Liderazgo femenino

Anna Breman hace historia: primera mujer y extranjera al frente del banco central de Nueva Zelanda

La economista sueca asumirá el 1 de diciembre el cargo. Su nombramiento refleja apertura internacional y apuesta por la diversidad en la política monetaria

Anna Breman

El 1 de diciembre de 2025 será una fecha importante para la historia financiera de Nueva Zelanda. Ese día, la economista sueca de 49 años, Anna Breman, se convertirá en gobernadora del banco central de Nueva Zelanda (RBNZ). Será la primera mujer en conseguirlo y la primera persona extranjera en ocupar el máximo cargo en la institución, que con este gesto lanza un mensaje de modernidad y apertura al resto del mundo.

Proceso de selección

Para alcanzar el puesto, Anna Breman ha tenido que pasar por un concurso riguroso de selección internacional. El proceso arrancó con 300 candidatos; esa lista se redujo primero a 10 perfilesprocedentes del Gobierno, la banca y otros bancos centrales– hasta quedar solo cuatro, que fueron entrevistados por el Consejo del banco central en julio. Tras el proceso laboral, se elevó su nombramiento formalmente a la ministra de Finanzas, Nicola Willis, tal y como exige la ley.

Según el Gobierno y el propio banco central, los criterios de evaluación fueron muy exhaustivos. Buscaban a una persona capaz de dirigir grandes equipos con firmeza, que dominara la política monetaria y la estabilidad financiera y con facilidad para explicar y defender sus decisiones ante el Gobierno, los bancos, los mercados, los medios y la ciudadanía. Además, se valoró la resiliencia bajo presión, la comprensión del contexto local y la capacidad para trabajar con equipos diversos y ganarse la confianza de las comunidades. Su mandato será de cinco años.

¿Quién es Anna Breman?

La mujer que ha conquistado al banco central de Nueva Zelanda llega a Wellington desde Estocolmo, donde ha trabajado como vicegobernadora del Riksbank de Suecia, el banco central del país, y donde ha sido clave en el diseño de la política monetaria durante años de intensa volatilidad: desde la pandemia y sus consecuencias inflacionarias hasta la etapa de normalización de tipos en Europa. Economista de formación, con experiencia en organismos internacionales y una carrera sólida en investigación aplicada, Breman es considerada una especialista en ciclos económicos, estabilidad financiera y desigualdad. Los expertos aplauden su perfil técnico como un activo para un banco central que, como otros de su rango, debe navegar entre el control de la inflación y una transición financiera más sostenible.

La designación llega en un momento delicado para Nueva Zelanda. Tras una década de crecimiento sostenido, la economía se ha visto golpeada por la desaceleración del comercio global. La caída de algunas exportaciones agrícolas y los efectos del endurecimiento monetario internacional. Con la Reserva Federal y otros bancos centrales marcando la pauta, el RBNZ afronta el dilema de mantener tipos lo bastante altos para contener la inflación sin asfixiar el consumo y la inversión. Breman deberá demostrar ahora que es capaz de aplicar la disciplina sueca a un entorno completamente diferente, a 17.000 kilómetros de su casa.

Primera mujer

Pero la trascendencia del nombramiento va más allá de las necesidades monetarias del país. En más de 90 años de historia moderna, el banco central neozelandés nunca había estado dirigido por una mujer, ni por una persona extranjera. Que lo haga ahora, en un momento de incertidumbre global, refleja la apuesta de Wellington por la diversidad y la apertura internacional. Que la elegida sea sueca tampoco es casual: Escandinavia es referencia en igualdad, sostenibilidad y transparencia institucional. Con Anna Breman, Nueva Zelanda busca importar ese enfoque y proyectar una imagen de innovación en la gobernanza financiera.

El ascenso de Breman se suma a una tendencia que, aunque aún incipiente, gana terreno. La presencia femenina en los bancos centrales. Christine Lagarde en el Banco Central Europeo, Victoria Rodríguez Ceja en México y ahora Anna Breman en Nueva Zelanda. Son ejemplos de un cambio cultural que empieza a visibilizar a las mujeres como voces autorizadas en el corazón de la política económica global. El paso adelante de Anna Breman al frente del RBNZ inaugura una nueva etapa para la política económica del país y para la historia de los bancos centrales. Los mercados observarán con lupa a la nueva gobernadora. Y esperan que su llegada no solo garantice estabilidad monetaria. Sino que también abra puertas a una gobernanza más inclusiva en las finanzas globales.

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