El Ministerio de Igualdad ha acogido la presentación del proyecto “Política pública de igualdad en el deporte”, una iniciativa que busca fomentar la cooperación de siete ministerios para garantizar la igualdad de género en el deporte femenino de alta competición en España.
El proyecto está impulsado por el Instituto de las Mujeres y la Universidad de Córdoba, financiado por la Fundación Española de Ciencia y Tecnología (FECYT) y dirigido por el profesor David Moscoso Sánchez, catedrático de Sociología.
La periodista Paloma del Río, moderadora del evento, destacó la importancia de ampliar el abanico del deporte femenino y señaló que cualquier apoyo para dar mayor visibilidad será siempre bien recibido.
Subrayó además que la defensa y promoción del deporte practicado por mujeres ha sido el eje de su trayectoria profesional, dando paso a la mesa institucional que reunió a representantes del ámbito político, científico y universitario.
Realidad marcada por la desigualdad
Durante su intervención, la secretaria de Estado de Igualdad, María Guijarro, denunció la persistencia del patriarcado en la percepción del deporte femenino y recordó que, actualmente, en el deporte federado, solo una de cada tres personas es mujer: un 23% frente al 77% de hombres.
A pesar de que las mujeres deportistas cuentan con disciplina y bienestar físico, apenas reciben el 1% de los patrocinios y un escaso 5% de la cobertura mediática.
Guijarro añadió que los estereotipos de género siguen desvalorizando los logros femeninos, incluso desde la infancia.
Como ejemplo, mencionó el uso de los patios escolares, donde los niños suelen ocupar el espacio central para actividades deportivas mientras las niñas quedan relegadas a los márgenes. “La fortaleza, la competitividad, el liderazgo y las capacidades son cosas de mujeres”, afirmó, reivindicando que las mujeres representan la mitad de la sociedad y deben tener la mitad de todo.
Ciencia, universidad y políticas públicas
La directora general de la FECYT (Fundación Española para la Ciencia y Tecnología), Izaskun Lacunza, señaló que “no hay nada más transformador y poderoso que el avance del conocimiento científico combinado con políticas públicas eficaces”.
Lacunza explicó que la fundación busca mejorar los mecanismos de conexión entre ciencia y sociedad para influir en decisiones clave.
Por su parte, la vicerrectora de Igualdad de la Universidad de Córdoba, Sara Pinzi, recalcó el compromiso de la institución con la igualdad real y sostenida en el tiempo, destacando iniciativas como el nuevo protocolo contra el acoso sexual y por razón de identidad de género.
Subrayó que la alianza entre ciencia, igualdad y universidades públicas constituye un pilar estratégico para transformar la sociedad y que este proyecto es un ejemplo de esa colaboración.
El deporte como derecho universal
Dando paso al presidente del Consejo Superior de Deportes, José Manuel Rodríguez Uribes, recordó que la igualdad está recogida en la Constitución y que la reciente Ley del Deporte sitúa la equidad y la universalidad en el centro de su articulado.
Defendió que el deporte debe concebirse tanto como un derecho como una industria con valores, y que su acceso debe ser universal.

Rodríguez Uribes destacó los avances logrados en los últimos años, con más de un millón de mujeres federadas y un notable crecimiento en el fútbol femenino, donde ya se superan las 100.000 jugadoras.
Señaló ejemplos de referentes como Carolina Marín, aunque reconoció que aún falta visibilidad y representación institucional para las deportistas.
Natalia Orive, exjugadora profesional de fútbol sala y presidenta de la Asociación Europea de Deportistas (EAPA), señaló que muchas deportistas a menudo no se sienten respaldadas. “A nivel federativo y en algunos clubes nos perciben como incómodas cuando planteamos problemáticas reales del día a día, y eso tiene que cambiar”, afirmó.
Añadió que “se habla mucho del crecimiento del fútbol femenino y de los recursos económicos que está recibiendo, pero esos recursos deben ir acompañados de medidas estructurales; de lo contrario, ese progreso no será sostenible”.
Con este proyecto, se refuerza el compromiso por derribar barreras estructurales y mediáticas en el deporte, impulsando un modelo más justo y equitativo donde las mujeres tengan la misma presencia, reconocimiento y oportunidades que los hombres.