La deuda de ser mujer: el 60% admite haber dependido económicamente de su pareja

Casi la mitad de las encuestadas (47 %) confiesa haberse sentido atrapada en una relación por motivos económicos

En pleno siglo XXI, la mujer sigue dependiendo económicamente del hombre. Según el estudio “La deuda de ser mujer: radiografía de la brecha financiera en pleno siglo XXI”, todavía seis de cada diez mujeres admiten haber dependido de su pareja en algún momento de su vida. Y el problema no es solo de ingresos, sino también de poder y de capacidad de decisión dentro del hogar.

El informe, presentado durante la Cumbre Mujer al Mando en Dubái, ha sido elaborado por la divulgadora y especialista en finanzas personales Laura Encina, quien entrevistó a más de 5.000 mujeres españolas entre los meses de septiembre y octubre.

El estudio revela las barreras que todavía encuentran muchas mujeres para alcanzar una verdadera independencia económica. El 76 % de las encuestadas reconoce que gestiona su propio dinero solo parcialmente; un 69 % no dispone de una cuenta bancaria a su nombre; y más del 64 % afirma haber dependido económicamente de su pareja en algún momento de su vida.

Ridiculizadas por sus parejas o familia

Estas carencias también se reflejan en la forma en que gestionan el dinero de manera individual. El 71 % asegura haber sido juzgada o ridiculizada por su pareja o familia al manejar sus finanzas, y el 65 % sostiene que son sus parejas quienes asumen las decisiones más relevantes sobre el futuro económico familiar.

Ahorrar, en este contexto, sigue siendo una tarea difícil. Entre las mujeres de 40 a 60 años, solo un 43 % afirma tener algún tipo de ahorro o inversión a su nombre. En cambio, ocho de cada diez jóvenes entre 18 y 28 años no cuentan con ningún ahorro o producto financiero propio.

La dependencia económica también deja huella en la vida personal. Casi la mitad de las encuestadas (47 %) confiesa haberse sentido atrapada en una relación por motivos económicos. “Se estima que el 11,5 % de las mujeres en España ha sufrido violencia económica a lo largo de su vida. Nuestro estudio muestra que, si bien la experiencia es común, el término violencia económica sigue siendo invisible para muchas, que la reconocen solo vagamente”, explica Encina.

El informe también evidencia cómo son ellas quienes, en la mayoría de los casos, renuncian o limitan su carrera profesional para asumir el cuidado familiar: el 54 % de las participantes afirma haber dejado de trabajar o frenado su desarrollo laboral por atender a su familia. Y si llega el divorcio o la separación, la situación económica empeora: el 83 % asegura haberlo vivido así. Incluso cuando ya no están en pareja, el control económico no desaparece: simplemente adopta otra forma. El 91 % denuncia que su expareja ha dejado de pagar pensiones o gastos compartidos en más de una ocasión. “La gravedad y la frecuencia del problema ha obligado a tipificarlo en el Código Penal español, para garantizar que se cubran las necesidades básicas de los hijos”, añade Encina.

Más del 63 % de las encuestadas ha oído hablar de la violencia económica, pero un 76 % no está segura de haberla sufrido, lo que, según la autora, “demuestra que el desconocimiento sigue siendo profundo y que esta forma de control, aunque común, continúa siendo invisible para muchas mujeres”.

Incluso entre quienes logran gestionar su dinero, la inseguridad persiste: más del 20 % reconoce haber tenido deudas o préstamos contratados realmente por otra persona —una pareja o un familiar—. “Esta situación forma parte de la violencia económica y de la brecha de conocimiento”, explica Encina, “porque deteriora el historial crediticio de la mujer y la deja atrapada financieramente o dependiente de su relación para evitar el impago”.

El estudio deja clara la interrelación entre dinero e independencia personal. Hasta que las mujeres no sean dueñas plenas de su economía, la violencia económica no desaparecerá.

Cifras clave del estudio

76% de las mujeres gestiona su propio dinero solo parcialmente.
69% de las mujeres no dispone de una cuenta bancaria solo a su nombre.
• Más del 64% afirma haber dependido económicamente de la pareja en algún momento.
71% de las encuestadas se ha sentido juzgada o ridiculizada al tomar decisiones financieras por parte de su pareja o familia.
65% reconoce que son sus parejas quienes toman las decisiones económicas más importantes para el futuro de la familia.

 

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