La honte doit changer de camp: la vergüenza debe cambiar de bando. Pocas dudas quedan de que Gisèle Pelicot se ha constituido como uno de los grandes referentes feministas en Francia y en el resto del mundo. Esta francesa de origen alemán ha sido todo un ejemplo de entereza y de valentía desde que en septiembre, en el Tribunal de Aviñón, comenzase el juicio contra los 51 acusados de haber abusado de ella. Pelicot ha rechazado chapotear en el victimismo.
Entre esos hombres se encuentra su marido, Dominique Pelicot, quien le suministraba somníferos en el helado de su sabor favorito para que, mientras estaba inconsciente, decenas y decenas de hombres la violasen en su domicilio, en Mazan, un pueblo de unos 5.000 habitantes en Vaucluse, un departamento de Provenza-Alpes-Costa Azul, región del sur de Francia durante años. Se cree que más de 80 participaron, aunque en el banquillo ha terminado un número muy inferior.
Lejos de ocultarse, Pelicot ha pedido que el juicio fuese abierto. Quería que las atrocidades que ha sufrido, que su experiencia, sirvan para que el resto de mujeres se planten ante las agresiones de este tipo. Cada mañana, con su llegada a los tribunales, se sacudían las conciencias de los franceses. Pelicot rezumaba dignidad en cada paso hacia la sala que ha juzgado uno de los casos de violación más brutales de la historia de Francia. Después de conocerse este episodio, queda reabierto el debate sobre el consentimiento y la cultura de la violación.
Nada de lo que avergonzarse
A lo largo de estos casi cuatro meses, se había podido escuchar a Pelicot en el estrado. A mitad del juicio señaló: “Durante las últimas ocho semanas, me he sentido herida y cuestionada. Decidí no ir a juicio a puerta cerrada porque no tenía nada de qué avergonzarme ni nada que reprocharme. Me han violado cientos de veces y fue una decisión difícil de tomar. Difundir estos vídeos fue muy difícil, pero permitió que se dijera la verdad”.
“Un marido perfecto”
Durante el juicio, apenas miraba a los ojos a Dominique, el gran artífice de estas violaciones múltiples: “No entiendo cómo has podido traicionarme tanto”. En paralelo, Gisele Pelicot ha reconocido que durante “50 años juntos”, se sintió “una mujer feliz y realizada”, sin embargo, ahora no es capaz de cruzar la mirada con él.
Pelicot también ha dado una lección sobre el perfil del violador: Dominique Pelicot no era un “monstruo”; era “un marido perfecto”: “Me preparé para este juicio, pero todavía no he entendido por qué. Intento comprender cómo este marido, que era el hombre perfecto, ha podido llegar a esto. Cómo mi vida ha podido dar un vuelco. Cómo ha podido dejar entrar a estas personas en nuestra casa cuando conocía mi aversión al intercambio de parejas. Para mí, esta traición es inconmensurable”.
Il est 7h30 et une foule importante est déjà massée devant le palais de justice d’Avignon. Une femme du public est arrivée à 2h du matin, depuis les journalistes du monde entier affluent #Mazan pic.twitter.com/KQLBBaOEFi
— Justine Chevalier (@justinecj) December 19, 2024
BBC y FT
Éste no es el único reconocimiento que ha recibido: la BBC ha incluido este año a Pelicot en su lista BBC 100 Mujeres 2024, donde reúne a las “100 mujeres inspiradoras e influyentes de todo el mundo en 2024”. Además, el Financial Times también la ha citado dentro del top 25 mujeres más influyentes en 2024.
La honte doit changer de camp es el eslogan empleado por sus defensores. Y la vergüenza, por fin, ha cambiado de bando.