El rostro de Lana: la infancia marcada por el horror en Gaza

"Nadie quiere jugar conmigo". La pequeña gazatí desarrolla un trastorno cutáneo después de un bombardeo israelí en Rafah

Lana Sharif, con tan solo diez años, tenía un rostro que recordaba a la pureza de la mañana: unos ojos grandes donde parecía haberse condensado el universo, y una sonrisa tímida que susurraba esperanza. Pero en Gaza, el tiempo no perdona, y la infancia rara vez encuentra refugio. Su expresión cambió de golpe, no por el paso de los años, sino por el impacto del terror. Hoy, el miedo cubre su mirada como el polvo, y el asombro parece haberse quedado fijado en su rostro para siempre. Sus ojos narran historias que no pertenecen a una niña. Cuando te mira, sientes que la inocencia misma ha pedido disculpas por quedarse.

La pequeña, oriunda de Jan Yunis, en el sur de Gaza, mostró los efectos del vitíligo -una enfermedad autoinmune que provoca manchas blancas en la piel- en varios reportajes en la prensa local. Lana Sharif achaca a que el estrés y el miedo a los ataques israelíes han desencadenado el vitíligo.

Niñas
Cuatro desplazadas internas caminan entre los escombros después hacia el norte de Gaza
Efe

“Estábamos en casa en Rafah cuando bombardearon la casa de nuestro vecino. Estaba asustada y conmocionada, y más tarde me aparecieron manchas blancas en el cuerpo“, aseveró la gazatí en el reportaje.

En la ciudad sitiada de Rafah, en el corazón herido de Gaza, donde el murmullo del viento compite con el estruendo de las bombas, y el amanecer no siempre llega con esperanza, vive -o apenas sobrevive- una niña llamada Lana Sharif. Solo tiene diez años, pero sus ojos, grandes y oscuros, hablan con la gravedad de quienes han visto demasiado en muy poco tiempo.

Todo cambió tras el bombardeo

Lana solía ser un poema en movimiento: su belleza serena, su risa tímida y la inocencia que iluminaba su rostro eran faros de ternura en medio de un mundo sombrío. Jugaba con muñecas hechas a mano y soñaba con cosas simples: un vestido nuevo, una tarde en el parque, un día sin miedo. Pero todo cambió en un segundo.

Gaza
Niñas palestinas llevan agua con ayuda de una bici en el campamento de Jan Yunis
Efe

Una noche, el rugido desgarrador de un misil israelí sacudió su vecindario. La casa contigua a la suya fue reducida a escombros. Lana sobrevivió, pero algo dentro de ella se quebró para siempre. El trauma se manifestó en su cuerpo antes que en sus palabras: su cabello, antaño oscuro y lleno de vida, comenzó a llenarse de canas; manchas blancas afloraron en su piel, como huellas visibles de un dolor invisible.

Desde aquella noche, el miedo se convirtió en su sombra. Las pesadillas la despiertan a gritos; tiembla, llora, y se abraza a sí misma en un intento inútil de sentirse a salvo. Ya no corre. Ya no ríe. Ya no juega.

Gaza
Una niña que resultó herida en un bombardeo del Ejército israelí, descansa tras ser atendida en el hospital indonesio en Beit Lahia
Efe

Lana Sharif: “Me llaman vieja”

El espejo, que antes le devolvía la imagen de una niña vivaz, ahora le muestra a alguien que no reconoce. Con voz quebrada y ojos húmedos, susurra: “La gente ya no me quiere como antes. Ya no soy una niña guapa”, reconoció la pequeña. “Cuando salgo a jugar con los otros niños, nadie quiere jugar conmigo. Me llaman vieja”, añadió.

Su madre, Mai Al Sharif, reconoció a la los medios locales que el estado mental de Lana había seguido deteriorándose, especialmente con las continuas explosiones. “Lana está muy asustada y aterrorizada por los constantes bombardeos. Su miedo aumenta cada vez que se intensifican los bombardeos. Los médicos dicen que en Gaza no hay medicinas ni tratamiento“, explicó su madre.

Más de 100 muertos en las últimas horas

La semana pasada, la OMS declaró que más de 10.500 pacientes de Gaza necesitaban evacuación médica urgente, entre ellos unos 4.000 niños.

Además, Israel ha continuado atacando con bombas el norte de la Franja de Gaza este viernes, lo que ha causado la muerte, de al menos 100 personas en las últimas 24 horas. Asimismo, estos ataques han dejado más de 200 personas heridas, informó el Ministerio de Sanidad del enclave, en manos de Hamás, en un comunicado.