Un año del caso Errejón: el día que Sumar estuvo a punto de saltar por los aires

La revelación de los supuestos abusos del exportavoz parlamentario de Yolanda Díaz hizo convulsionar a su espacio político. La Justicia sigue investigándole

“He llegado al límite de la contradicción entre el personaje y la persona”. El comunicado con el que Íñigo Errejón anunció su salida de la política institucional aún escuece en Sumar. El politólogo y estratega de la campaña a las elecciones generales de 2023, antes fundador de Más País y Más Madrid y cofundador de Podemos, se vio obligado a dimitir hace un año por sus supuestos abusos y tratos vejatorios a mujeres.

Errejón, lejos de cámaras y micrófonos desde entonces, dejó su escaño y la portavocía del grupo parlamentario Sumar después de que la periodista Cristina Fallarás difundiera en redes sociales los mensajes que había recibido sobre sus supuestos comentarios sexuales o vejatorios. Ese mismo 24 de octubre, la actriz Elisa Mouliáa le denunció por una supuesta agresión sexual perpetrada en 2021, y la causa abierta en el Juzgado 47 de Madrid sigue abierta.

Apenas había pasado año y medio desde las generales, en enero habría cumplido 12 meses como portavoz. Y sólo habían transcurrido otros cuatro meses desde la dimisión de Yolanda Díaz como líder orgánica de Movimiento Sumar, tras el fiasco de las elecciones europeas.

La moral de los suyos ya estaba baja. Y entonces llegó el golpe que los acercaría al abismo. La terrible dana que se cobró 229 vidas en la Comunidad Valenciana acaparó buena parte de los focos 5 días después, pero las heridas de esta crisis política no se cerraron. En noviembre, Díaz designó a Verónica Martínez Barbero como nueva portavoz parlamentaria. El grupo parlamentario la avaló sin fisuras.

La diputada asturiana relevó a Errejón en el atril del Congreso de los Diputados, aunque distintas voces en Sumar reconocen que no cuentan hoy en sus filas con un perfil político tan versátil como el del politólogo madrileño caído en desgracia. Errejón, junto con Díaz o Ernest Urtasun (ministro de Cultura), era un primer espada en lo comunicativo, así como uno de sus principales estrategas.

Su distancia con Mónica García y Más Madrid (el partido que fundó) era conocida, pero el politólogo había dispuesto unas precarias estructuras para sostener Más País, su último proyecto. En su mayoría han sido absorbidas por Movimiento Sumar, el partido de Díaz.

“Se ha perdido mucho capital político”

Una de las personas que vivieron de cerca esta crisis dentro de la alianza de partidos de Díaz recuerda que fueron momentos traumáticos. La situación de Errejón “ya no ocupa espacio mediático”, apuntan, más allá de la causa judicial que sigue su curso. Y que distintas fuentes parlamentarias y jurídicas dudan que pueda cristalizar en una condena en firme al también cofundador de Podemos.

En el plano político, sin embargo, este interlocutor recuerda que hasta hace escasas semanas, y salvo algunas excepciones, la agenda de propuestas de Sumar era muy similar a la que reivindicaban hace un año. “No ha habido muchos temas muy nuevos”, explica, más allá de los sobrevenidos por las circunstancias. “Desde la salida de Íñigo se ha perdido mucho capital político”, zanja.

Esta vacío de “generadores de ideas” puede haberse salvado con la apertura de nuevos frentes de reivindicación y propuesta política, como los nuevos permisos por defunción de un familiar que reclama Díaz. Con iniciativas como el decreto ley sobre vivienda que quieren ver apoyado por el PSOE. Cuando Errejón sentenció su carrera política, los suyos sacaban pecho porque el discurso del partido y las sucesivas manifestaciones ante la crisis de vivienda les permitían sacar cabeza.

Otras voces de la alianza de partidos reconocen, además, esa pérdida de tracción mediática. Les cuesta más lograr repercusión para sus mensajes, y no solo por el empeño del PSOE en hacerse con buena parte de las banderas de la izquierda.

Errejón, confundador de Podemos, llevaba desde 2014 en primera línea, acostumbrado a la exposición pública y a aprovechar las oportunidades comunicativas. Martínez Barbero, jurista de profesión, presenta un perfil más técnico, aunque en el partido afirman que ha demostrado su cintura política con su desempeño en un periodo tan complejo.

La crisis de credibilidad y el temor a un cierre en falso

Cuando se conoció el caso Errejón, distintos dirigentes de la coalición de Díaz advirtieron del daño para la credibilidad de este proyecto político. El exportavoz parlamentario tenía detractores en las más altas esferas, pero no confrontaron con él en público.

Su salida fue traumática y en las filas de Sumar asumieron una crisis de credibilidad, por haberse denunciado estos comportamientos en un partido feminista. Varias organizaciones de este espacio político advirtieron de que un cierre en falso podría volverse en contra de Díaz y su cúpula a medio plazo.

En enero, el partido presentó su protocolo antiacoso sexual, con un canal seguro de denuncias y con el establecimiento de la suspensión cautelar de quienes incurran en estos comportamientos. Que no tuvieran estos canales activos cuando estalló esl caso sirvió como gasolina para el escándalo.

La dimensión del daño se explica teniendo en cuenta que la mayoría de dirigentes consultados rechazan abordar este episodio. Errejón está proscrito, y quienes se movían en sus círculos dejaron de hacerlo.

El juez toma declaración a dos psiquiatras

Por su parte, el juez Adolfo Carretero, que instruye la causa contra Errejón a raíz de la denuncia de Mouliaá, ha citado este viernes como testigos a dos psiquiatras que atendieron a la actriz. Fue el exportavoz de Sumar, que en todo momento ha reivindicado su inocencia, quien pidió su declaración.

Sus antiguos compañeros de filas ven pocas opciones de que sea condenado, pero saben que no podrá volver a la esfera pública. Son reacios a reconocer el peso político que pusieron sobre sus hombros, que sí reivindicaban semanas antes del escándalo.