La activista sueca Greta Thunberg ha sido deportada de Israel este lunes 6 de octubre de 2025 en un vuelo con destino a Atenas, junto a más de 170 participantes de la Flotilla Global Sumud, interceptada la semana pasada cuando intentaba llegar a la Franja de Gaza. Así lo confirmó el Ministerio de Asuntos Exteriores de Israel a través de un comunicado publicado en la red social X, en el que afirmó que “171 adicionales provocadores de la flotilla Hamás-Sumud, entre ellos Greta Thunberg, fueron deportados hoy desde Israel a Grecia y Eslovaquia”.
Persona non Greta https://t.co/FE6AmXPPoz
— Gideon Sa'ar | גדעון סער (@gidonsaar) October 6, 2025
La deportación se produce tras varios días de tensiones diplomáticas y denuncias sobre las condiciones en las que los activistas han permanecido detenidos. Thunberg y otros miembros de la flotilla fueron arrestados cuando las fuerzas israelíes interceptaron las embarcaciones en aguas internacionales el pasado miércoles. El convoy, compuesto por más de 40 barcos, tenía como objetivo desafiar el bloqueo que Israel mantiene sobre Gaza y transportar una cantidad simbólica de ayuda humanitaria al enclave.
Entre las más de 70 personas que abandonarán Israel en el vuelo de este lunes se encuentran 28 ciudadanos franceses, 27 griegos, 15 italianos y nueve suecos. De acuerdo con las autoridades griegas, “siguiendo las instrucciones del Ministro de Asuntos Exteriores, George Gerapetritis, mañana, lunes 6 de octubre de 2025, partirá un vuelo especial desde el cercano Aeropuerto Internacional de Eilat-Ramon para devolver de manera segura a los ciudadanos griegos a Atenas el mismo día”. Aunque Grecia no mencionó específicamente a Thunberg, se espera que la activista sueca se encuentre en ese avión.
UPDATE:
Greta Thunberg set to be released tomorrow. To arrive in Greece 🇬🇷🇬🇷
— Global Sumud Flotilla ✨ (@GSMFlotilla) October 6, 2025
Con esta nueva ola de deportaciones, ya son más de 340 las personas expulsadas desde el sábado, de un total de aproximadamente 470 detenidos en la operación naval.
Denuncias por las condiciones de detención
Mientras se desarrollan las deportaciones, diversas organizaciones han denunciado el trato recibido por los activistas en centros de detención israelíes. La ONG Adalah, que brinda asistencia legal a los detenidos, informó que varios de ellos relataron haber sido golpeados y sometidos a “violencia generalizada” tanto durante el traslado desde el puerto como en los primeros días en prisión. Según los abogados, algunos denunciaron haber sido privados de comida y agua, y otros afirmaron haber sido maltratados físicamente por agentes israelíes.
Thunberg comunicó a la embajada sueca que había sufrido deshidratación debido a “cantidades insuficientes tanto de agua como de comida”. Además, indicó que había desarrollado “erupciones, que sospecha que fueron causadas por chinches”, y habló de “un trato duro” y de haber tenido que permanecer “sentada por largos periodos en superficies duras”. Estas declaraciones fueron compartidas por la Cancillería sueca en un correo electrónico citado por The Guardian.
Israel, sin embargo, rechazó de manera categórica las acusaciones. El Ministerio de Exteriores calificó las denuncias de “mentiras descaradas” y aseguró en X que “todos los derechos legales de los participantes en esta maniobra de relaciones públicas fueron y seguirán siendo plenamente respetados”. En una línea más dura, el ministro de Seguridad Nacional, Itamar Ben Gvir, declaró tras visitar la prisión de Ketziot que se sentía “orgulloso de que estemos tratando a los ‘activistas de la flotilla’ como partidarios del terrorismo; quien apoya el terrorismo es un terrorista y merece las condiciones de los terroristas”.

“Maniobra propagandística pro-Hamás”
En medio del proceso de deportación, se produjo un incidente que acaparó la atención mediática. Una activista española mordió a una miembro del personal médico de la prisión de Ketziot durante un examen rutinario previo a su traslado. Según el personal penitenciario, la trabajadora sufrió heridas leves y fue atendida en el lugar, mientras que la activista fue puesta bajo custodia policial para su interrogatorio, retrasando así su deportación.
La Flotilla Global Sumud zarpó a finales de agosto con el objetivo de visibilizar la situación humanitaria en Gaza, donde la ONU ha declarado una hambruna en zonas del norte tras dos años de conflicto. Israel ha rechazado esa evaluación y acusa a Hamás de apropiarse sistemáticamente de la ayuda humanitaria que entra al enclave. Además, las autoridades israelíes han descrito la flotilla como una “maniobra propagandística pro-Hamás”.
No es la primera vez que misiones de este tipo son interceptadas. En junio y julio de este mismo año, otras dos flotillas fueron detenidas antes de llegar a Gaza, en medio de un clima internacional de creciente crítica hacia la política israelí en el territorio. A pesar de las intercepciones, una nueva flotilla compuesta por nueve barcos y alrededor de 100 activistas se dirige actualmente hacia la región, tras zarpar de Italia hace una semana.
El avión que transportará a Thunberg y a decenas de activistas más partirá desde el aeropuerto de Ramon, en el sur de Israel, con destino a Atenas, desde donde los distintos ciudadanos podrán regresar a sus respectivos países. Aunque aún quedan 138 personas en detención, la mayoría de las deportaciones se espera que se complete en los próximos días.