Un hombre, maltratador, que lleva una pulsera de localización conectada a Cometa (lo que significa que la víctima corría un riesgo elevado). Quebranta una orden de alejamiento y vuelve a agredir a su expareja. Lo hace, además, en la vía pública, con testigos y con un nivel de agresividad y violencia altos. Un hombre que ha intentado, en cuatro ocasiones, inactivar el dispositivo que controla sus movimientos para evitar que agreda a una mujer, y que, en este momento, tiene, que se sepa, al menos a tres mujeres atemorizadas e inscritas en el sistema VioGén.
🆘 Una alerta ciudadana permite a la Guardia Civil detener a un reincidente por violencia de género en La Rioja
✅ La víctima pidió auxilio entre gritos mientras el agresor conducía con la puerta abierta
✅ El suceso fue grabado por un ciudadano, quien alertó pic.twitter.com/zZ6808SlaI
— Guardia Civil Navarra 🇪🇸𝕏 (@NavarraGC) August 5, 2025
Pues bien, este hombre, reincidente, peligroso y violento, tras ser arrestado esta semana gracias a la colaboración ciudadana, un testigo grabó la agresión y facilitó las imágenes a las autoridades, lo que propició que la Guardia Civil le arrestase, camina libre tras pasar a disposición judicial.
El juzgado está de vacaciones
Según fuentes del Tribunal Superior de Justicia de La Rioja, el juzgado está de vacaciones y como además, se trataría de su primer quebrantamiento, no han considerado que tenga que entrar en prisión. Queda pendiente el juicio por violencia de género, y una vez que tenga lugar el juicio, se le aplicará la pena por el quebrantamiento, informa Carla Acuña.
Lo cierto es que no existe una doctrina cerrada, un número exacto o fijo de quebrantamientos de orden de alejamiento que automáticamente impliquen el ingreso en prisión de un agresor. La decisión queda a discreción del juez, es quien debe valorar si supone un peligro o no.
En este caso, han considerado que, a pesar de su reincidencia y su violencia, no es suficiente para privarle de libertad.
Sus víctimas, en cambio, continúan en peligro, ya sea por un ataque o porque consiga llegar hasta ellas y convencerlas para que retomen la relación. Son ellas las que se tienen que proteger mientras la él se pasea libre.
¿Qué dice el Código Penal?
El quebrantamiento de una orden de alejamiento está tipificado en el artículo 468 del Código Penal. El 468.2 establece que: Los que quebrantaren su condena, medida de seguridad, prisión, medida cautelar, conducción o custodia serán castigados con la pena de prisión de seis meses a un año si estuvieran privados de libertad, y con la pena de multa de doce a veinticuatro meses en los demás casos.
¿Qué pasa si como este maltratador el agresor intenta inutilizar el la pulsera de localización? El mismo artículo explica que:
Los que inutilicen o perturben el funcionamiento normal de los dispositivos técnicos que hubieran sido dispuestos para controlar el cumplimiento de penas, medidas de seguridad o medidas cautelares, no los lleven consigo u omitan las medidas exigibles para mantener su correcto estado de funcionamiento, serán castigados con una pena de multa de seis a doce meses.
Un solo quebrantamiento puede conllevar prisión
Lo cierto es que un solo quebrantamiento puede conllevar prisión, pero en la práctica, no suele ocurrir. Cuando se saltan la medida de protección, especialmente en un corto periodo de tiempo o si el agresor ha mostrado sistemáticamente un desprecio a las medidas judiciales, la prisión, debería ser, en teoría, muy probable.

Aunque el juicio aún no se haya celebrado, un juez puede ordenar prisión preventiva si observa riesgo de fuga, de reincidencia o de peligro para la víctima. Parece ser, que no era el caso.