Tras 41 días de estancamiento político que paralizó gran parte del Gobierno federal de Estados Unidos, un pequeño grupo de senadores demócratas rompió filas el domingo por la noche y se unió a los republicanos para aprobar una ley que reanudaría las operaciones gubernamentales y restablecería la financiación de programas esenciales.
La votación de 60 a 40 marcó el final decisivo del cierre más largo en la historia reciente de Estados Unidos, que había dejado a cientos de miles de trabajadores federales sin trabajo, interrumpido los viajes aéreos y amenazado la asistencia alimentaria para millones de estadounidenses.
Pero para los ocho demócratas, incluidas cuatro mujeres, la decisión de votar con los republicanos ha tenido un coste político.
Una deserción poco común en medio de la unidad demócrata
Las senadoras Jeanne Shaheen y Maggie Hassan, de Nueva Hampshire, junto con Catherine Cortez Masto y Jacky Rosen, de Nevada, han sido las cuatro legisladoras demócratas más destacadas que respaldaron la medida de compromiso. Sus votos (con los de otros cuatro senadores del partido) ayudaron a superar el bloqueo demócrata que había paralizado la legislación sobre gastos durante semanas.
La medida provocó inmediatamente la indignación dentro de su propio partido. Figuras progresistas, entre ellas el senador Bernie Sanders, de Vermont, calificaron la votación de “traición” y “patética”, y acusaron a los desertores de renunciar a su influencia en las negociaciones sobre los subsidios de la Ley de Asistencia Asequible (ACA) y los programas de la red de seguridad social.
“En mi opinión, ha sido una votación muy, muy mala”, declaró Sanders el lunes.

Presión de los estados de origen
Para las cuatro senadoras, la decisión reflejó la creciente presión de sus electores y el creciente impacto económico del cierre.
POTUS, Speaker Johnson and Congressional Republicans remain the barrier to addressing health care costs.
For the first time, we've secured a guaranteed vote on this crisis and if they continue to ignore the needs of the American people, they'll be held accountable next November. pic.twitter.com/SFA5ftqPE1
— Sen. Jeanne Shaheen (@SenatorShaheen) November 10, 2025
Shaheen, una veterana demócrata que planea jubilarse el próximo año, desempeñó un papel clave en la configuración del acuerdo final. Aseguró que aceptó la promesa del líder de la mayoría del Senado, John Thune, de celebrar una futura votación sobre los créditos fiscales de la ACA como un compromiso necesario.
“Era el único acuerdo posible”, declaró Shaheen a los periodistas. “Era nuestra mejor oportunidad para reabrir el Gobierno y comenzar inmediatamente las negociaciones para prorrogar los créditos fiscales de la ACA, de los que dependen decenas de millones de estadounidenses”.
Su colega de Nueva Hampshire, la senadora Maggie Hassan, también señaló la presión que sufren las familias que han perdido el acceso a la ayuda alimentaria durante el cierre.
“He escuchado a las familias hablar del profundo dolor que les ha causado el cierre del Gobierno”, aseveró Hassan en declaraciones recogidas por AP, en referencia al programa de ayudas SNAP.
Los temores económicos
En Nevada, tanto Cortez Masto como Rosen citaron la dependencia del estado del turismo y el impacto de las interrupciones en los viajes aéreos como motivaciones clave detrás de sus votos.
Rosen, visiblemente frustrada en los últimos días, acusó a los republicanos de “utilizar su poder como arma” a medida que se prolongaba el cierre. “Están infligiendo un dolor inimaginable a los trabajadores, desde la retención de las prestaciones del SNAP hasta el colapso de nuestra industria turística al paralizar el transporte aéreo”, afirmó.

Cortez Masto se hizo eco de esas preocupaciones y describió escenas “horribles” en los bancos de alimentos de Nevada. “Las colas eran las más largas que he visto desde la pandemia”, reconoció. “Teníamos que actuar”.
Una apuesta calculada
Las deserciones ponen de relieve la creciente división dentro del Partido Demócrata entre los pragmáticos, deseosos de restablecer el funcionamiento del Gobierno, y los progresistas, que temen que las concesiones a los republicanos animen a seguir jugando al límite.
El presidente republicano de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, elogió el lunes a los senadores, afirmando que “decidieron anteponer los principios a sus intereses políticos personales”.
Aun así, aún está por ver cuáles serán las repercusiones políticas para los ocho demócratas, especialmente para aquellos que no se jubilan.
Por ahora, sus votos han allanado el camino para reabrir el Gobierno y proporcionar un alivio largamente esperado a millones de estadounidenses. Pero, mientras la Cámara de Representantes se prepara para abordar la medida esta misma semana, es probable que la división dentro del grupo demócrata se prolongue mucho más que el propio cierre.


