NATACIÓN

Yu Zidi logra el bronce y reabre el debate sobre la edad en la natación mundial

Yu Zidi, con solo 12 años, se convirtió en la medallista más joven de la historia de los Mundiales al aportar en las series del relevo 4×200 m libre que dio a China el bronce

Yu Zidi, en la piscina de los Mundiales de Singapur

Los Campeonatos Mundiales de Natación de 2025, celebrados en Singapur, quedaron marcados por un hito histórico: la nadadora china Yu Zidi, con tan solo 12 años, se convirtió en la medallista más joven de la historia de la competición al contribuir en las eliminatorias del relevo 4×200 m libre que valió a su país la medalla de bronce.

Durante las series matinales, Yu ejerció como salida de China y firmó un tiempo de 1:59.28, clave para asegurar el pase de su equipo a la final con el tercer mejor registro provisional.

La medalla de bronce: un éxito colectivo

Aunque Yu no participó en la definición, el reglamento de World Aquatics otorga a los nadadores de las series el mismo reconocimiento que a los de la final, lo que le permitió alzarse con el bronce y entrar en los anales de la natación global.

En la final de los 200 metros mariposa, Yu Zidi volvió a quedarse a un paso del podio: registró un tiempo de 2:06,43, que la situó en cuarta posición, apenas 0,31 segundos por detrás de la australiana Elizabeth Dekkers, tercera clasificada con 2:06,12.

Un hito que reabre el debate de la edad mínima

La participación de una atleta de apenas 12 años ha reavivado el debate sobre la edad mínima en competencias de alto nivel.

Hasta ahora, las normas de World Aquatics no establecían un tope inferior de edad, delegando esa decisión en las federaciones nacionales.

Yu Zidi, antes de una prueba en el Mundial de Singapur. EFE/
Laura Marta

Una normativa más protectora

Sin embargo, federaciones de natación y expertos se plantean si resulta ético exigir a niñas y niños la preparación física y la exposición mediática propias del entorno élite, con riesgos potenciales para su bienestar psicológico y biológico.

Méritos extraordinarios como el de Yu recuerdan precedentes históricos. En los Juegos Olímpicos de Berlín 1936, la danesa Inge Sørensen, recién cumplidos los 12 años, obtuvo el bronce en los 200 m braza, convirtiéndose entonces en la medallista olímpica más joven de la historia.

La nadadora olímpica Inge Sørensen. Wikipedia

Casi nueve décadas después, Yu Zidi emula aquel registro en el máximo certamen mundial, y el impacto de la nadadora china ha llevado a algunos miembros de la comunidad acuática a sugerir revisar los criterios de autorización de menores en eventos internacionales, contemplando tanto la salud a largo plazo como la experiencia competitiva

Otros defendieron que, si las marcas se obtienen con transparencia y supervisión médica, no debería restringirse el progreso de talentos precoces.

Proyección a futuro

Más allá del debate regulatorio, el episodio refleja la pujanza del relevo chino, que suma su quinta medalla en la disciplina en los últimos diez años, y pone de manifiesto la eficacia de su sistema de detección y formación de jóvenes promesas.

Para Yu Zidi, la hazaña es apenas el inicio de una carrera que apunta alto: con los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028 en el horizonte, la pequeña prodigio aspira a consolidarse en sus pruebas preferidas y a aspirar a medallas en pruebas individuales.

La extraordinaria medalla de bronce de China es celebrada como un triunfo deportivo y, al mismo tiempo, como un toque de atención: ¿hasta qué punto cabe permitir que niñas de tempranada edad aspiren a un podio mundial? La respuesta marcará el futuro de la natación y de las jóvenes promesas que, como Yu Zidi, sueñan muy alto.

Esta hazaña demuestra que el talento no entiende de edades, pero también recuerda la responsabilidad colectiva de proteger el desarrollo integral de quienes, con apenas 12 años, ya sueñan con conquistar el oro.

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