Los 21 activistas españoles de la Flotilla ya están de camino a España

El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha confirmado que los miembros de la Flotilla ya están volando a Madrid

EFE/ Toni Albir

El Ministerio de Exteriores israelí ha informado de que 29 personas detenidas de la Flotilla Global Sumud de España, Portugal y Países Bajos fueron deportadas este domingo rumbo a España.

“Israel desea que todos los participantes de esta provocación sean deportados lo antes posible, pero algunos de ellos optaron deliberadamente por prolongar el proceso legal de deportación, prefiriendo permanecer en Israel”, indicó en un mensaje en X.

Añadió que “todos los derechos legales” de los participantes en la Flotilla, que tilda de “maniobra publicitaria”, están “plenamente garantizados”.

Denuncia de “graves abusos”

El equipo jurídico de la Flotilla, Adalah, denunció este domingo “graves abusos” contra los participantes de la misión retenidos en Israel, después de que el Ministerio de Exteriores israelí asegurara en un primer comunicado que “se respetaban plenamente” los derechos legales de los activistas.

Israel
Captura de vídeo del exterior de la prisión de alta seguridad de Saharonim
EFE/Magda Gibelli

La ONG ha afirmado que sus integrantes han sido sometidos a condiciones que constituyen “claras violaciones” de sus derechos en virtud del derecho internacional.

Un abogado de la Flotilla explicó a EFE este domingo que un total de 478 tripulantes de los 42 barcos de la misión fueron arrestados tras interceptar Israel sus embarcaciones en aguas internacionales, por lo que quedarían en la cárcel en torno a unos 300, tras las deportaciones que se han ido haciendo estos últimos dos días.

Se encuentran en la prisión de Saharonim, en pleno desierto del Neguev del sur de Israel, una cárcel de alta seguridad que se construyó para albergar inmigrantes en situación irregular que llegaban del vecino Egipto y ahora acoge a presos palestinos, algunos sentenciados a cadena perpetua.

Los primeros en ser deportados son los que firman su consentimiento a ello y los que llevan más tiempo son aquellos que se niegan a ser deportados de Israel, para los que se abre un procedimiento judicial y tiene que ser el juez el que lo avale.