DESTINOS

Cuando dormir es viajar, el auge del turismo del sueño

Resorts de lujo, spas especializados y escapadas urbanas reimaginan las vacaciones como una experiencia reparadora donde el descanso es el destino principal

Audrey Hepburn en 'Desayuno con diamantes'

Dormir siempre fue una necesidad, pero ahora también se ha convertido en un lujo buscado y en una tendencia turística en alza.

La falta de descanso se ha normalizado -con agendas sobrecargadas, pantallas que no se apagan y estrés constante-, y por eso la industria del turismo ha encontrado una nueva promesa para los viajeros más exigentes: hacer del sueño la experiencia central de unas vacaciones.

Lo llaman sleep tourism, o turismo del sueño, y cada vez más hoteles y resorts lo están incorporando como su propuesta estrella. No se trata simplemente de ofrecer camas cómodas; hablamos de habitaciones diseñadas científicamente para inducir el descanso, menús de almohadas con hasta veinte opciones distintas, rituales nocturnos con aceites esenciales, terapias de sonido y hasta servicio de “consultoría del sueño” con expertos en cronobiología.

Los destinos pioneros en esta tendencia van desde Suiza y los Alpes a retiros en Tailandia o Bali. Algunos hoteles han instalado tecnología de última generación que regula la luz, la temperatura y el sonido en función de los ritmos circadianos del huésped.

Otros diseñan programas de varios días que combinan yoga, meditación, nutrición ligera y siestas reparadoras en cápsulas futuristas. Incluso en grandes capitales como Nueva York o Londres, se han abierto espacios de sleep spa donde la experiencia no dura una noche, sino unas pocas horas en mitad de la jornada laboral.

Las marcas de lujo han visto una oportunidad única en este terreno. Cadenas como Six Senses, Aman o Four Seasons ofrecen paquetes exclusivos que giran en torno a la idea de “dormir mejor para vivir mejor”. En ellos, el huésped puede comenzar la mañana con una consulta médica personalizada, seguir con un masaje neurosensorial y cerrar la jornada con una infusión calmante diseñada por un herbolario local. El viaje ya no es solo a otro país, sino a una versión más descansada de uno mismo.

Pero el turismo del sueño también está emergiendo la tendencia de las staycations reparadoras: escapadas cortas dentro de la misma ciudad o región, centradas en desconectar del ritmo urbano y priorizar la higiene del sueño.

Hoteles boutique y alojamientos rurales están apostando por este enfoque, ofreciendo habitaciones libres de pantallas, dietas diseñadas para favorecer la melatonina y actividades como paseos nocturnos o sesiones de meditación bajo las estrellas.

La ciencia respalda este fenómeno. Según la Organización Mundial de la Salud, más del 40 % de la población mundial sufre algún tipo de trastorno del sueño. No es casualidad que el descanso se haya convertido en un símbolo de bienestar y, al mismo tiempo, en un nuevo lujo. Dormir bien ya no se percibe como una rutina básica, sino como un activo que mejora la salud mental, la productividad y hasta la longevidad.

El turismo del sueño encarna esa búsqueda de experiencias transformadoras que define al viajero contemporáneo. Ya no basta con coleccionar destinos o fotografías: lo que se busca es regresar renovado, con una sensación de haber sanado cuerpo y mente.

La pregunta no es dónde ir, sino cómo dormir allí. ¿Será ese el futuro de los viajes? ¿Convertiremos el acto más simple y universal en el mayor de los placeres?

TAGS DE ESTA NOTICIA