Maltratadores reincidentes en la calle: “Lo que tenemos no es un sistema judicial. Es una fábrica de impunidad”

Casi la mitad de los hombres condenados a prisión por violencia de género vuelve a maltratar una vez cumplen condena

Hay maltratadores en la calle. Hombres condenados por violencia machista libres. Que no han pisado prisión. Maltratadores que siguen ejerciendo la misma violencia contra sus víctimas o contra otras mujeres – a pesar de estar condenados, insistimos- porque el sistema falla, de manera sistemática, a las víctimas. Suena raro. Casi descabellado. Incomprensible…pero ahí están los datos que abalan esta inadmisible realidad. Año tras año.

La Central Penitenciaria de Observación, dependiente del Ministerio del Interior, concluyó que la reincidencia en los casos de violencia machista en España es del 41,6 por ciento. En otras palabras: casi la mitad de los maltratadores condenados por maltratar a sus parejas o exparejas vuelven a ejercer violencia contra las mismas mujeres o nuevas víctimas.

En un periodo de 3 años tras cumplir condena vuelven a maltratar

Los hombres maltratadores están en el pódium de reincidencia, tan solo por detrás de los ladrones o de los que atentan contra la salud pública. Y según el mismo ministerio, que tildó de “pionero” el estudio del 2022 porque ayudaría a “comprender mejor los factores asociados a la reincidencia y elaborar políticas de intervención más efectivas para la reinserción social y penitenciaria”, los reincidentes – de cualquier tipo- vuelven a cometer un delito tres años después de su puesta en libertad.

Los maltratadores reincidentes son españoles entre los 31 y 50 años. Para elaborar este estudio solo se tuvieron en cuenta a los hombres que cumplían pena en prisión por violencia de género. Es decir, se excluía a todos aquellos maltratadores condenados a otro tipo de penas: órdenes de alejamiento, prohibición de comunicación, trabajos en beneficio a la comunidad o pulseras de control telemático.

La necesidad de poner el foco en los maltratadores reincidentes

Bien, pues ahora que ya saben que casi la mitad de los maltratadores que cumplieron condena entre los años de elaboración de este estudio (2009-2019) volvieron a maltratar, ¿cuántos maltratadores reincidentes no cumplen su condenada en España?

Lo cierto es que no hay ninguna institución que se encargue de estudiar en profundidad este perfil. A pesar de que haya datos que justifican la imperiosa necesidad de seguir poniendo el foco en los maltratadores reincidentes.

Lo que sí sabemos es que, según reveló la fiscalía general del Estado del año 2023, solo en el año 2022 menos de un 30% de los condenados a prisión por violencia machista cumplieron su pena. Demos la vuelta a esta cifra: más de un 70% de maltratadores condenados estuvieron o están en la calle. Aquel año se impusieron 7.113 penas de prisión, de las que 4.992 fueron suspendidas y 120 sustituidas.

Con estos datos, las asociaciones que velan por la seguridad de las mujeres maltratadas se preguntan: ¿Cuántos antecedentes hacen falta para que a estos maltratadores se les considere un peligro real?

El 40% de feminicidios lo cometen agresores con antecedentes

“En España, el 40 % de los feminicidios ocurridos en los últimos años fueron cometidos por agresores con antecedentes o denuncias previas por violencia machista. Algunos habían estado en prisión. Otros ya habían agredido a otras mujeres. Y, sin embargo, seguían en la calle”, insisten desde la Asociación Somos Más.

“La legislación actual permite medidas cautelares, prisión provisional y órdenes de alejamiento. Pero rara vez se aplican con la contundencia necesaria. Los jueces se escudan en que ‘no hay indicios suficientes de riesgo’, los informes policiales minimizan las señales, y los protocolos fallan una y otra vez”.

Uno de los casos más recientes y evidentes de este tipo de fallos es el que ha ocurrido el pasado 8 de agosto en La Rioja. Un hombre maltratador reincidente, agresor de tres mujeres (que se sepa), que ha intentado hasta en cuatro ocasiones inactivar la pulsera de localización conectada a Cometa (que se imponen a los maltratadores de víctimas que corren un riesgo elevado) y quebrantador de las ordenes de alejamiento vigentes, está en la calle. Libre. Todo porque, según informaron fuentes judiciales a Artículo14, el juzgado estaba de vacaciones cuando este maltratador quebrantó una de las ordenes de alejamiento contra una de sus víctimas.

Lo hizo en plena vía pública y quedó grabado por testigos en la zona. La Guardia Civil lo detuvo, pero tan solo unas horas después, volvió a la calle. Con el riesgo que eso supone para su primera, segunda y tercera víctima.

“¿Qué otro delito violento se tolera con tal impunidad?”

“¿En qué otro delito violento se tolera tal impunidad? ¿Acaso a un terrorista reincidente se le deja pasear por las calles con total libertad? ¿A un violador con varias condenas se le considera “poco peligroso” y se le aplica un régimen laxo de vigilancia? ¿A un narco con historial criminal se le permite vivir al lado de su víctima?”, preguntan desde Somos Más.

Son, en realidad, preguntas retóricas. La respuesta la tienen clara: “No. Pero si el delito es violencia machista, las instituciones bajan la mirada. La reincidencia no parece importar. Al multirreincidente se le trata como si fuese un delincuente menor, cuando en realidad es un asesino en potencia. Se nos dice que hay “proporcionalidad penal”, pero ¿quién mide la proporcionalidad cuando se pierde una vida?”.

Por qué no se puede dejar libre a un maltratador

Las consecuencias de dejar en libertad a un maltratador reincidente son devastadoras. Desde Somos Más, que trabajan a diario por proteger y ofrecer ayuda a las supervivientes de maltrato, explican que son “cientos” de víctimas las que “viven aterradas sabiendo que su agresor sigue libre”. También los hijos e hijas de las víctimas, que quedan expuestos a estos maltratadores.

“Lo decimos alto y claro: no se puede dejar libre a un maltratador reincidente. No estamos hablando de una opinión. Estamos hablando de una exigencia ética, jurídica, institucional. Porque permitir que un agresor reincidente siga libre es complicidad institucional. Porque dejar en libertad a un multirreincidente es poner en riesgo la vida de las mujeres. Porque mirar hacia otro lado es violencia machista institucional”, insisten. “Si un hombre ha maltratado una vez, ya es grave. Si lo ha hecho dos, es una amenaza. Si lo ha hecho tres o más y sigue en la calle, lo que tenemos no es un sistema judicial. Es una fábrica de impunidad”.

No actuar con total contundencia en este tipo de casos le da poder al maltratador: “Porque sabe que el sistema no actúa. Que puede repetir la conducta”. En otras palabras, sabe que una condena no le cambia la vida. “Que la cárcel es poco probable. Que hay segundas, terceras, cuartas oportunidades”. La consecuencia, sentencian desde Somos Más, “es que mata”. Porque esos maltratadores, de una u otra forma, en su reincidencia, lo venían avisando. Y aunque había señales, nadie hizo nada.