La Universidad de Barcelona (UB) ha anunciado la apertura de una investigación interna y ha suspendido cautelarmente de sus funciones al catedrático emérito acusado, tras recibir una denuncia formal en la que once mujeres le señalan por conductas sexuales inapropiadas, vejaciones e intimidación. Estos hechos, que se remontan a décadas de actividad académica del grupo, han sido calificados como “muy graves” por la propia institución y podrían tener implicaciones penales si se confirman.
Las acusaciones salieron a la luz el pasado 2 de julio a través de diversos medios de comunicación. Desde entonces, la universidad ha activado diferentes mecanismos institucionales para contactar con las personas afectadas. La reunión con las denunciantes se produjo finalmente el 9 de julio a través de sus abogadas, ya que las víctimas prefirieron mantener el anonimato.
Dos días después, el 11 de julio, la Universidad de Barcelona suspende cautelarmente al catedrático acusado de conductas sexuales inapropiadas y vejaciones recibió formalmente la denuncia por escrito. En el documento se detallan comportamientos por parte de miembros del grupo CREA y de su fundador que, según la UB, vulnerarían gravemente el Código Ético de la universidad. Ante esta situación, la institución ha expresado su “consternación absoluta” y ha reiterado su compromiso con la tolerancia cero frente a cualquier forma de violencia, acoso o maltrato.
Medidas inmediatas
Como respuesta, la UB ha puesto en marcha varias acciones. Una de las medidas más contundentes ha sido la suspensión cautelar de las funciones como catedrático emérito del docente acusado, en atención a la gravedad de las acusaciones que pesan sobre él.
En segundo lugar, se ha activado una información previa, procedimiento que permite iniciar una investigación interna con garantías tanto para las personas denunciantes como para las personas denunciadas, garantizando confidencialidad y protección a las posibles víctimas.
Además, se la UB ha anunciado la constitución de una comisión de expertos, compuesta por tres profesionales especializados en violencia de género y acoso institucional, al menos dos de los cuales serán mujeres. La comisión puede estar integrada por personal interno o externo a la universidad, con el fin de garantizar objetividad y rigor en el análisis de los hechos denunciados.
Otras medidas adoptadas
La UB también ha informado sobre una serie de acciones adicionales que se han implementado desde que tuvo conocimiento del caso. Hace una semana ya hizo pública la cancelación del Congreso Europeo sobre Violencia Doméstica, previsto para septiembre en el Edificio Histórico de la universidad, donde figuraba como uno de los organizadores principales CREA, el grupo de investigación que lideraba el catedrático.
Por otro lado, la UB ha decidido desvincular el grupo CREA de los canales oficiales de la universidad, eliminando su presencia en el dominio ub.edu y sus direcciones de correo institucionales, corrigiendo una “situación anómala” que persistía desde 2020, año en que CREA dejó formalmente de formar parte de la UB.
También han anunciado la ausencia total de representación institucional de la UB en cualquier evento o actividad vinculada con el grupo CREA o con las personas denunciadas y la monitorización de redes sociales para detectar y corregir posibles vulneraciones del Código Ético de la universidad desde perfiles vinculados a la institución.
Campaña en redes
Desde que se hizo pública en los medios de comunicación la situación de las mujeres presuntamente vejadas por el catedrático emérito, miembros del grupo CREA han iniciado una campaña en redes sociales asegurando que las informaciones aportadas por las denunciantes son falsas, y enmarcándolo, sin aportar pruebas, en una estrategia de difamación orquestada por un supuesto delincuente. El propio catedrático acusado hizo público un comunicado hace unos días en el que aseguraba que “las citadas acusaciones son totalmente falsas y fruto de una perversa fabulación basada en el anonimato”. El catedrático también asegura encontrarse indefenso y su reputación muy afectada sin motivo real. Afirmó que ha solicitado a los medios que rectifiquen las informaciones publicadas, a lo cual hay que indicar que no es cierto que este medio haya recibido solicitud alguna de rectificación.
Contexto y antecedentes
Las denuncias contra el grupo CREA no son nuevas. Desde hace años, voces dentro y fuera de la universidad han alertado sobre su funcionamiento interno, descrito por algunos ex-miembros como autoritario y sectario. En 2004 y 2016 ya se produjeron denuncias y controversias relacionadas con sus métodos y con la figura del catedrático. Sin embargo, según varios críticos, como el también catedrático emérito Jaume Trilla, -quien ganó una demanda a CREA por difamación-, las autoridades universitarias han actuado con una mezcla de “inhibición, pasividad o incluso complicidad” a lo largo del tiempo.
El nuevo comunicado institucional de la UB marca un punto de inflexión. En él, la universidad asegura que apoyará a todas las personas que hayan vivido situaciones de abuso y se compromete a averiguar la verdad y dirimir las responsabilidades necesarias.
La investigación está en marcha y se espera que en las próximas semanas se conozcan avances en la resolución del caso. La Universidad de Barcelona ha manifestado su firme voluntad de actuar con la máxima seriedad, transparencia y contundencia ante unos hechos que han conmocionado profundamente a la comunidad universitaria.