Eurovisión riega Basilea con 64 millones de euros: así sería el impacto económico del festival en España si gana Melody

Un festival de Eurovisión en España sería una gran noticia en el ámbito económico, y Madrid, Barcelona o Valencia ya han soñado la idea

Este sábado se celebra la final de la 69ª edición del festival de la canción más conocido del mundo. Todas las miradas estarán puestas en el espectáculo de Eurovisión, en el que sobresaldrán artistas como los favoritos para hacerse con el primer puesto, los suecos KAJ con su canción Bara Bada Bastu. También se pondrá mucha atención en el desempeño que logre la candidata española, Melody, con Esa Diva. Sin embargo, los anfitriones, los vecinos del cantón suizo de Basilea, también tendrán interés en otra cosa: el retorno económico de una de las fiestas internacionales más populares del mundo.

Basilea, la considerada capital cultural del pequeño país europeo, es el lugar en el que se celebra este año Eurovisión. El certamen llega después de que en la anterior edición la canción ganadora fuese The Code, interpretada por el artista suizo Nemo. En realidad, la música lleva días sonando por las calles de la urbe, en tanto que las semifinales ya se han celebrado a lo largo de estos días y la gran gala de este fin de semana ha estado acompañada de eventos paralelos y recintos para los eurofans. Las autoridades calculan que el festival de Eurovisión de 2025 dejará en Basilea nada más y nada menos que 64 millones de euros.

Inversión y retorno

64 millones de euros no es una cifra desdeñable. El gasto turístico internacional en Madrid fue en 2024 de 16.117 millones de euros. Si el festival de Eurovisión de este 2025 se celebrase con la misma inversión y se esperara el mismo retorno, esto implicaría que la capital española ganaría en una sola semana medio punto porcentual de lo que mueve en todo el año el turismo internacional.

Miriana Conte de Malta interpreta la canción ‘Serving’ durante el espectáculo de la segunda semifinal del 69º Festival de la Canción de Eurovisión en Basilea, Suiza, el 15 de mayo de 2025.
EFE/EPA/GEORGIOS KEFALAS

Para Basilea, conseguir esta expectativa de retorno ha implicado hacer una cuantiosa inversión pública, por encima de los 40 millones de euros. De hecho, entró en juego el singular sistema democrático suizo: los vecinos del cantón participaron en un referéndum local por el que dos tercios de los votantes aprobaron el presupuesto para organizar Eurovisión. De no haber prosperado la iniciativa, el festival habría tenido lugar igualmente en la ciudad, pero no se habría desarrollado un programa de fiestas paralelo al mismo. Conradin Cramer, el presidente del cantón, presumió en noviembre del sí cosechado en el sistema de democracia directa. “Para Basilea, el sí significa que podremos recibir a visitantes de Suiza y de Europa con los brazos abiertos”.

Impacto en Suiza

Eurovisión, de esta forma, riega la ciudad suiza de Basilea con cerca de 64 millones de euros. El impacto económico se traduce en las ventas que puedan protagonizar hosteleros y hoteleros en la zona. El interés era total ya cuando se confirmó que Suiza sería el país anfitrión del festival, hace un año. En septiembre, por ejemplo, eDreams confirmaba que las búsquedas de vuelos a la ciudad para las fechas del festival eran 40 veces superiores a las que se produjeron en el mismo lapso del año anterior. Curiosamente, la plataforma de viajes también explicó entonces que la nacionalidad que mostró más interés fue la española, protagonizando el 22% de esas búsquedas.

En la misma línea se ha expresado Booking, que ha confirmado este mismo mes de mayo que las búsquedas de alojamiento desde España en Basilea crecieron un 53% en los cuatro primeros meses de 2025. En la misma plataforma, Basilea ha sido estos meses la ciudad más buscada de Suiza, por encima Zúrich o Ginebra.

