Con más de medio año transcurrido, los dividendos siguen siendo una fuente relevante de ingresos para muchos inversores. En un contexto de tipos de interés elevados y de volatilidad en las bolsas, varias compañías del Ibex 35 y de Europa mantienen pagos recurrentes que, combinados, permiten generar cerca de 3.000 euros anuales a partir de una cartera diversificada.
El comportamiento histórico del mercado respalda este interés. El Ibex 35, incluyendo la retribución al accionista, ha ofrecido en los últimos 30 años una rentabilidad media anual del 7,95%, cuatro puntos por encima de su versión sin dividendos. Dentro del índice, hay compañías que en 2025 destacan con fuerza por la rentabilidad que ofrecen a quienes las mantienen en cartera.
Dividendos del 6%
Según datos de mercado, cuatro valores del Ibex 35 lideran en 2025 el ranking de generosidad con sus accionistas. Cada uno lo hace con una estrategia distinta, pero todos tienen en común un compromiso explícito con el reparto periódico de beneficios.
Con un 6,12% de rentabilidad por dividendo, Enagás se mantiene como uno de los referentes en retribución dentro del Ibex 35. Su negocio regulado de transporte y almacenamiento de gas asegura ingresos estables incluso en entornos económicos adversos. La compañía ha reafirmado su intención de mantener un dividendo creciente al menos hasta 2026, apoyándose en una red estratégica de infraestructuras en España y en proyectos internacionales de hidrógeno verde.
También en el sector energético, pero con un perfil muy distinto, la rentabilidad por dividendo de Repsol se sitúa en el 5,94%, a lo que se suma un programa de recompra de acciones que incrementa la remuneración total al accionista. La petrolera ha utilizado los ingresos adicionales derivados de los altos precios del crudo para reducir deuda y financiar su transición hacia las energías renovables.
Entre los bancos, Sabadell sobresale con un 6,46%, el porcentaje más alto del sector financiero español. La entidad ha retomado el pago en efectivo tras varios ejercicios de ajustes y se beneficia de un contexto de tipos de interés elevados que impulsa su margen de intereses. Además, su sólida posición de capital superior al 13%, los beneficios récord de 2024 y la venta de la filial TSB le han permitido incluir dividendos extraordinarios junto a los ordinarios.
En cuanto a Telefónica, la rentabilidad por dividendo alcanza el 5%, una cifra que mantiene pese a operar en un sector muy competitivo. La compañía está inmersa en una transformación que pasa por la expansión de la fibra óptica y la red 5G, además de un plan sostenido de reducción de deuda.
Más allá de España, en el mapa europeo aparecen también pesos pesados que combinan estabilidad y capacidad de generar caja suficiente para sostener dividendos atractivos.
Allianz, líder del sector asegurador en Alemania, reparte un 4,09% y cuenta con un ratio de solvencia que supera ampliamente el 200%. Este colchón le permite mantener su política de retribución incluso en entornos adversos para los mercados financieros.
En el ámbito energético, Enel figura como una de las eléctricas más activas en retribución al accionista, con un 5,86%. Sus ingresos provienen de una amplia diversificación geográfica y de un mix equilibrado entre generación convencional y renovable. La compañía ha garantizado un dividendo mínimo hasta 2027, lo que aporta previsibilidad a largo plazo.
Entre los fabricantes de automóviles, Stellantis sobresale con un 8,17%. Su estrategia combina el pago de dividendos con recompras de acciones, aprovechando la elevada generación de caja que le proporcionan sus marcas en Europa, América y otras regiones.
Cuánto puede rendir una cartera diversificada
¿Qué ocurre si se combinan estos siete valores en una misma cartera? Con una inversión de 50.000 euros, repartida a partes iguales, la rentabilidad media sería del 5,95%. Esto supondría unos ingresos brutos anuales de 2.974 euros. La cifra es ligeramente inferior a estimaciones previas de 3.000 euros, pero refleja la realidad actual de los pagos.
Quien disponga de un capital menor puede seguir el mismo esquema. Con 25.000 euros, los ingresos rondarían los 1.487 euros brutos anuales. El principio es el mismo: la estrategia se adapta a distintos tamaños de cartera y no requiere grandes patrimonios para empezar a generar rentas.
La verdadera palanca para que esta fórmula gane fuerza es la reinversión. Si los dividendos se reinvierten en las mismas empresas y la rentabilidad media se mantiene, en cinco años una cartera de 50.000 euros podría crecer hasta 66.749 euros y generar 3.971 euros anuales.
En diez años, la cifra superaría los 89.000 euros, con más de 5.300 euros en pagos anuales. Para 25.000 euros iniciales, el crecimiento estimado sería hasta 44.554 euros y 2.650 euros en ingresos al final de la década.
Antes de invertir en dividendos
Aunque los dividendos altos resulten atractivos, los expertos advierten que no siempre son señal de fortaleza. A veces responden a caídas bruscas de la cotización o a tensiones internas en la empresa. Para medir la sostenibilidad del pago, conviene fijarse en indicadores como el pay-out, el nivel de deuda o el flujo de caja libre.
En este sentido, empresas como Allianz y Enel muestran métricas prudentes, mientras que Repsol o Sabadell complementan la retribución con recompras de acciones, reforzando el valor para el accionista. Este tipo de detalles ayuda a diferenciar entre un dividendo estable y uno que podría estar en riesgo.
En cuanto a la fiscalidad, los dividendos tributan en España entre el 19% y el 26% según el importe, y en valores extranjeros existe una retención en origen que puede ajustarse mediante convenios internacionales. Estos detalles son esenciales para calcular la rentabilidad neta y evitar sorpresas.
El contexto europeo es favorable. En el segundo trimestre de 2025, las empresas del continente repartieron 225.541 millones de euros en dividendos, una cifra récord. España mantiene una rentabilidad media por dividendo en torno al 4,1%, por encima de la media de la Eurozona, lo que explica por qué el interés por este tipo de carteras ha vuelto con fuerza.