profesional es uno de los motivos que explican por qué entre las mujeres la resistencia a tener hijos es mayor que en los hombres. La realidad es que cerca de un tercio de las mujeres nacidas en los años setenta en España no han tenido ni van a tener descendencia. Es la generación de españolas con menos hijos de la historia. Una parte de ellas quisiera serlo pero no ha podido, otra ha decidido no serlo porque las medidas de conciliación de la vida laboral y la crianza no les parecen suficientes.
Conciliación, vivienda y ayudas fiscales
Todas las prioridades descienden ligeramente respecto a 2023, pero la de pensar en formar una familia es la que lo hace de manera acusada: si el año pasado casi la mitad (47,8%) lo tenía entre sus planes; en 2024 solo lo consideraba un tercio (32,7%). Entre los principales retos identificados, destacan la falta de acceso a la vivienda para los jóvenes (66,5%) y la necesidad de medidas que favorezcan la conciliación entre el trabajo y la vida familiar (74,8%). También señalan otras medidas para mejorar el bienestar de las familias, como las ayudas fiscales (44,8 %) o la necesidad de implantar una prestación por hijo a cargo (32,4 %).
“Hoy la responsabilidad de toda la sociedad y de todos los agentes sociales es ver cuáles son las dificultades que enfrentan los más jóvenes para poder construir un proyecto vital y formar una familia, que sin duda pasa por que haya ayudas en el acceso a la vivienda, mejores medidas para poder conciliar e integrar la vida personal y profesional y tener en cuenta la precariedad laboral y salarial”, añade la directora de Family Watch.
Entre la población de 18 a 44 años, tener hijos también está en la cola de sus prioridades. Aunque la proporción de jóvenes que cree que formará una familia en los próximos años es algo superior al de la población general (el 50%), también ellos prefieren dedicar su futuro más cercano a otros objetivos, como viajar o su carrera profesional. Además, solo el 20% de las familias encuestadas cree que se educa a sus hijos en valores como el respeto, la igualdad, la diversidad o la solidaridad (8,6 puntos menos que en 2023).
El problema de la tecnología
El barómetro también ofrece datos sobre el impacto de las tecnologías en los niños. Una de cada dos familias con menores a cargo asegura que sus hijos ya poseen móvil (8 puntos menos que en 2023); y dos tercios de ellas se lo dieron a los 12 años o antes. Los encuestados muestran su preocupación sobre los riesgos de estos dispositivos en el desarrollo de los niños, y apuntan el uso excesivo de las redes sociales como el principal peligro (para el 81,2%). Le siguen la “exposición a insultos o injurias” (79,1%) y “los cambios de autoestima al seguir a influencers” (77,1 %).
La situación política, laboral, el estrés, la angustia y las alteraciones del sueño son las principales preocupaciones del “entorno” de los encuestados, que reflejan este año un aumento de sus inquietudes relacionadas con el trabajo y la necesidad de recibir ayuda psicológica o psiquiátrica. De hecho, el 26,8% ha necesitado ayuda psicológica o psiquiátrica, y el 24,9% ha consumido ansiolíticos.
Los factores desencadenantes del deterioro de la salud mental varían según la edad. Así, si entre los adultos figuran las dificultades económicas (78,9%) y la soledad (49,1%); entre los jóvenes priman las redes sociales (68,3%), el bullying (56,4%) y la baja autoestima (49,7%).