El papel de las mujeres en el ejército ha cambiado con los años. De manera habitual no iban al frente, las que llegaban hasta allí eran una excepción de la norma. La manera más común de colarse en un trabajo de hombres como lo era la militancia, era disfrazada de hombre. Algunas mujeres fueron esa excepción de la norma y forman parte de la historia.
Juana de Arco (1412-1431)
Nació y creció en Francia, en un contexto que dificultaba mucho la crianza de un niño: La Guerra de los Cien Años. La historia de esta joven comienza cuando empieza a recibir supuestas llamadas celestiales que le encargaban apoyar a Delfín Carlos (heredero al trono francés) y luchar con el campo de batalla para “liberar a Francia de sus Calamidades”.
Juana de Arco no dudó ni un segundo en presentarse ante el futuro heredero y exponerle “la misión que le había encomendado Dios”. Delfín confío en la palabra de una desconocida, pero que parecía tener mucho sentido lo que decía. Por ello le dio un uniforme y entonces Juana de Arco se convirtió en comandante del ejército francés. Esto llamó mucho la atención porque las mujeres no solían verse entre los comandantes. A pesar de las barreras sociales que existían, Juana no tardó en ser una más.
El ejército francés encabezado por Juana de Arco, marchó a la liberación de Orleans. La batalla se alargó en el tiempo y pasaron casi siete meses de asedio en los que Juana fue herida en alguna ocasión. Aunque la espera fue larga, los ingleses acabaron retirándose de Orleans y el ejército francés salió victorioso de la primera batalla liderada por Juana. Esto hizo que ganara mucha credibilidad, que no era una simple inspiración divina. Había cumplido con su cometido, pero empezaron a creer que la comandante iba a cambiar el rumbo de Francia.
Se dice que Juana de Arco nunca empuñó una espada, empuñaba el estandarte. Pero lo cierto es que se había convertido en el arma más valiosa para Delfín Carlos: era su más preciado talismán. Las batallas por expulsar a los ingleses continuaban y con buena racha. Delfín Carlos fue coronado Carlos VII y este momento se justificaba también con la presencia divina de Juana.
En el intento de echar a los ingleses de París, el ejército francés cayó en combate. La credibilidad de la comandante empezaba a pender de un hilo. Desde entonces, no ganarían ninguna batalla más.
La comandante fue capturada en mayo de 1430 por las tropas borgoñonas. El duque de Borgoña la vendió a los ingleses, que tantas veces derrotó, y fue encarcelada en el castillo de Rouen. Allí la condenaron a más de 70 cargos que principalmente la acusaban de brujería y herejía. Finalmente, la sentenciaron a muerte y murió calcinada en una hoguera. Juana de Arco se convirtió en un símbolo para la defensa de Francia.
Inés Suárez (1507-1580)
Inés Suárez fue una española que hizo historia en la conquista de Chile. Nació en 1507 en Cáceres, en el seno de una familia de pocos recursos. Ella seguía los pasos de una vida tradicional, una vida que era complicado salirse de ella. Se casó a los 19 años con un joven que enseguida marchó a Panamá. Inés no quería esperar la llegada de su marido toda la vida, así que puso rumbo al Nuevo Mundo.
A su llegada se encontró con que su marido había muerto en el campo de batalla. Inés ya estaba allí, movió cielo y tierra para que el rey la permitiera viajar para encontrarse con su marido con la excusa de crear comunidad en las futuras colonizaciones.
El capitán Pedro de Valdivia evita que un hombre abuse de Suárez y se acaban enamorando. Valdivia tiene una gran trayectoria en el campo de batalla y no deja de plantearse nuevos retos. Empieza a convencer a Inés para emprender el viaje hasta Chile, viaje que otros anteriormente había fracasado. Suárez tenía una gran habilidad para encontrar aguas subterráneas, una habilidad que nos muchos tenían. Así que en un desierto sería de gran ayuda.
Necesitaron solicitar un permiso al rey para que la dejaran viajar de nuevo. Para ello hicieron creer al rey que la joven era la empleada del hogar de Valdivia y necesita que la acompañe en este viaje para las tareas domésticas. Concedido este permiso, marcharon hacia el Nuevo Mundo otra vez.
Lograron conquistar Chile, pero había grupos de indígenas que en varias ocasiones intentarían expulsar a los españoles. Fue una de las ocasiones en las que Inés se encontraba sola y tuvo que defenderse como pudo. En un acto de valentía cortó las siete cabezas de los prisioneros y las echó donde estaba el grupo que iba a atacarles. Consiguió asustarles y marcharon.
Inés se convirtió en una de las mujeres más respetadas de la época gracias a los privilegios que se le habían otorgado. Aunque el mayor privilegio ya lo tenía desde que emprendió su viaje: ser la primera conquistadora.
Marina Raskova (1912-1943): Las Brujas de la Noche
Durante la Segunda Guerra Mundial Marina Raskova se ganó la fama de toda Rusia por su exitoso viaje: viajar desde Moscú hasta el Lejano Oriente sin escalas. Esto la posicionó entre los más altos cargos del ejército. Tuvo la valentía de proponerle directamente a Stalin crear un regimiento de aviación solo de mujeres. Raskova vio la oportunidad y no dudo en aprovecharla.
En un principio no se llevó a cabo, pues no sentó demasiado bien entre los militantes que las mujeres llegaran a pilotaran un avión. La idea se quedó en el aire hasta que la necesidad fue mayor que las barreras sociales. La culpa la tuvieron los alemanes: Rusia se vio sorprendida y necesitaban toda la ayuda posible para poder aguantar el ataque. El 8 de octubre de 1941 firmó la orden de la inclusión de las mujeres en el ejército. Entonces se crearon tres regimientos formados por mujeres, aunque el más famoso de todos fue el regimiento 588, las Brujas de la Noche.
Fue tal la magnitud del trabajo que realizaron las brujas que el ejército alemán tuvo que crear su propia división para poder combatirlas.




