La guerra por el control de Banco Sabadell por parte de BBVA se ha trasladado al despacho de Carlos San Basilio, presidente de la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Ambas entidades se han denunciado mutuamente por presuntas malas prácticas con los accionistas interesados en acudir a la oferta pública de adquisición (OPA) lanzada por el banco presidido por Carlos Torres.
BBVA acusa a Sabadell de obstaculizar el proceso de aceptación en su red de oficinas, retrasando o dificultando la entrega de documentación a los accionistas, e incluso redirigiéndoles a las sucursales del propio BBVA. El banco azul habría detectado estas conductas a través de la técnica del mystery shopping, que utiliza clientes de incógnito para comprobar el cumplimiento de códigos de buenas prácticas, según avanzaron el ‘El País’ y ‘El Español’.
En paralelo, Sabadell ha contraatacado con una denuncia similar. Según su propio mystery shopping, BBVA estaría ofreciendo a los accionistas información incompleta o errónea. En particular, la entidad dirigida por César González-Bueno sostiene que en las oficinas del banco vasco no se explica de forma espontánea el impacto fiscal de acudir al canje, y que, en muchos casos, se transmite la idea de que los impuestos solo se aplican al cobro en efectivo y no a las plusvalías por acciones. También acusan a BBVA de incentivar la venta “inmediata” para aceptar la OPA, insistiendo en los riesgos de perder valor si se mantienen los títulos, informa Europa Press.
La CNMV, presidida por Carlos San Basilio, deberá determinar si procede abrir una investigación formal sobre estas prácticas en un momento en que el calendario de la oferta entra en su tramo final.

Sabadell
Mientras el pulso regulatorio se intensifica, los primeros ejecutivos de ambos bancos han desplegado mensajes opuestos sobre el grado de apoyo a la operación. El consejero delegado de Sabadell, César González-Bueno, aseguró en una entrevista con Bloomberg TV que apenas el 1% de los minoristas ha acudido a la OPA. “Han estado acudiendo de manera gradual durante los últimos días y todavía están por debajo del 1%”, afirmó. Según recordó, el 40% del capital de Sabadell está en manos de pequeños inversores, de los cuales el 80% son clientes con sus acciones depositadas en la propia entidad. En su opinión, es “imposible” que BBVA logre alcanzar el 50% de aceptación exigido para dar por buena la oferta.
En paralelo, González-Bueno deslizó que Sabadell está en contacto con la CNMV sobre la fijación del precio en caso de que se plantee una segunda OPA. Según defendió, debería ser “igual o superior” al actual y con una alternativa “enteramente en efectivo”.

BBVA
Desde BBVA, la visión es distinta. Carlos Torres declaró en TV3 que están recibiendo “muchas aceptaciones” y que el proceso va “muy por delante de lo que teníamos previsto”. El presidente del banco aseguró estar convencido de que superarán “ampliamente” el umbral del 50% y citó como ejemplo la decisión del principal accionista individual de Sabadell, el empresario mexicano David Martínez (3,8% del capital), de acudir a la OPA. “Su opinión favorable al proyecto, por razones estratégicas y financieras, necesariamente tiene que ser buena para todos los accionistas”, sostuvo Torres.
Respecto a la hipótesis de una segunda oferta, el presidente de BBVA quiso cerrar la puerta: “No tiene sentido que nadie la espere, porque sería al mismo precio de la actual. La operación está condicionada a alcanzar el 50%. Si lo alcanzamos, tenemos éxito. Si no lo alcanzamos, tenemos la posibilidad legal de renunciar a la condición. No tenemos intención de renunciar, pero podemos”.

Con el plazo de aceptación concluyendo el 10 de octubre, el enfrentamiento entre BBVA y Sabadell se juega ahora en dos frentes: la persuasión de los accionistas y el escrutinio de la CNMV.