A pesar de todas estas buenas noticias, algunos empresarios suizos o alemanes han mostrado cierta insatisfacción. Aunque algunos hoteles de Basilea han colgado los carteles de completo, la ocupación de camas en la ciudad era del 85% a días de que comenzara Eurovisión. En Alemania (Basilea fue elegida como ciudad anfitriona precisamente por su cercanía a las fronteras con Francia y Alemania) el amargor era todavía mayor, la ocupación en regiones cercanas apenas era del 60%. Gran parte del público eurofan serán los propios suizos que no pernoctarán en la ciudad, sino que volverán a casa en coche o tren tras la gran gala del sábado.

Mariam Shengelia de Georgia interpreta la canción ‘Freedom’ durante el espectáculo de la segunda semifinal del 69º Festival de la Canción de Eurovisión en Basilea, Suiza, el 15 de mayo de 2025.
EFE/EPA/GEORGIOS KEFALAS

Elección de ciudad

Melody canta que esa diva “resurge bailando, con más fuerza que un huracán” y bien podría ser un prolegómeno de lo que pueda suceder este sábado por la noche. Si la sevillana conquista el legendario festival de la canción, abriría un singular debate económico en España. El más inmediato de todos los debates que se darían, de hecho: el país anfitrión de cada edición de Eurovisión es el que gana el año anterior. Pero, ¿en qué ciudad se celebraría?

Ese mismo debate se produjo a lo largo del año pasado en Suiza. Además de Basilea, eran candidatas Zúrich, Ginebra y Berna, y sus plenos municipales llegaron a preaprobar planes de inversión para poder organizar el festival en las mejores circunstancias. Finalmente se impuso Basilea precisamente por su atractiva cercanía a Francia y Alemania y por ser considerada capital cultural suiza. No en balde, además de los 40 millones de euros públicos destinados a la organización del certamen, las autoridades locales invirtieron 8 millones de euros en seguridad y ciberdefensa, y en la creación de áreas para eurofans.

En 2022, España se postuló como candidata a organizar el siguiente certamen de Eurovisión. El país acudió al festival con Chanel interpretando SloMo, y era una de las favoritas en el concurso. Finalmente logró un tercer puesto con 459 puntos, lo que no permitió hacer realidad los sueños de muchos ayuntamientos que entonces se postularon como posibles plazas eurovisivas. Madrid, Valencia o Barcelona se ofrecieron a anfitrionar el festival al año siguiente. También lo llegó a plantear Torremolinos (Málaga), cuya alcaldesa es Margarita del Cid.

En España

Que una ciudad española organizara un festival de Eurovisión tendría enormes implicaciones. Dependiendo del tamaño de la ciudad, el retorno económico que el certamen puede generar podría superar el 1% del PIB de la ciudad. En el caso de Madrid, con una inversión similar a la de Basilea, las ganancias serían de medio punto porcentual de todo lo que mueve el turismo internacional en la capital… en una semana. Esos 64 millones que recibirá el cantón suizo serían equivalentes a organizar una decena de macroconciertos en el Bernabéu (cuando fuera posible), o a organizar cuatro festivales del tipo Primavera Sound.

Melody of Spain se presenta en AFAS Live durante Eurovisión en Concierto en Ámsterdam, Países Bajos, el 5 de abril de 2025.
EFE/EPA/Ramon van Flymen

Pero no solo la ocupación hotelera sería de récord ni la hostelería haría su agosto. También VTC y taxis disfrutarían de períodos de máxima demanda y se crearían miles de puestos de trabajo temporales entre seguridad, producción, limpieza, camareros o guías turísticos. En otras ediciones de Eurovisión se calcula que genera cientos de puestos de trabajo entre directos e indirectos.

Otro ejemplo inmediato es Liverpool. La ciudad británica acogió la edición de Eurovisión de 2023. Recibió 473.000 personas, de las que 306.000 fueron visitantes adicionales que gastaron en torno a 62,9 millones de euros en bares, hoteles, restaurantes y tiendas locales. Se calculó entonces que se crearon 1.150 empleos y multiplicó la economía local en 1,34. Eurovisión es, después de todo, un negocio rentable, ya que aporta marca, renombre y atrae turistas que después del festival quieren conocer la urbe que ha sido capital de la canción europea. Un festival de Eurovisión en España también sería una buena noticia en el ámbito económico.

Aunque como canta Melody, con dinero o sin fortuna ellas son divas también.

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