El sector eléctrico está en máxima tensión desde que Red Eléctrica (REE) solicitó al supervisor un mayor refuerzo del sistema. Hoy, 15 de octubre, finaliza el plazo de alegaciones a las nuevas medidas urgentes propuestas por el supervisor a petición del Operador. Estas medidas llevarán a la red a un modo de operación súperreforzado para evitar el riesgo de una caída del sistema. La realidad es que la tensión de la red sigue desestabilizada y no puede descartarse la amenaza de un nuevo apagón. Es un problema real durante esta segunda quincena de octubre, resumido en dos factores: mucho sol y baja demanda. La alerta se produce tras unas semanas en la que el sistema ha operado al límite por el exceso de generación renovable y la escasa demanda. Este contexto explica por qué tanto el operador como el supervisor han acelerado la tramitación de medidas excepcionales.
Según las fuentes consultadas por este medio, hasta que bajen las temperaturas y se eleve la demanda eléctrica la red se encuentra en una situación semejante a la pasada primavera. El núcleo del problema surge con la generación fotovoltaica que, a pesar de haber sido limitada al 60% del total, sigue provocando muchas oscilaciones de tensión. “Cruzamos los dedos porque cambie el tiempo, se reduzca la exposición solar, llueva y suba la demanda con la bajada de las temperaturas”, resumen. La apuesta del Ejecutivo por la energía renovable unida a la menor capacidad de generación hidráulica -que es la que tiene capacidad de equilibrar la tensión rápidamente- hacen que estos días de octubre sean especialmente peligrosos en cuanto al riesgo de un apagón. Una contingencia que diversas fuentes sectoriales consultadas por Artículo14 han admitido, pero que nadie se ha atrevido a reconocer públicamente. Toca leer entre líneas.
Situación de emergencia en REE
La propia REE alertó en su petición formal a la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) de la necesidad de reforzar la operativa ante las “variaciones bruscas de tensión en el sistema eléctrico de España peninsular”. Esta es la justificación que utiliza para solicitar “modificaciones urgentes para la estabilización de la tensión”, “[…] que pueden tener impacto en la seguridad del suministro si no son implementados los cambios propuestos”. Si bien la compañía ha insistido desde entonces que siempre han estado “dentro de los márgenes establecidos”, no ha dado más detalles al respecto.
Ante las informaciones publicadas, lanzamos un mensaje de tranquilidad:
▶️Desde Red Eléctrica no hemos hablado de riesgo de apagón ni inminente ni generalizado.
▶️Hemos observado recientemente variaciones de tensión que deben evitarse pero que no han supuesto riesgo de… pic.twitter.com/BGy00S0t7P— Red Eléctrica (@RedElectricaREE) October 9, 2025
En este sentido, aelec -que representa a las grandes eléctricas, EDP, Endesa e Iberdrola- recuerda que, en España, los niveles de tensión “normales” reducen el margen de seguridad hasta casi el error de medida. Así, queda reflejado en su valoración pública sobre el informe de ENTSO-E en relación con el apagón del 28 de abril.
Los 435 kV, mayor riesgo de desconexiones
Según detalla, los niveles de tensión considerados “normales” en España son significativamente más altos que los establecidos en la mayoría de los países europeos, lo que deja un margen de seguridad muy reducido ante posibles sobrevoltajes. De hecho, el límite máximo legal operativo de la red es de 435 kV -frente a los 420 kV en gran parte de Europa. Para la patronal, esta circunstancia reduce la distancia con el umbral de desconexión a apenas 5 kV, una diferencia comparable al propio error de medida. A su vez, este estrecho margen incrementa el riesgo de desconexiones en cadena.
Esto se traduce -tal y como explica aelec- en que, en el suroeste de España, donde hay unos 17.000MW renovables, operar con ese escaso margen puede producir desconexiones sólo con unas leves perturbaciones de tensión. Estas desconexiones reducen el apoyo reactivo, elevan la tensión y provocan una reacción en cadena. En su opinión, esto es lo que ocurrió el día del apagón, cuando a pesar de que la inercia media del sistema ibérico superaba el umbral mínimo de 2 segundos recomendados, en zonas del centro y sur peninsular se situaron en 1,84 segundos y 1,3 segundos, “claramente por debajo”.
El problema de control de tensión persiste
¿Cómo está ahora la red? Para las eléctricas hay una certeza: los problemas de tensión persisten. Y la red está en una situación que no permite asegurar que pueda desencadenarse otra desconexión. A su juicio, queda patente con la propuesta de modificación de cuatro procedimientos operativos por vía de urgencia, lanzada por la CNMC a petición de REE. Entretanto, el supervisor -al que el sector achaca no haber acelerado la adopción de nueva regulación- ha tomado la iniciativa para evaluar la situación del sistema después de las variaciones de tensión reconocidas por el operador.

En una mañana maratoniana, la presidenta de la CNMC y su equipo se reunieron ayer, por partes, con los agentes del sector. Comenzó con las grandes eléctricas, con el consejero delegado de Iberdrola España, Mario Ruiz-Tagle; el consejero delegado de Endesa, José Bogas; o el presidente de Naturgy, Francisco Reynés; entre otros. A continuación, se entrevistó con la presidenta de Redeia -matriz de REE-, Beatriz Corredor, y su consejero delegado, Roberto García Merino. La sesión continuó con el Operador del Mercado Ibérico de la Electricidad (OMIE) y las asociaciones sectoriales UNEF y APPA Renovables. Estos encuentros han permitido escuchar de primera mano las observaciones y propuestas del sector sobre la situación relativa a la seguridad del suministro y a la estabilidad del sistema.
Aagesen mantiene el apoyo a las renovables
Entretanto, el Gobierno sigue fiel a su estrategia de apoyo a las renovables. Ayer, el Consejo de Ministros aprobó un real decreto que modifica la regulación de las energías renovables, la cogeneración y los residuos (Recore). La finalidad de estos cambios impulsados por Sara Aagesen, ministra de Transición Ecológica, es mantener la rentabilidad de las instalaciones (más de 62.000). Las medidas garantizan que las plantas acogidas al régimen retributivo regulado no vean mermados sus ingresos por la energía vendida en horas con precios cero. O por aquella que no pueda evacuarse por restricciones técnicas, según explica El Periódico de la Energía. La nueva norma también refuerza el control del sistema, ya que deberán estar conectadas a un centro de control y enviar medidas a REE en tiempo real.
A estas se unirán las nuevas medidas de la CNMC. La previsión es poder aprobarlas cuanto antes para evitar los riesgos de apagón. Eso sí, dado su impacto sobre la competencia y la previsible subida del coste de la luz, tendrán un “carácter temporal y excepcional”. En principio, 30 días naturales, con posibilidad de prórroga otros 15 días más. Entretanto, el sector seguirá mirando al cielo, deseando que por ahora deje de hacer sol y bajen las temperaturas.