Hay pueblos que no necesitan promoción para enamorar a quien los visita. Y uno de ellos es Jérica, una pequeña joya medieval escondida entre montañas en el interior de Castellón. Con poco más de 1.700 habitantes, ha sabido conservar su esencia con el paso de los siglos y hoy presume de un título que muy pocos logran: el de Conjunto Histórico. Pasear por sus calles empedradas es, literalmente, viajar atrás en el tiempo.
Jérica, el pueblo que se detuvo en la Edad Media
El encanto de Jérica radica en su autenticidad. Situada en la comarca del Alto Palancia, entre sierras, barrancos y el curso del río del mismo nombre, esta localidad parece haberse detenido en una época donde la piedra, la fe y la historia se entrelazaban en cada esquina.
Ser declarado Conjunto Histórico implica que Jérica conserva un conjunto de monumentos y edificios con valor patrimonial excepcional. Sus murallas, sus iglesias y su fortaleza árabe hablan de las múltiples civilizaciones que habitaron estas tierras, desde los íberos y los romanos hasta los musulmanes y cristianos.
Un castillo árabe que domina el paisaje
El corazón histórico de Jérica está dominado por su castillo, levantado sobre la Peña Tajada. Desde esta atalaya natural se observa todo el valle de la Alcudia, un paisaje que parece dibujado por la historia. Construido entre los siglos XIII y XIV, fue considerado prácticamente inexpugnable.

Aunque hoy solo quedan restos del recinto amurallado, todavía se conservan la torre del homenaje —conocida como la Torreta— y una bóveda de crucería en la planta baja que recuerda su esplendor medieval. Pocos castillos árabes sobreviven en España en un estado tan reconocible como el de Jérica, donde el visitante puede intuir la grandeza de lo que un día fue.
Iglesias, ermitas y un legado espiritual
El patrimonio religioso de Jérica es otro de sus grandes tesoros. En su casco antiguo destacan la iglesia de Santa Águeda la Vieja y la ermita de San Roque, ambas protegidas por la antigua muralla. Más adelante, el recorrido lleva hasta la iglesia neoclásica del Cristo de la Sangre y la iglesia de Santa Águeda la Nueva, que guarda en su interior una valiosa colección parroquial.
@juanmaplanea MÁS INFO⬇️ Situada en el interior de Castellón, con 1794 habitantes, Jérica es una pequeña población que sorprende por su belleza y por todo lo que podemos ver en ella. LUGARES QUE NO TE PUEDES PERDER ✅ CASTILLO y TORRE DEL HOMENAJE ✅ ERMITA DE SAN ROQUE ✅ PORTILLO DE SAN ROQUE ✅ IGLESIA DE SANTA ÁGUEDA (Bien de relevancia local) ✅ MUSEO MUNICIPAL ✅ PORTAL DE LA SALA ✅ TORRE DE LAS CAMPANAS (Torre Mudéjar) ✅ PORTAL DE SAN JUAN ✅ IGLESIA CRISTO DE LA SANGRE ✅ AYUNTAMIENTO ✅ IGLESIA DEL SOCÓS ✅ FUENTE DE SANTA ÁGUEDA ✅ TRINCHERA VEGATILLA ✅ ERMITA VIRGEN DEL LORETO ✅ VUELTA DE LA HOZ El conjunto histórico de Jérica fue declarado Bien de Interés Cultural, sus orígenes árabes quedan latentes en su Torre Mudéjar y en sus calles del casco antiguo. 🟡 Calzado cómodo para subir a ver los restos del Castillo y la Torre del Homenaje. Sin duda, un precioso pueblo que no puedes perderte 😀 #lugares #castellon #destinos #planes #viajero #castellón #pueblosmágicos #planazos #castellongram #viajesinstagram #viajes #jerica #jérica #castellonturismo #valenciagram #comunidadvalenciana #viajesporespaña #travelgram #planazos #planescastellon #juanmaplanea #valenciamitica #valenciaenamora #recorriendocastellón #urlimonoficial @Valencia Mítica @Valencia Enamora
Estos templos son el testimonio vivo de cómo Jérica creció entre la devoción y la piedra. Aún hoy, las campanas marcan el ritmo de la vida diaria, como si el tiempo apenas hubiera pasado.
La Torre de la Alcudia: el símbolo de Jérica
Si hay una imagen que define a Jérica, es la de la Torre de la Alcudia, también conocida como Torre de las Campanas. Construida en el siglo XVII, es uno de los escasos ejemplos de arquitectura mudéjar que existen en la provincia de Castellón.

Su elegante silueta domina el horizonte y se ha convertido en el símbolo del pueblo. Subir hasta ella permite contemplar el trazado medieval de las calles y, al fondo, el perfil de las montañas que rodean Jérica. Es el tipo de lugar donde el visitante comprende por qué fue declarada Conjunto Histórico: porque cada rincón guarda una historia que merece ser contada.
Museos, trincheras y memoria
El Museo Municipal de Jérica amplía la experiencia del viajero. Sus colecciones etnográficas y arqueológicas revelan que este enclave estuvo habitado desde tiempos íberos y romanos. Allí se conservan piezas que ayudan a entender cómo fue la vida cotidiana siglos atrás.
También merece la pena visitar las trincheras de la Guerra Civil y la Cruz Cubierta Gótica, un ejemplo de arquitectura religiosa popular que ha resistido el paso del tiempo. Los antiguos corrales, repartidos por las calles, completan esa sensación de autenticidad que define a Jérica, un pueblo donde el pasado no es una reliquia, sino una presencia constante.