El calendario litúrgico católico marca el ritmo de las festividades religiosas a lo largo del año. Junto a las grandes solemnidades, como la Navidad o la Semana Santa, cada jornada está dedicada a recordar a santos y beatos cuya vida dejó huella en la historia del cristianismo. Este miércoles, 24 de septiembre, la Iglesia celebra la festividad de Nuestra Señora de la Merced, patrona de la ciudad de Barcelona y figura de profunda devoción en numerosos lugares de España y América Latina.
La Virgen de la Merced: historia de una devoción
La advocación mariana de Nuestra Señora de la Merced se remonta al siglo XIII, cuando según la tradición la Virgen se apareció a San Pedro Nolasco en Barcelona. En aquella visión, le pidió que fundara una orden religiosa dedicada a la redención de los cautivos cristianos que se encontraban en manos musulmanas durante la época de la Reconquista.
De esa experiencia nació la Orden de la Merced en 1218, también conocida como los mercedarios. Sus religiosos asumieron el voto de dar su vida, si era necesario, para liberar a los prisioneros. Durante siglos, realizaron numerosas gestiones y rescates, liberando a miles de cautivos.
La devoción a la Virgen de la Merced se extendió rápidamente por España y más tarde por América, gracias a la expansión de la orden. En 1687 fue proclamada patrona de Barcelona, ciudad que desde entonces celebra su fiesta con especial solemnidad cada 24 de septiembre.
Fiesta mayor en Barcelona
En la capital catalana, la festividad de la Merced trasciende el ámbito religioso para convertirse en la fiesta mayor de la ciudad. Conocida simplemente como La Mercè, se celebra con un amplio programa cultural y popular que incluye conciertos, castellers, correfocs y actividades para todos los públicos.
Miles de personas participan cada año en los festejos, que combinan tradición y modernidad. La imagen de la Virgen, que se conserva en la Basílica de la Mercè, preside los actos litúrgicos principales, mientras que las calles de Barcelona se llenan de color, música y espectáculo.
Patronazgo en otros lugares
Aunque Barcelona es el epicentro de la devoción, la Virgen de la Merced es también patrona de numerosas localidades españolas y latinoamericanas. En países como Perú, República Dominicana, Argentina o Chile, el 24 de septiembre se organizan procesiones y celebraciones religiosas en su honor.
En el ámbito castrense, además, la Virgen de la Merced fue declarada patrona de los reclusos y de las instituciones penitenciarias en España en 1939, reforzando el vínculo con su origen ligado a la libertad de los cautivos.
Otros santos del día
Junto a la Virgen de la Merced, el calendario litúrgico del 24 de septiembre también recuerda a otros santos y beatos menos conocidos. Entre ellos destacan:
- San Gerardo Sagredo, obispo y mártir en Hungría en el siglo XI, considerado uno de los evangelizadores del país.
- San Pacífico de San Severino, religioso franciscano italiano del siglo XVII, recordado por su vida austera y de oración.
- Beato Antonio González, dominico español martirizado en Japón en el siglo XVII.
Cada uno de estos nombres refleja la diversidad y riqueza de testimonios que la Iglesia propone como modelo de fe a lo largo de los siglos.
Un día para la reflexión y la tradición
La celebración del 24 de septiembre invita a reflexionar sobre valores como la libertad, la solidaridad y la entrega al prójimo, que inspiran la advocación de la Merced desde sus orígenes. En un contexto actual en el que millones de personas aún sufren situaciones de privación de libertad, exclusión o marginación, la figura de la Virgen de la Merced cobra una renovada vigencia.
Al mismo tiempo, la fiesta muestra cómo la religiosidad popular se entrelaza con la cultura y la vida social de los pueblos. En Barcelona, la Mercè se vive tanto en los templos como en las calles, en un ejemplo de cómo las tradiciones religiosas se transforman en patrimonio común de toda la ciudadanía.